El cardenal Ticona vendió terrenos de la Iglesia a una mujer en Llallagua

[Página Siete / Llallagua-La Paz]

Un terreno de 1.717 metros cuadrados de propiedad del Obispado de Potosí fue vendido a una tercera persona por  el sacerdote Toribio Porco Ticona, cuando él ya estaba jubilado. El ahora Cardenal, próximo a ser consagrado en el Vaticano, aseguró  a  los vecinos ser el dueño de la Villa 22 de Diciembre que piden  el predio para el  colegio de la zona. El Concejo  de Llallagua solicitó los documentos de éste y otros lotes “aparentemente de donación”.

La compradora del predio en cuestión es Leonor RG, quien en  espacios públicos  -de acuerdo a  testimonios- se habría presentado como “esposa” del prelado. Actualmente, la señora procesa a una vecina a quien acusa de haberle ocasionado “lesiones leves y graves” en una pelea.

El incidente se produjo en abril de 2014 a raíz del terreno y a alusiones de la supuesta “relación” (con el hoy Cardenal). En su declaración, la demandante sostiene que fue agredida y acusada de ser pareja de Toribio Porco Ticona (como figura en sus documentos de identidad).

Distrito minero

Ubicada en el camino que une Llallagua con Uncía (provincia Rafael Bustillos de  Potosí), la Villa 22 de Diciembre tiene 8.000 habitantes, un colegio -la unidad educativa Martín Cárdenas- y su propia subalcaldía. Hace 30 años era  una barriada de casitas desordenadas. Allí, en 1986,  llegó Rosario P.; trabajaba  como palliri y su esposo había sido relocalizado de las minas.

“Esos años he conocido al padre Toribio; él me ha dicho que ahí había un terreno de la Iglesia, que había que cuidar”, cuenta hoy Rosario. Como pionera en la zona, fue representante vecinal durante varias gestiones. Hoy afronta el juicio por lesiones.

Su “calvario” -como lo define- comenzó   el 28 de abril de 2014 cuando en su función de Control Social de la Fejuve se vio involucrada en la pelea. A raíz del incidente, Rosario estuvo detenida durante siete semanas, tiene medidas cautelares y, mientras el proceso continúa, asegura  que para ella “no hay justicia”.

Los documentos

El  24 de septiembre de 1987, el terreno   en el lugar denominado Laima Chuma de la Villa 22 de Diciembre  de Llallagua, propiedad de Emilio Rocha y Gladys Olivio de Rocha, fue “transferido en calidad de venta real, enajenación perpetua y definitiva a favor del Obispado de Potosí, representado por el obispo auxiliar de Potosí, filial Uncía, Toribio Porco Ticona”. Así lo establece  la Minuta de Transferencia y Formulario 502  de la Oficina de Derechos Reales de Uncía.

Esa transacción fue ratificada en el Testimonio 462/ 2010 de Rectificación de Superficie, emitido el 28 de enero de 2013. Ese documento, que modifica la superficie del terreno de 1.224  a 1.717,10 metros cuadrados,  fue tramitado por el obispo auxiliar Toribio Porco, quien firma como representante del Obispado de Potosí.

Para entonces, Porco ya se había jubilado como obispo de Coro Coro. En 1992 dejó de ser obispo auxiliar de Potosí, cargo que asumió en 1986.

El terreno en cuestión fue vendido  el 10 de octubre de 2013 mediante una minuta  ante notaría de fe pública.  En ese documento,   Porco Ticona se identifica como “representante del Obispado de Potosí con capacidad jurídica plena”.

La cláusula segunda dice: “Dirá usted señor notario que por así convivir a los intereses  del Obispado de Potosí y representación de dicha institución, doy en calidad de venta y enajenación perpetua  dicho lote de terreno a favor de la señora Leonor RG, en la suma libremente convenida de 8.000 bolivianos, suma de dinero que declaro recibir al momento de la firma del presente documento”. La minuta tiene las firmas del vendedor, de la compradora  y del notario.

El poder legal para realizar la venta, que ya estaba hecha, le llega 19 días después. El 29 de octubre 2013, mediante testimonio 0876/2013, monseñor Ricardo Ernesto Centellas, obispo de la Diócesis de Potosí,  confiere “poder especial y bastante en favor del señor Toribio Porco Ticona”.

El documento  autoriza al obispo ya jubilado  realizar los trámites de saneamiento del lote que sean necesarios. “Asimismo, le otorga poder para administrar, transferir, vender, permutar, enajenar al mejor postor y/o transferirse a sí mismo en el precio que vea conveniente el apoderado…”

Terreno para la escuela

De acuerdo a los vecinos de la Villa 22 de Diciembre, la solicitud para que ese terreno, que presumen es eclesial, beneficie a la unidad educativa Martín Cárdenas es anterior a 2010.

En 2013, poco después de la venta del predio a Leonor RG, el entonces alcalde de Llallagua Tomás Quiroz presentó el caso a la Asamblea  Departamental de Potosí y pidió sus buenos oficios para que el predio pase al municipio.

“Remito la documentación sobre el terreno perteneciente según se conoce al Obispado de Potosí y que actualmente se supone que el padre Porco ha transferido a título oneroso a una tercera persona, conociendo que en nuestro municipio necesitamos terrenos para infraestructuras de bien social y no así particular…”, dice la carta remitida por el Alcalde al presidente de la Asamblea Departamental, José Poma, el 4 de diciembre de 2013.

El 22 de diciembre de ese año, el entonces subalcalde del Distrito 22 de Diciembre Felipe Mita presentó ante la Alcaldía de Llallagua una solicitud de documentación de las propiedades del Obispado de Potosí en la zona. “Estos mencionados terrenos deben ser utilizados para un bien común y no particularmente”, recalca la petición.

El 31 de enero de 2014, el presidente de la Asamblea Departamental, a instancia de las autoridades municipales, presentó una solicitud de audiencia  documentada al obispo de Potosí. El motivo, señala la misiva, era “tratar temas inherentes a la Diócesis, y ante todo el derecho propietario de predios de propiedad de la Diócesis ubicados en el lugar denominado Laima Chuma del municipio de Llallagua”.

“Son siete predios”

Según los habitantes de la Villa 22 de Diciembre  hay allí más de un predio  que pertenece al Obispado y es administrado por el obispo emérito Porco. “Son siete terrenos y están en varios sectores de la zona”, comenta un vecino. Pide guardar su identidad en reserva. “No queremos líos. Aquí hay miedo por cómo están las cosas”, explica escueto.

Así están las cosas desde  que apareció la compradora del predio aledaño a la unidad educativa. La señora, dicen los vecinos, “ha venido a reclamar diciendo que tiene derechos por su relación (con el sacerdote). Exige que le demos un documento de apoyo, pero no corresponde”.

“Compran abogados, jueces, Policía y hasta vecinos”, sostiene Rosario, que afronta desde hace un año y medio el proceso según ella “por defender los derechos de su zona”. Pero también  hay reclamos contra esta exdirigente  y hasta una declaratoria de persona non grata en la Villa: “Todo lo ha hecho la otra parte que tiene poder”, lamenta ella.

“Rechazamos y desconocemos a los malos dirigentes que se dan a la tarea de enviar cartas para impedir la aprobación de planos, con la intención de despojar la propiedad con intereses mezquinos y personales”, dice una carta firmada por 18 vecinos, que fue remitida al alcalde de Llallagua el 11 de febrero de 2014.

“Nos referimos a los terrenos del obispo monseñor Toribio Porco Ticona, quien en calidad de propietario vendió para su tratamiento de la enfermedad que padece, cuyo derecho nadie puede negar por tratarse de salud además como comunidad católica damos nuestro apoyo y saldremos en defensa de nuestra autoridad eclesial, en caso de persistir este problema”, añade.

“Puedo vender, no regalar”

El problema persiste como el pedido de los vecinos de la Villa  para que el terreno pase a poder de la unidad educativa. En abril, antes del anuncio de la investidura cardenalicia de Porco Ticona, una comisión llegó a La Paz para reunirse con el sacerdote.

“Frente al requerimiento de los vecinos se hizo la verificación de los propietarios de los terrenos aledaños a la  unidad educativa Martín Cárdenas. Ahí encontramos un predio que estaría a nombre del sacerdote Porco; sin embargo había comentarios de vecinos en sentido de que él  habría adquirido el lote por donación. Entonces, hicimos la visita y conversamos con el padre Toribio, quien nos manifestó que el terreno le correspondería a él, que era de su propiedad, que muchos lo estarían pretendiendo y que no lo iba a dar a nadie. Dijo que él estaría  vendiendo el lote a la señora Leonor”, informa la concejala del municipio de Llallagua, Ana Castillo.

En esa reunión, además de Castillo, participaron el alcalde de Llallagua, Artemio Mamani, el concejal  Boris Viscarra y representantes de la Fejuve del Distrito 22 de Diciembre. “Le manifestamos al padre la necesidad de espacio y  la solicitud de parte de la unidad educativa. Él indicó que iba a pensarlo y que podía vender el terreno, no donarlo, en un precio razonable”, cuenta.

“Para actuar de manera legal pedimos al padre sus documentos de propiedad. Él se negó a hacernos la entrega, ni siquiera nos los quiso mostrar. Nos fuimos, dimos el informe al pleno del Concejo y solicitamos al Alcalde que notifique al propietario para que presente sus documentos. Estamos a la espera de eso para seguir con la investigación del caso”, dice Castillo.

En el ínterin se supo que Porco Ticona sería el nuevo Cardenal. Cabe recalcar que en algunos documentos el obispo omite el apellido Porco. La más reciente declaración de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) se refiere a él como Toribio P. Ticona.

“Si antes tenía poder, ahora imagínese”, dice Rosario P. Se siente defraudada por un sistema judicial que ha sido “totalmente parcializado” contra ella. “Los abogados me piden plata, necesito que me asesoren; pero las puertas sólo se abren para mi demandante. Qué puedo hacer”, lamenta.

El anuncio también sorprendió a los vecinos del distrito minero que no cesan en su pedido: “Las wawas necesitan una mejor  escuela; es para ellos”.

Página Siete intentó, sin éxito, contactarse con la señora Leonor. También buscó la versión del cardenal Toribio Porco Ticona. Esperamos horas en sus oficinas; apelamos a la CEB para lograr una entrevista, aclarando los temas que ésta abarcaría. La respuesta fue que el Cardenal no tenía tiempo, que su agenda estaba llena, que no estaba.

“El padre Toribio nos manifestó que el terreno era de su propiedad, que muchos lo estarían pretendiendo y que no lo iba a dar a nadie”.

Ana Castillo,  concejala

“En los años 80 he conocido al padre Porco; él me ha dicho que en la zona había un terreno de la Iglesia, que había que cuidar”.

Rosario P., vecina

“La señora ha venido  diciendo que tiene derechos por su relación. Exige que le demos apoyo; pero no corresponde”.

Vecino Villa 22 de Diciembre

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