El Cardenal Kasper dice que los esposos protestantes son “células frescas en la Iglesia del Cuerpo de Cristo”

Ayer recibí el correo de un testigo que recientemente escuchó al cardenal Walter Kasper hablar sobre el papa Francisco y el debate sobre la inter-comunión.  En un discurso del 10 de mayo, Kasper dijo que los protestantes casados con católicos son “células frescas en la Iglesia del Cuerpo de Cristo” sin mencionar que necesitan una conversión previa. Kasper, quien reside en Roma, parece querer influenciar fuertemente el debate alemán en favor de la inter-comunión.

Por ejemplo ayer, 15 de mayo, el Vatican Insider de La Stampa publicó una larga entrevista con el cardenal Kasper en la que el cardenal alemán afirma que hay varios documentos eclesiales preparando el camino para la inter-comunión o comunión para esposos protestantes. En esta entrevista, Kasper menciona que el crucial canon 844 § 3 que trata los casos de emergencia y la comunión para los protestantes, “ya no está teológicamente a la altura de la discusión teológica- ecuménica.”

Una vez más, como en el debate sobre los divorciados vueltos a casar, el cardenal Kasper es el principal teólogo detrás de las principales y heterodoxas reformas de la Iglesia. Mirando hacia atrás, el hecho de que tras ser elegido, el papa Francisco haya elogiado públicamente a Kasper en su primer Angelus del 17 de marzo de 2013, se torna más significativo.

Aquí les presentamos el relato del testigo, a quien agradecemos de corazón por su testimonio.

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15 de mayo de 2018

Estimada Sra. Hickson,

Ayer leí su nuevo artículo, “El Cardenal Marx: Debate sobre la Inter-comunión, Algunas Diócesis Podrían Tener Normas Diferentes.” En este contexto, siento la urgencia de escribirle.

Tras la Declaración de Ravensburg del octubre pasado – sobre la cual Onepeterfive reportó – aún están sucediendo cosas que apuntan a la inter-comunión u “hospitalidad eucarística”. El 10 de mayo se llevó a cabo en una iglesia católica de Weingarten, un pueblo vecino de Ravensburg [Baden-Württemberg, cerca del lago de Constanza] la liturgia de La Última Cena.

Sin embargo, mi carta de hoy se refiere al discurso celebratorio que dio el cardenal Kasper en Weingarten el día de la Ascención, un discurso que resultará de especial interés en el contexto actual del debate por la inter-comunión, especialmente por el momento en que dio el discurso; dado que al mismo tiempo se estaba llevando a cabo el Katholikentag (festival católico alemán).

Cuando escuché lo que dijo Walter Kasper sobre la recepción de la comunión por parte de esposos protestantes, sobre el papa Francisco, y los medios católicos, quedé estupefacto. No obstante, dudé en escribirle a usted – ¡hasta que leí su artículo!

Cada año, el viernes siguiente al día de la Ascención, se lleva a cabo en Weingarten, Oberschwaben [cerca de Ravensburg, Baden-Württemberg], una gran procesión con hombres a caballo, en honor a una reliquia de la Preciosísima Sangre que se conserva allí.

Por costumbre, en la víspera de dicha procesión, un invitado del clero ofrece una homilía después de la misa vespertina del “Blutfreitag” (Viernes de la Sangre). Este año, el invitado fue el cardenal retirado Walter Kasper.

Primero habló sobre la importancia del Blutritt (Vía de la Sangre– un hombre a caballo que carga la reliquia) en Weingarten y también sobre el significado de la cruz. Pero luego, cuando desde el púlpito de una iglesia barroca comenzó desviar a la audiencia hacia la admiración del papa Francisco como modelo resplandeciente y a promover la idea de dar la comunión a los esposos protestantes, supe que de esto se iba a tratar todo su discurso.

Que yo aprecie la obra de Onepeterfive me desacreditaría ante los ojos del cardenal. Porque dijo que – a diferencia de la imagen de Iglesia que los medios quieren trazar – no hay nada semejante a una “protesta” contra el Papa. Luego agregó que es increíble la clase de “insultos” que recibe el papa Francisco, especialmente de parte de medios que pretenden ser puramente católicos. El cardenal afirmó que esto no se corresponde con la actitud de la mayoría de los fieles. Estos fieles están muy agradecidos por el “nuevo aire” que trae el Papa, porque “está eliminando costumbres anticuadas” [alte Zöpfe abschneiden] y porque vuelve a “la simplicidad del Evangelio”. Francisco no amenaza la fe, explicó Kasper, sino que desea un nuevo entendimiento de los Evangelios [Neubesinnung auf das Evangelium]. Por lo tanto, el Papa merece toda nuestra gratitud y oraciones. Según Kasper es un “signo de fe católica” pararse detrás del Papa. Este Papa, agregó, es “radical” en el sentido original de la palabra que viene de radix, la raíz.

Sin embargo, en este momento vino a mi mente una interpretación completamente diferente de la imagen de radix: ¿no está separando de algún modo la Iglesia Católica de sus raíces?

Más aún, Kasper también hizo un llamamiento por más religiosidad cristiana [sic] e invocó a la unidad de todos los cristianos para ser un “modelo de unidad y paz” en un mundo que “se ha descarrilado”. Argumentó firmemente en favor de un camino ecuménico en el que los esposos protestantes de matrimonios mixtos puedan recibir la comunión bajo ciertas condiciones. Sobre esta cuestión, Kasper admitió que una comunidad eucarística general no es posible aún dado que “todavía no se han resuelto todos los problemas teológicos” y dado que existe comunión entre Iglesia y fe. Pero “la participación individual de cristianos de matrimonios mixtos que comparten la creencia eucarística católica puede ser un paso en esa dirección”, agregó.

Supuestamente, este paso es posible gracias al Concilio Vaticano Segundo, porque los esposos “están conectados por el único bautismo y por el sacramento mutuo del matrimonio”. Estos esposos “no son un germen peligroso del cual uno debe protegerse; son sino células frescas en la Iglesia del Cuerpo de Cristo.”

Me fue muy difícil reprimir el grito frente a estas palabras. Es fácil decir que debiera haber resistido en voz alta a tal discurso, que debiera haber abandonado la charla. Pero es difícil cuando uno se sabe rodeado por una audiencia que pronto estará aplaudiendo con entusiasmo las palabras del cardenal.

Para aquellos católicos que aún mantienen un lazo con la única y verdadera Iglesia Católica de Cristo, este discurso sobre el agregado de “células frescas” sin una conversión previa parece verdaderamente aterrador. El enfoque intencional y sutil de Walter Kasper se torna más claro si consideramos su uso de la controvertida palabra “germen”. ¡El que no coincide con su opinión queda desacreditado simplemente al ser presentado como alguien que considera a otras personas un “germen” que provoca enfermedades! Esta es una construcción deliberada de territorios hostiles, la imagen de su enemigo (Feindbild) es clara. Obviamente le molesta que haya católicos para quienes la fe y la razón no son antónimos y para quienes el entendimiento católico de los sacramentos de la Iglesia no está en discusión. Sin embargo, estas personas son marginadas sistemáticamente.

Es el mismo esquema con el que el cardenal Kasper encaró el asunto de la tolerancia y diálogo interreligioso. El diálogo con el Islam estuvo en el centro de esta parte de su presentación y aquí también mencionó que para él, el Concilio Vaticano Segundo fue decisivo. En verdad, Kasper también exige respeto de parte de los musulmanes y no tolera la violencia y el terror en nombre del Islam. Pero dice que una orientación cristiana no puede – no debe – permitir la xenofobia. Aquí lo tenemos otra vez, la construcción tácita de territorios. O uno no teme al Islam y por lo tanto está abierto al diálogo interreligioso – como Kasper – o es un xenófobo.

Qué necesario es para nosotros no caer en la mentalidad del indiferentismo interreligioso, como el que demostró él sin querer, con la ayuda de un ejemplo concreto. Es que Kasper describió lo lindo que es cuando los niños reciben regalos, no sólo en las celebraciones de su propia religión, sino en las fiestas de las demás religiones.

El discurso festivo de Walter Kasper desde el púlpito fue un discurso con el cual también quiso influenciar el actual debate [doctrinal y pastoral] de la Conferencia piscopal. Él efectivamente apuñaló por la espalda a los siete obispos que escribieron sus objeciones al Papa pidiendo mayor claridad. Sin embargo, Kasper dijo que lo “entristecía que en la Conferencia Episcopal Alemana no llegasen a un acuerdo” respecto al folleto informativo de la Conferencia Episcopal sobre la comunión para los esposos protestantes.

Después de su homilía, muchas personas aplaudieron – como era de esperarse. Para entonces ya estaba lejos. Pensaba, con lágrimas en mis ojos, en la misa del rito extraordinario a la que había asistido solo unas horas antes en la Iglesia del Claustro de Birnau en Bodensee [lago de Constanza]. Se había realizado junto con los seminaristas de la Fraternidad de San Pedro en Wigratzbad, Alemania, y con el obispo Vitus Huonder, de Chur, Suiza. Su propia homilía sobre el Santísimo Sacramento, el estado de gracia, la cruz, y lo indefendible de la comunión para los esposos protestantes fue ciertamente una homilía católica sobre la fe, dedicada a la Verdad del Señor.

Por tanto quisiera terminar aquí. Oremus pro invicem.

La saludo afectuosamente y permanezco unido a sus oraciones.

Maike Hickson

Traducido por Marilina Manteiga. (Artículo original)

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