La actual retórica papal contra los »fundamentalistas» puede ayudar a preparar el camino hacia la persecución activa

Nota del editor: esta es la parte 3 de una serie que examina el papado del Papa Francisco durante los últimos tres años.

Es uno de los puntos más frecuentemente hablados por el Papa Francisco. Es sin duda parte de su atractivo para los medios de comunicación de masas y al mismo tiempo una de las cosas que más dañan a aquellos dentro de la Iglesia para los que la fe lo significa todo.

Estoy hablando de la manifiesta proclividad del Papa hacia las severas reprimendas a los fieles apegados a la Fe Católica: “obsesionados”, “doctores de la Ley”, “neopelagianos”, “centrados en sí mismos”. “restauracionistas”, “fundamentalistas”, “rígidos”, “ideologizados”,  “hipócritas”, etc. etc.

Los efectos de este demasiado frecuente fuego de cobertura procedente de los labios del mismísimo  Pontífice son potencialmente mortales. Confirman los prejuicios del mundo contra los cristianos fieles, prejuicios conformados por la imagen que dan de ellos los medios de comunicación de masas tachándolos  de hipócritas o de algo peor. Además, permite la categorización de estos cristianos fieles con los fundamentalistas radicales islámicos que deben ser eliminados para asegurar la seguridad pública.

¿Quién puede culpar a los mass-media por estas comparaciones cuando el mismo Papa las ha realizado? “El fundamentalismo es una enfermedad que encontramos en todas las religiones”, dijo el Papa en Noviembre cuando volaba de vuelta desde África.”Entre los Católicos hay muchos, no unos cuantos, que creen estar en posesión de la Verdad Absoluta, añadió. “Se mueven dañando a otros con injurias y difamación, y hacen mucho daño… esto debe de ser combatido”.

Dada la extraordinaria cantidad de tiempo que emplea condenandolos, sería poco serio sugerir que el Papa solo está hablando del reducidísimo número de Católicos practicantes que tienen una enfermiza inclinación puritana.

Se ha admitido abiertamente por autoridades Vaticanas la existencia de un grupo extremadamente liberal conocido como “la Mafia de St. Gallen” que estaba detrás de la elección del cardenal Bergoglio. Pero incluso si el P. Francisco tiene una disputa ideológica con Cardenales conservadores como el Cardenal Raymond Burke, sus insistentes críticas públicas contra los católicos que  se mantienen en la “verdad absoluta”, constituye un grave peligro potencial para los fieles.

Además del hecho de que afirmaciones del género reseñado contradicen las de sus predecesores (ver el final de este artículo), estas representan un grave peligro por cuanto  autoridades seculares están muy deseosas de aplastar la libertad religiosa de los Cristianos con la excusa de poner fuera de juego peligrosos fundamentalistas. Siguiendo  las mismas palabras del Papa pueden equiparar a los católicos que se mantienen fieles a todas las enseñanzas de la Iglesia con los fundamentalistas Islámicos o Hinduistas que utilizan la violencia y la tortura como medios de conquista.

Recordemos las heladoras palabras del profesor de Princeton Robert George en su famoso manifiesto “Basta de Catolicismo confortable”. Señaló que el mundo no tiene animosidad contra un Católico nominal que solo va a Misa, pero que es muy diferente cuando se trata de uno que “de hecho cree aquello que la Iglesia enseña sobre temas como el matrimonio, la moral sexual y la santidad de la vida humana.”

Dijo que todavía se puede ser hoy un Católico “con seguridad” o “confortable” “si uno de hecho cree en esas enseñanzas pero está dispuesto a permanecer en completo silencio respecto a las mismas”. El Profesor George avisó, sin embargo, que esperan severas consecuencias a aquellos que no se plieguen a la presión:” Ser un testigo del Evangelio hoy día es marcarse a uno mismo como hombre o mujer”, dijo en sus propias palabras.

Es exactamente esta distinción – entre católicos nominales o católicos fieles – la que el mundo deduce del constante arengar sobre los católicos “fundamentalistas” en contraposición a los otros. La frecuencia es tal que resulta más allá del objeto de este artículo el señalar todas las ocasiones en que se ha producido durante los últimos tres años de pontificado. Estas pocas deberían servir de ejemplo:

  • De  la entrevista  concedida el 19 de 2013 a la Revista Jesuita: “Si el Cristiano es un “restauracionista”, un legalista, si quiere todo claro y seguro, entonces no encontrará nada… Aquellos que siempre buscan soluciones disciplinarias, aquellos que anhelan una exagerada “seguridad” doctrinal, aquellos que obstinadamente intentan recuperar un pasado que ya no existe-tienen una visión estática y auto centrada. De esta forma, la fe se torna en una ideología más.”
  • Exhortación Apostólica ”Evangelii Gaudium” (La Alegría del Evangelio) publicada el 26 de Noviembre de 2013:”Una supuestamente ortodoxa doctrina o disciplina lleva en cambio a un elitismo autoritario y narcisista, por el que en lugar de evangelizar, uno analiza y clasifica a los demás, y en vez de abrir puertas a la gracias, lleva a que uno agote sus energías inspeccionando y verificando… Por cuanto está basado en apariencias cuidadosamente cultivadas, no es siempre vinculado con pecado manifiesto; desde fuera todo aparenta ser como debiera. Pero si viniera a infiltrarse dentro de la Iglesia, sería infinitamente más desastroso que cualquier otra mundanidad que es simplemente moral.”
  • Entrevista de Junio de 2014 al diario La Vanguardia, de España: “Las tres religiones, tenemos nuestros grupos fundamentalistas, pequeños en relación al resto. Un grupo fundamentalista, aunque puede no matar a nadie, aunque puede no golpear a nadie, es violento. La estructura mental de los fundamentalismos es violencia en el nombre de Dios.”
  • En su alocución final del Sínodo Extraordinario de la Familia del 19 de Octubre de 2014 habló de “tradicionalistas” con su “inflexibilidad hostil,” y su fallo de no permitirse ser “sorprendidos por Dios.”
  • En su entrevista-libro de Enero de 2015, El Nombre de Dios es Misericordia, El Papa Francisco dice “los estudiosos de la ley” son “la principal oposición a Jesús; le someten a prueba en el nombre de la doctrina.” Y añade, “Este enfoque se repite a lo largo de toda la larga historia de la Iglesia.”
  • En una entrevista de Septiembre de 2015 a Radio Milenio, el Papa Francisco dijo, “Los Fundamentalistas mantienen a Dios apartado de acompañar a su pueblo, desvían sus mentes de Él y lo transforman en una ideología. De este modo, en el nombre de un dios ideológico, matan, atacan, destruyen, injurian. Hablando en sentido práctico, transforman a es Dios en un Baal, un ídolo. …Ninguna religión es inmune a sus propios fundamentalistas. En cada religión habrá un pequeño grupo de fundamentalistas cuyo trabajo es destruir por una idea y no realidad.”
  • En Octubre de 2015, en su alocución de cierre al Sínodo de la Familia, el Papa condenó “los corazones cerrados que frecuentemente se esconden detrás de las enseñanzas de la Iglesia o las buenas intenciones, para sentarse en la Cátedra de Moisés y juzgar, algunas veces con superioridad y superficialidad, casos difíciles y familias heridas.”
  • Homilía papal del 18 de Enero de 2018: “Los cristianos que dicen “esto ha sido siempre hecho de este modo tienen los corazones cerrados a las sorpresas del Espíritu Santo. Son idólatras que nunca llegarán a la plenitud de la Verdad.”
  • El comentario oficial de la radio Vaticana sobre su homilía del 9 de Junio señala: “El Papa Francisco previno el Jueves contra una excesiva rigidez, diciendo aquellos dentro de la Iglesia que nos dicen “o es esto o nada” son herejes y no Católicos.”

Papa Francisco ha reconocido él mismo la creciente “educada” o “refinada persecución” que busca restringir los derechos a la libertad religiosa y a la objeción de conciencia. Lo que el perceptiblemente no ve es que su retórica contra los católicos que él ve como “fundamentalistas” abastece de munición a los enemigos de la Verdad que oprimen a los fieles Católicos, incluso de forma violenta. Recemos urgentemente para que el Papa Francisco recupere su vista.

Citas de documentos de la Iglesia y de sus predecesores que van contra los sentimientos expresados por el Papa Francisco (se recalcan algunos puntos a lo largo de las mismas):

  • San Pablo escribió en la Segunda Carta a los Tesalonicenses 2:15 “Así pues, hermanos, permanecer firmes y guardad las tradiciones, que os hemos enseñado de palabra y por escrito.”
  • El Canon de la Misa en su Forma Extraordinaria, del modo rezado por más de un milenio señalaba que la Misa era ofrecida por la Jerarquía Eclesiástica y por “todos los creyentes ortodoxos de la fe católica y apostólica.”
  • Hablando a los obispos de Latinoamérica en 1979, el Papa S. Juan Pablo II dijo:”Permaneced vigilantes de la pureza de la doctrina, básica para la construcción de la Comunidad Cristiana, es por consiguiente, conjuntamente con la proclamación del Evangelio, obligación principal e insustituible del Pastor, del Maestro de la fe. Con cuánta frecuencia San Pablo enfatizaba esto, convencido como estaba de la importancia del cumplimiento de su obligación (1Tim 1:3; 18-20; 4:11, 16; 2Tim 1:4-14). Por encima y sobre la unidad en el amor, la unidad en la verdad es siempre urgente para nosotros.”
  • En 1984 el Papa S. Juan Pablo II decía a los obispos de Chile: “Nuestra firmeza vendrá de este sólido cimiento, por cuanto la Iglesia hoy, a pesar de todas las dificultades que la circundan, no puede hablar de modo diferente a aquel en que lo hizo Cristo. Por esta razón, la Iglesia, en especial los Pastores, deben estar unidos en torno a la Verdad Absoluta, que es Dios, y proclamarlo en toda su integridad y pureza.”
  • El Papa S. Juan Pablo II escribió en la Encíclica de 1993 “Veritatis Splendor”: Una actitud de esta naturaleza (una que haga de su propia debilidad el criterio para la verdad sobre el bien) corrompe moralmente a la sociedad en su conjunto, por cuanto promueve la duda sobre la objetividad de la ley moral en general y el rechazo del carácter absoluto de las prohibiciones morales sobre actos humanos específicos, y acaba confundiendo todos los juicios sobre valores.”
  • En un discurso en la Basílica Vaticana en vísperas de su elección al papado, el Cardenal Joseph Ratzinger dijo: “Hoy, tener una fe clara basada en el Credo de la Iglesia es frecuentemente etiquetado como fundamentalismo. Por ello el relativismo, esto es, dejarse  ser bamboleado para aquí y para allá, arrastrado por cada viento de doctrina, parece la única actitud que puede tener posibilidades en estos tiempos modernos. Estamos construyendo una dictadura del relativismo que no reconoce nada como definitivo y cuyo objetivo final consiste solo en el propio ego y deseos.”
  • Bajo Benedicto XVI, en 2007, la Congregación para la Doctrina de la Fe enseñó: “Durante un largo tiempo, la razón para la evangelización no ha sido clara para muchos entre los fieles Católicos. Se afirma incluso que la pretensión de haber recibido la plenitud de la revelación de Dios enmascara una actitud de intolerancia y un peligro para la paz.”   

John-Henry Westen

[Traducido por Guillermo Visedo. Artículo original.]

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