El Cardenal Cláudio Hummes siente que está cerca de completar un proyecto concebido hace muchos años y llevado adelante tenazmente: el proyecto de obtener permiso del Vaticano para ordenar ad experimentum hombres casados de cierta edad (en una hipótesis, más de 50 años) para compensar la falta de sacerdotes en el centro de la remota selva amazónica. Fue su idea cuando llegó a Roma como prefecto de la Congregación para el Clero– nunca se rindió– y la ha visto convertirse en una posibilidad real después de la elección del pontífice para quien arregló y preparó el camino tan hábilmente.
Este asunto será discutido por el Sínodo para la Amazonía, que tendrá lugar en Roma el próximo 6 al 27 de octubre. Ya se trata de un importante signo de favor: el hecho de que este sínodo «local» esté discutiendo este asunto, a pesar de que la Amazonía incluye varios países. El hecho de que la discusión tendrá lugar en Roma demuestra la importancia ejemplar que se le atribuye. Y, en efecto, ya en otras zonas del mundo como Alemania hay obispos que proponen poder ordenar a los llamados viri probati para suplir la falta de ordenaciones sacerdotales.
El sínodo tendrá como tema “Amazonía: nuevos caminos para la iglesia y para una ecología integral”. El objetivo principal indicado por el Papa para el sínodo es “encontrar nuevos caminos para la evangelización y para esa porción del pueblo de Dios, en particular, las personas indígenas, a menudo olvidadas y sin la perspectiva de un futuro sereno, también debido a la crisis de la selva amazónica, un pulmón de importancia fundamental para nuestro planeta».
Los participantes serán elegidos en las distintas regiones del mundo para confirmar de esta manera que todos los obispos participan en comunión jerárquica en el evento. El Pan-Amazonas está compuesto por nueve países: Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela, Suriname, Guyana y Guayana Francesa. Es una región habitada por 34 millones de personas, una importante fuente de oxígeno para todo el planeta. El veinte por ciento del agua dulce del mundo que no está congelada se encuentra allí.
El cardenal Cláudio Hummes declaró en una entrevista con la revista Estadao, “Alrededor del 70% de la comunidad [de la Amazonía] no recibe los Sacramentos de la Eucaristía, la Penitencia y la Unción de los Enfermos debido a la falta de sacerdotes”. Hummes, ya jubilado por algún tiempo, es el jefe del comité sobre el Amazonas para la Conferencia Episcopal de Brasil. La solución que se propone es los viri probati y, oficialmente, el cardenal Hummes está jugando la baza y diciendo que la decisión final será la del Papa Bergoglio. El sínodo es una asamblea consultiva, y los obispos, una vez que hayan votado en base a las conclusiones, presentarán sus recomendaciones como consejeros para el Papa, quien decidirá, si lo desea, publicar un documento final.
«El Papa», dice Hummes, «habla de nuevos caminos. En esta búsqueda de nuevos caminos, está la discusión sobre los ministros. Actualmente la Iglesia no tiene un número suficiente de sacerdotes para la comunidad. Carecen de sacerdotes. Es el sacerdote quien celebra la Misa, escucha confesiones y da la Unción de los Enfermos».
A la pregunta de si es posible que se permita la ordenación de los laicos casados, el cardenal respondió: “Es el sínodo es el que dirá sí o no. Pero a partir de lo que se ha visto durante la preparación hasta ahora, será necesario discutir esta cuestión de la necesidad de ministros en la Iglesia de la Amazonía de una manera particular. La discusión no significa que sería para todo el mundo, sino para esta situación de extrema necesidad”.
No es difícil suponer que, desde una situación de extrema necesidad en un continente o una región en particular, será posible pasar a una situación de extrema necesidad o escasez en otro lugar – no ya en el bosque lluvioso, sino en las selvas del secularismo occidental. Y, el entrevistador preguntó, hablando de la posibilidad de un sacerdocio o diaconado femenino, ¿se aplicarán los mismos criterios a las mujeres? Hummes respondió: «Eso es mucho más distante», lo que implica que, en contraste, una decisión favorable para los viri probati es mucho más probable y más cercana.
Marco Tosatti
(Artículo original. Traducido por María Fernanda Benítez)