Se ha convertido en un asunto de caluroso debate: ¿renunció de forma válida Benedicto XVI al papado? Un artículo que publicamos a finales del año pasado sobre el tema del llamado “benevacantismo” tuvo más de 900 comentarios. A lo largo de las secciones católicas de los medios de comunicación, esta cuestión se ve discutida, a veces acaloradamente, de forma regular.
Hoy tres altos prelados ofrecen su opinión sobre el asunto en un extenso artículo de LifeSiteNews. El primero y más significativo de ellos es el prefecto de la Casa Pontificia y secretario personal del papa Benedicto, el arzobispo Georg Gänswein, que dice en una nueva entrevista que “sólo hay un papa legítimamente elegido y titular del papado, y ese es Francisco”.
Desde luego, fue Gänswein el que posiblemente hizo más para crear la confusión sobre la renuncia de Benedicto cuando dijo lo que sigue en una charla de 2016:
“Desde la elección de su sucesor, el papa Francisco en marzo de 2013, ya no hay dos papas, sino de facto un ministerio ampliado con un miembro activo y otro contemplativo. Por esta razón, Benedicto no ha renunciado ni a su nombre ni a su sotana blanca. Por esta razón, el título correcto con el que debemos referirnos a él es todavía “Su Santidad”.
Más aún, no se ha retirado a un monasterio aislado, sino que [se ha retirado] dentro del Vaticano, como si simplemente se hubiera hecho a un lado para dejar sitio a su sucesor y para un nuevo escenario en la historia del papado que él, con ese paso, ha enriquecido con la centralidad de la oración y de la compasión colocadas en los jardines vaticanos”.
Una semana después, el periodista católico alemán Paul Badde mantuvo una entrevista con Gänswein. Preguntado sobre sus comentarios sobre un “ministerio ampliado” del papado, respondió:
“Es obvio– para dejarlo claro porque he visto en algunas de las reacciones cómo la gente ha insinuado cosas que nunca dije. Por supuesto, el papa Francisco es el papa legítimamente elegido y el papa legítimo. Es decir, no hay dos papas, uno legítimo y otro ilegítimo, eso simplemente no es correcto. Y yo simplemente dije -y es también lo que dice el papa Benedicto- que él, después de todo, todavía está presente con sus oraciones, con sus sacrificios, en el “Recinto”[1] de san Pedro
y que, a través de esas oraciones, a través de esos sacrificios, vendrá un fruto espiritual para sus sucesores y para la Iglesia. Eso es lo que quise decir, y ahora durante tres años hemos tenido dos papas y tengo la impresión de que la realidad que percibo queda tratada por lo que he dicho.
[…]
… está muy claro, la Plena Potestas, la Plenitudo Potestatis [poder total, autoridad encarnada] está en las manos del papa Francisco. Él es el hombre que tiene ahora la sucesión de Pedro. Y así no queda ninguna dificultad, como también he dicho. Ellos dos tampoco están en una relación competitiva. Ahí es donde ha de hacerse uso del sentido común, así como de la fe y de un poco de teología. De ese modo no se tiene ninguna dificultad para entender correctamente [sic] lo que he dicho [y añade énfasis].”
No obstante sus intentos de aclaración, Gänswein sin embargo admitió que veía el papado con un papel activo y otro contemplativo, lo que dejó a muchísima gente confundida sobre lo que tal idea podría significar.
En sus comentarios de hoy, Gänswein protesta que “ya he aclarado el malentendido varias veces”. Sigue quejándose de que “no tiene ningún sentido; no, aún más: es contraproducente insistir en este malentendido y citarme una y otra vez. Es absurdo y lleva a hacerse daño a uno mismo [Selbstzerfleischung]. He dicho claramente que hay un solo papa, uno legítimamente elegido y un solo titular, y ese es Francisco. Amén”.
Esta firme negación de cualquier creencia en un “papado bifurcado” repite opiniones que OnePeterFive conoció por círculos cercanos a Gänswein hace unos meses, después de que se advirtiera al arzobispo de cómo se estaba intensificando el debate sobre este asunto en los medios católicos online. En ese momento, el prefecto de la Casa Pontificia, aparentemente por consejo de otros medios del aparato de comunicación del Vaticano, declinó hacer una declaración pública sobre sus comentarios. Es imposible decir con certeza si los recientes cambios de personal de alto nivel en ese dicasterio que tuvieron lugar en enero le han llevado a la decisión de hablar públicamente ahora.
El artículo de LifeSite examina algunos de los argumentos en contra de la aserción de que la abdicación papal fue válida, tal la disputa sobre una renuncia del ministerio del Papado pero no del munus u oficio.
“Un teólogo que habló con LifeSite, en condición de anonimato, argumentó que los defensores de esta opinión necesitan mostrar que el papa Benedicto entendió el munus y el ministerium como referidos a dos realidades diferentes. “Si se piensa que ministerium significa sólo actos de enseñanza y gobierno, parecería ciertamente que es diferente del munus, que normalmente designa un oficio, es decir, una especie de estado”, dijo.
“Pero ministerium no tiene porqué significar actos”, explicó. “El primer significado dado a este término en el diccionario de latín (diccionario Lewis and Short) es “oficio”. Yo diría que su significado básico es “un oficio por razón del cual uno debe realizar actos para ayudar a otros”.
El teólogo señaló más adelante que munus no solamente significa un estado. “Según el diccionario de latín, también puede referirse al desempeño de un deber”, dijo. “En este sentido lo usó Cicerón y no hay ningún escritor de prosa latina con más autoridad que él”.
El cardenal Walter Brandmüller, que dirigió el Comité Pontificio para las Ciencias Históricas y más conocido recientemente como uno de los cuatro cardinales de los Dubbia, también intervino con fuerza. Brandmüller -que escribió una carta a Benedicto sobre la naturaleza de su renuncia y recibió una respuesta más bien insolente del anterior pontífice- no se anda por las ramas: “la renuncia fue válida y la elección fue válida”, dijo a LifeSiteNews. “Suficiente”.
También ofreció un recordatorio: que cuando se trata de actos jurídicos, “siempre ha de tenerse en cuenta que la ley habla de actos verificables, no de pensamientos”.
Algunas de las objeciones más comunes a la validez de la abdicación de Benedicto se extraen de lecturas de derecho canónico. Este enfoque es cuestionable, en tanto que los papas no están sujetos al derecho canónico y tienen el poder de abrogarlo, pero resulta de lo más interesante oír los pensamientos del cardenal Raymond Burke, antiguo prefecto de la Signatura Apostólica -el tribunal supremo canónico de la Iglesia-, considerado por muchos uno de los más sobresalientes expertos del mundo en la materia. En comentarios a LifeSite, Burke sonaba cauteloso al principio, diciendo de la abdicación de Benedicto que cree que “sería difícil decir que no es válida”. Pero, refiriéndose a uno de los puntos principales de la contienda, también dijo que “parece claro que [Benedicto] usa de forma intercambiable munus y ministerium. No parece que haga una distinción entre los dos”. Y más adelante:
“En cuanto a la última audiencia general de los miércoles de Benedicto, dijo que, mientras lo encuentra “perturbador”, no cree que los comentarios de “siempre y para siempre” de Benedicto constituyan un error sustancial (según los cánones 188 y 126) en lo que se refiere a su abdicación “porque está claro en la declaración que estaba renunciando al munus”.
“Podemos decir que son nociones confundidas”, dijo, “pero no creo que se pueda decir que redunden en una no abdicación del oficio petrino”.
“Ahí es donde entra el dictum de internis non iudicat praetor”, explicó haciéndose eco del cardenal Brandmüller. “La Iglesia quedaría completamente desestabilizada si no pudiéramos depender de ciertos actos jurídicos que tienen efectos”.
“Sea lo que sea lo que en teoría hubiera pensado del Papado, la realidad es la que está expresada en la disciplina de la Iglesia. Retiró su voluntad de ser el vicario de Cristo en la tierra y, por tanto, dejó de ser el vicario de Cristo en la tierra”, explicó el antiguo jefe del más alto tribunal vaticano.
“Abdicó de todas las responsabilidades que definen el Papado (cf. Pastor Aeternus) y, en consecuencia, abdicó del Papado”.
El cardenal Burke tildó este concepto de que el Papado podría ser bifurcado o expandido de «fantasía».
“El oficio ha de transmitirse a una persona física”, dijo.
Aunque es seguro que el debate sobre este tema continuará, es importante recordar otra vez las palabras del papa emérito sobre la cuestión:
“No hay absolutamente ninguna duda en cuanto a la validez de mi dimisión del ministerio petrino. La única condición para la validez de mi dimisión es la completa libertad de mi decisión. Las especulaciones referentes a su validez son simplemente absurdas”
A menudo el comentario sobre el estado presente de la Iglesia es que se ha hecho muy difícil para muchos creer sus palabras. Recomendamos fervientemente que lean el artículo entero de LifeSite aquí.
Steve Skojec
(Traducido por Natalia Martín. Artículo original)
[1] En italiano en el original