Este impresionante milagro eucarístico ocurrió en Betania, Venezuela, el 8 de diciembre de 1991 (Fiesta de la Inmaculada Concepción) durante la celebración de la Santa Misa a medianoche. El celebrante, el padre Aristizabal, capellán de Betania, al terminar la Consagración partió la Ostia en cuatro partes, tomó una y colocó el resto en la patena en el altar. Cuando miró hacia abajo se sorprendió porque vio una sustancia roja saliendo de ella que descripción como supurando de una herida. Tras ello colocó la Hostia en un Cáliz y la puso en el Tabernáculo hasta las 6 AM de la mañana siguiente. Cuando volvió a verla seguía aún sangrando y la colocó en una custodia y la enseño a la gente en la Misa. Los testigos vieron la Hostia sangrando y la acumulación de sangre en la parte inferior de la custodia. Algunos lo grabaron con sus cámaras. Se avisó al Obispo de Los Teques sobre este hecho y envió la Ostia a Caracas a analizar, desde donde le informaron que la sustancia roja era sangre humana. Posteriormente la Ostia fue llevada al Convento de las Monjas Agustinas de Los Teques para su custodia, adoración y visita por los peregrinos.
En la impresionante grabación se ve como la Ostia tiene un corazón latiendo y vuelve a su normalidad. El autor de la grabación quedó tan impresionado que hizo una web para difundir el hecho, donde se pueden encontrar detalles más extensos sobre el suceso y la grabación http://dsanford.com/miraclehost.html