El amor de Dios es el que se comunica al hombre, para que el amor humano sea una participación de ese amor divino y eterno del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, de ese amor por el cual la Santísima Trinidad nos crea, nos redime y nos santifica.
El amor de Dios es el que se comunica al hombre, para que el amor humano sea una participación de ese amor divino y eterno del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, de ese amor por el cual la Santísima Trinidad nos crea, nos redime y nos santifica.