La basílica lateranense fue obra del Emperador Constantino, y fue dedicada en el año 324, cuando ya había plena libertad religiosa para los cristianos gracias al citado emperador. A partir del siglo XI la dedicación de este templo se celebra cada 9 de Noviembre. Esta dedicación es Fiesta litúrgica en toda la Iglesia Universal, ya que la Basílica de Letrán, por ser la Catedral del Papa, es la cabeza y madre de todas las iglesias de la Urge y del Orbe, a las que preside en la caridad.