Mons. John Devine, decano de la Iglesia en la isla de Man, mar de Irlanda, máximo exponente eclesiástico de este pedazo de tierra bajo la jurisdicción de la Arquidiócesis de Liverpool, en una carta enviada al Primer Ministro de la isla y publicada por el Man Examiner, distorsionó completamente la Doctrina Católica y criticó abiertamente el movimiento pro-vida. Todo esto precisamente cuando el gobierno local se ha mostrado decidido a imponer la ley más radicalmente abortista del mundo, consintiendo en la eliminación de los niños no nacidos justo antes del parto y previendo la cárcel para los médicos objetores de conciencia.
“Las personas que practican el aborto -ha escrito Mons. Devine- no son asesinos, no son malas personas. Lo mismo los políticos que proponen modificaciones en la legislación: son individuos que buscan hacer lo que es justo”.
Quienes, tutelando la vida, se unen contra tales proyectos de ley son, según él, “una banda de locos. La Iglesia desea apoyar a aquellos a quienes encuentra y que han estado pensando en abortar, sea cual fuera la decisión por ellos adoptada“.
Dicho proyecto de ley ya ha sido aprobada por unanimidad en votación preliminar; la votación final está prevista para fin de mes.