El bautismo tiene dos efectos principales: {1) Nos da una nueva vida, la cual es compartir la vida de Dios; (2) y es muerte al pecado. San Pablo habla del bautismo con palabras como renovar, transformar y revestir. El cristiano bautizado debe pensar y vivir su vida de una manera totalmente nueva. Ahora se da prioridad a los bienes del cielo y del alma y no a los del mundo o del cuerpo. El bautizado se preocupa más de ofender a Dios que de ofender al hombre o de tener enfermedad o pobreza. Usando estos criterios también podemos analizar mejor la crisis que existe hoy en día dentro de la iglesia. Terminamos con cinco ejemplos de como el rito del bautismo tradicional manifiesta esta realidad espiritual.