¿Rezamos por el fin de la pandemia? Claro que sí, pero: ¿rezamos por el inicio de nuestra conversión?…; si no somos capaces de examinar nuestra conciencia personal, colectiva y eclesial…si no reconocemos los gravitamos pecados que, sobre todo desde hace 50 años, cometemos contra la presencia real de Cristo en la Eucaristía y contra la misma enseñanza de nuestro Redentor…, entonces no obtendremos fruto espiritual de esta dura prueba que Dios permite para exhortar nuestras almas al arrepentimiento y enmienda de nuestras vidas. Hoy y mañana reflexionemos sobre esto.