Francisco Franco, Caudillo por la Gracia de Dios

“Franco era “católico práctico de toda la vida”. Así lo veía el Cardenal Isidro Gomá, Primado de la Iglesia Española, cuando le habló de él por primera vez al Secretario de Estado del Vaticano, el Cardenal Eugenio Pacelli, futuro Pío XII, el 24 de octubre de 1936”. (Antes de esa fecha) Gomá le envió un telegrama de felicitación por su elección (como Jefe del Estado) y Franco le contestó que, al asumir esa Jefatura, “con todas sus responsabilidades, no podía recibir mejor auxilio que la bendición de Vuestra Eminencia”. «Rece«, ruegue a Dios en sus oraciones, para que me ilumine y dé fuerzas bastantes para la ímproba tarea de crear una nueva España”.[1]

La izquierda publicaba estas palabras hace tres años, queriendo invertir el sentido del texto para incardinarlo en la “Memoria” de la revancha socialista. Pero la Verdad acaba flotando sobre la “Ley de Mentira Histórica”, porque es un atributo divino y, por tanto, indestructible.

En consonancia con el Cardenal Gomá, el Obispo de Salamanca, Msr. Enrique Plá y Deniel (catalán) en la Carta Pastoral, Las dos ciudades (30/9/1936), decía: “La actual lucha que convierte a España en espectáculo para el Mundo entero, reviste, sí, la forma externa de una guerra civil; pero en realidad es una Cruzada.”

Cierto es lo que decían el Cardenal y el Obispo; y así lo rubricó Pío XII en 1953 cuando otorgó al Generalísimo la máxima condecoración de la Iglesia: la Suprema Orden de Cristo. Dijo entonces el Papa: “Hemos visto a Cristo triunfar en la escuela, resurgir la Iglesia de las ruinas abrasadas y penetrar el Espíritu Cristiano en las Leyes, en las instituciones y en todas las manifestaciones, otra vez en nuestra Historia”. Y cuando algunos fueron a hablar mal de Franco ante Juan XXIII, les contestó: “Franco da leyes inspiradas en católico y ayuda a la Iglesia y es buen católico”. Siendo cardenal, aplaudió la idea del Valle de los Caídos concebida por Franco y, elegido Papa, concedió a la Basílica un Lignum Crucis y la Indulgencia plenaria para los que allí asisten a los oficios del Viernes  Santo[2].

Para que esto no cayera en el olvido, el Vaticano reconoció ese carácter de Cruzada, hablando de Memoria Histórica seis años antes que el señor Zapatero: “En la zona republicana se desencadenó la mayor persecución religiosa conocida en la Historia desde los tiempos del Imperio Romano, superior incluso a la Revolución Francesa. Fue un trienio trágico y glorioso a la vez, el de 1936 a 1939, que se debe recordar fielmente para que no se pierda la Memoria Histórica[3] .

No comenzó la religiosidad de Franco en 1939 para aprovecharse de la Iglesia, como quiere el nuevo Frente Popular, sino que la recibió en el seno materno. Digamos sólo que “En 1.910 y ya en su primer destino en el regimiento nº 8 del Ferrol, se inscribió en la Adoración Nocturna como adorador activo y fue vocal de su Junta Directiva. Consta que en tiempo de la Segunda República y siendo Capitán General de Baleares, acostumbraba a hacer Adoración nocturna en Palma de Mallorca, en un turno formado por militares”.[4] ¿Sería extraño que Franco consagrara España a Jesús Sacramentado en el XXXV Congreso Eucarístico I. de Barcelona en 1952? ¿O la Consagración al Inmaculado Corazón de María, en el Pilar de Zaragoza (12/10/1954)?

Por cierto, y en otro orden de cosas, Franco se mostró muy generoso con el Barça cuando estuvo al borde de la quiebra, por lo que le otorgaron la medalla de oro del Club en dos ocasiones (1971 y 74); ignoramos si fue de buena gana o por el amor a la peseta.

ASISTENCIA EXTRAORDINARIA DEL CIELO.- Como en otros momentos de la Historia (Covadonga, Navas de Tolosa, Lepanto…) el Cielo asistió al Líder de la Cruzada, y no podemos ocultarlo. El Instrumento fue la Madre Remedios del Stmo. Sacramento, Fundadora de las Hermanas de Jesús Paciente, en el siglo Ramona Llimargas, “La Catalana”. Ella visitó a Franco en bilocación en numerosas ocasiones, durante y después de la Guerra; y hubo sobrados testigos de ello. La primera vez, al verla, el Caudillo le pidió que rezara el Ave María, a lo que ella respondió: “Tres rezaré si lo quiere”. A finales del 36 le visitó en su Cuartel General de Salamanca. Ella animaba a Franco a que rezara el Rosario y acudiera al frente de batalla sin miedo. Pero no vamos a extendernos en este punto. Añadamos sólo que Ramona asesoró a Franco antes de la cita con Hitler en Hendaya (23-10-40); en esta ocasión comentaba ella a una confidente en Barcelona: “Pobre de él si entra en la Guerra. Bien sabe lo que le ocurriría”; y cuando  le advirtió que tuviera cuidado con algunas personas que le rodeaban en el Gobierno, porque eran masones; el Caudillo le contestó: “Ruegue a Dios que me saque de este infierno”.[5]

ODIO DE LA IZQUIERDA ACTUAL.- La izquierda hoy en el poder, no valora el que Franco no se levantó contra la República como sistema político, sino contra la Anarquía que había hecho de la República una camada de serpientes. Entre sus planes estaba la destrucción de la Iglesia en España (y se ve que también el saqueo de los bancos). Lo reconocía un líder anarquista por radio en enero de 1937: Los militares se nos adelantaron[6]. ¿En qué capítulo de la Declaración Universal de Derechos Humanos, o en qué filosofía democrática se justifica objetivo tan inhumano? ¿Acaso en el Nazismo, Comunismo, Yihadismo, que se creen superiores y con derecho al exterminio de los otros? Pero hagamos memoria:

La violencia contra la Iglesia fue avivándose desde las elecciones de 1931, con la quema de iglesias promovida por turbas anarquistas, socialistas y comunistas, con anuencia del masón Azaña, que no hizo nada para impedirlo, pues según él: “Todos los conventos de España no valen la vida de un republicano” (11/5/31). Ya entonces Largo Caballero (Ministro de Trabajo, PSOE), “el Lenin español” para sus correligionarios, ante la posibilidad de disolución de las Cortes por falta de mayorías, amenazaba con “ir a una guerra civil”[7]. De nuevo repitió la amenaza en la campaña electoral de 1933, si no ganaban los partidos revolucionarios. Las Elecciones dieron el triunfo a la derecha (más de 5 millones de votos frente a 3 de la izquierda), pero los perdedores no lo aceptaron: ERC gritaba “¡En pie de guerra!”, la CNT ocasionaba al menos 89 muertos en varias provincias,…Siguen los intentos de guerra civil mediante la Revolución de Octubre del 34, con huelga general, Independencia de Cataluña (107 muertos), Revolución Socialista de Asturias (2.000 muertos, 34 sacerdotes y religiosos asesinados, templos destruidos,…) Fue un anticipo de lo que desde Moscú tenían planeado para agosto del 36.

Largo Caballero había dejado claro su “talante” en 1934: “No creemos en la democracia como valor absoluto. Tampoco creemos en la libertad” (verano del 34 en Ginebra)[8]. Ahora, ante las elecciones de febrero del 36, calentaba la campaña amenazando una vez más con la Guerra Civil desde Alicante (19/01/36): “Quiero decirles a las derechas que si triunfamos colaboraremos con nuestros aliados; pero si triunfan las derechas…tendremos que ir a la guerra civil declarada. Que no digan que nosotros decimos las cosas por decirlas, que nosotros lo realizamos”.[9] Al día siguiente desde Linares, proclamaba: “la democracia es incompatible con el socialismo”. En Febrero seguía en el mismo tono:“Estamos decididos a hacer en España lo que se ha hecho en Rusia. El plan del socialismo español y del comunismo ruso es el mismo[10]. 

 Las elecciones del 16 de febrero resultaron fraudulentas[11] para justificar el triunfo del Frente Popular. Y continuaron los disturbios revolucionarios. Entre febrero y julio “fueron destruidas o profanadas 411 iglesias y se cometieron cerca de 3.000 atentados graves de carácter político y social…”[12]; hechos que culminan con el asesinato de Calvo Sotelo (12/7/36), planificado ya hacía tres meses, anunciado por La Pasionaria[13] y que fue el detonante de la sublevación militar.

Ustedes marxistas que hoy están en el poder, y que repiten como un mantra el adjetivo dictador hacia Franco, olvidan que sus antepasados políticos se merecieron el calificativo de dictadores y antidemócratas; y aún más. ¿Siguen ustedes teniendo por ídolo a Largo Caballero? No digo que lo saquen de la tumba, pero ¿Qué pinta su estatua en Nuevos Ministerios? ¿No será el momento de purificar la Memoria Histórica y retirar su nombre de las calles españolas por las que transitan quienes creen en la democracia? Y lo mismo cabe para sujetos como Indalecio Prieto, Santiago Carrillo, la Pasionaria,…

Muchos de los milicianos que en el 36 enarbolaban las mismas siglas y banderas que ustedes, seguían el espíritu de Lenin: “El odio es el principio de toda sabiduría y la base de todo movimiento socialista y de su éxito[14]. “La dictadura del proletariado significa, ni más ni menos, que el poder descansa directamente en la violencia, y no está limitado por ninguna ley ni por reglas absolutas”.[15] ¿Les extraña entonces que perpetraran el Holocausto Católico del 36 en España? ¿Ustedes, que no participaron en aquellos crímenes, son incapaces de entender que el General Franco se levantara contra el clima de odio que estaba atenazando a toda la Nación? Por eso tenemos que hacerles algunas preguntas:

¿Cuándo van a pedir perdón a la Iglesia por las matanzas que sus antepasados llevaron a cabo –con un sadismo propio de la Yihad islámica- contra sacerdotes, frailes, monjas, obispos, y ciudadanos (incluso niños), sin más delito que ser católicos o tener distinta opinión política? ¿Qué fábricas de armas había en los miles de templos destruidos? Nada más que los Sacramentos que enseñar a amar hasta los enemigos. ¿Qué armas les molestaban de sacerdotes, monjas, seminaristas,…?  Sin duda que los crucifijos, que son el mayor símbolo del Amor que ha tenido la Historia humana. Y eso molesta a los que viven del odio y para el odio. ¿Todavía llevan esa inquina en la sangre? Sus antepasados fueron instrumentos del Dragón Rojo, cuyo objetivo viene detallado en el Apocalipsis: “Hacer la Guerra …a los que guardan los Mandamientos de Dios y mantienen el Testimonio de Jesús” (Ap 12,17).

Fueron crímenes de lesa humanidad. ¿Pero qué ocurre? ¿Esos crímenes no cuentan para ustedes? ¿No les importan las familias de las víctimas de aquella represión que detuvo Franco? Son ustedes bizcos a la hora de estudiar Historia; sólo ven con el ojo izquierdo. ¡Qué pena! ¿Cuándo van a pedir perdón a España por haber querido convertirla en un satélite de Moscú? ¿Cuándo a la cultura mundial por haber quemado y destrozado bibliotecas, archivos históricos, obras de arte…? En Cataluña, tuvo su protagonismo el masón Companys (ERC), responsable de más de 9.000 asesinatos, incluida  la purga de  su propio partido. Empleó torturas concebibles sólo en una mente luciferina (el depósito, la banderilla, el empetao, la ratonera, echar a los cerdos,..)[16] ¿Cómo es posible que este genocida tenga 265 calles dedicadas en Cataluña? ¿Por qué no sustituir su nombre por los que murieron perdonando a sus verdugos?

Tan amantes ustedes de la Historia ¿Por qué no gestionan la devolución del Oro llevado a Moscú, por el decreto (14/9/36) que ordenaba desvalijar el Banco de España, firmado por Azaña y el Ministro de Economía J. Negrín (PSOE)”? Quizás consideran que fue a buen lugar, si dan por bueno el espíritu que movía a Santiago Carrillo: “Éramos como una iglesia. Teníamos un Papa (Stalin), nuestra propia Roma o Meca (Moscú), habíamos aceptado la infalibilidad de Stalin y el Comité Central del PCUS,…”[17]

Franco levantó el Valle de los Caídos, para enterrar el odio y levantar la Cruz del perdón y la Reconciliación; publicó 13 indultos hasta 1973; el primero, “Indulto político total por delitos de rebelión militar cometidos hasta el 1 de abril de 1939” (9/10/45). Jóvenes políticos del nuevo Frente Popular ¿Por qué quieren desenterrar el hacha de guerra con la obsesión de vencer a los muertos que liberaron España de la tiranía rusa? Indalecio Prieto (Exministro, PSOE) pidió perdón por haber impulsado la Revolución de octubre del 34: «Me declaro culpable ante mi conciencia, ante el Partido Socialista y ante España entera, de mi participación en aquel movimiento revolucionario. Lo declaro, como culpa, como pecado, no como gloria”(Méjico, 1/5/1942). Aquellas palabras no fueron sinceras, dada su responsabilidad en quedarse con parte del tesoro expoliado en España, llevado a Méjico en el yate Vita (marzo del 39), y administrado por él sin dar cuentas a nadie y sin compartir con los exiliados. Pero los socialistas de hoy hacen alarde de “honradez”. Por favor, den muestras de ella.

LLAMADA A LOS OBISPOS.- Estimados obispos españoles, Franco detuvo la Sangría, el Holocausto Católico perpetrado por el Frente Popular. No mataron a más consagrados porque se escondieron  o huyeron. Y en estos momentos en los que es sometido a un juicio inicuo, ustedes miran para otro lado; dicen: “No le conozco” (Mt 26,72). Desde el Cielo él les pregunta; ¿Qué más podría haber hecho por la Viña del Señor (España)? (Is 5,4). De aquellos mártires, incluidos 13 obispos, la Iglesia ya ha beatificado a 1.875, 11 de ellos canonizados. Y cabe preguntarles: ¿Entre los 117 obispos actuales en España no habrá 13 que hablen claro y muestren su disgusto, y convoquen a la oración y al ayuno ante la prevista profanación del Valle? ¿Por qué ese uniformismo en el silencio encubridor, en la no condena, que tiene todo el aspecto de cobardía e ingratitud hacia quien más ha hecho por la Iglesia Española en el siglo XX?  Cristo pidió “Que todos sean uno” pero en la Verdad, que es esencia Divina: “Como Tú Padre en Mí y Yo en Ti” (Jn 17,21); porque Él vino a dividir, a separar (Mt 10,35) las uniones impuras, como son el intento de hermanar la Verdad con la herejía; vino a separar con la Espada de la Verdad a las familias, aunque sean de obispos: “Extirpad el mal de entre vosotros mismos” (1Cor, 9,13).

Recordemos algunas palabras de su Testamento:  “(…)En el Nombre de Cristo me honro, y ha sido mi voluntad constante ser hijo fiel de la Iglesia, en cuyo seno voy a morir. Pido perdón a todos, como de todo corazón perdono a cuantos se declararon mis enemigos,…No olvidéis que los enemigos de España y de la Civilización Cristiana están alerta (…)Mantened la unidad de las tierras de España, exaltando la rica multiplicidad de sus regiones como fuente de la fortaleza de la unidad de la Patria. Quisiera, en mi último momento, unir los nombres de Dios y de España y abrazaros a todos para gritar juntos, por última vez, en los umbrales de mi muerte, «¡Arriba España! ¡Viva España!» 

Creo que con lo expuesto es fácil de entender que Francisco Franco, al capitanear lo que la Iglesia consideró una Cruzada, fue, al mismo tiempo que de España, “Caudillo” de la Iglesia.

Alejandro Jiménez Alonso

[1] Elpaís.com. (13/3/2015)

[2] Luis Suárez, “Franco y la Iglesia”, cita de P.Fdz Barbadillo en “Eternamente Franco”, pg. 283.

[3] Osservatore Romano, 9/3/2001, pg. 13 ed. Española.

[4] Adelantelafe.com (20/11/15)

[5]Ramona María del Remedio Llimargas Soler”, del P. Pedro Fdz. Rz. O.P., Julio 2001, .10.

[6] Carta Colectiva de los Obispos Españoles,  a los Hermanos (Obispos) de todo el Mundo, 1 de julio de 1937. Un documento imprescindible para la Verdadera Memoria Histórica.

[7] El Debate, 24-11-31, Madrid

[8] M. Martínez Aguiar, ¿a dónde va el Estado español?, Madrid, p.135.

[9] El Liberal, de Bilbao, 20 de enero de 1936.

[10] El Socialista, 9 de febrero de 1936.

[11] V. “1936, Fraude y violencia en las elecciones del Frente Popular”, de M.Álvarez Tardío y Roberto Villa.  

[12] V. cita 5

[13] «Has hablado por última vez» le dijo según J. Tarradellas (entrev. de Pilar Urbano); Época, nº 33; p. 26.

[14] Lenin. Obras escogidas. Moscú, 1948, II, pg 773.

[15] Lenin. Colección de obras. Viena, Berlín, Moscú, 1932. T.XV, pg. 436

[16]Los (des)controlados de Companys”, de Javier Barraycoa

[17] Historia del PCE en Andalucía, de Antonio Ramírez Navarro, pg. 125

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