La insistencia del Sínodo en el ministerio eclesiástico de la mujer tiene su origen en el paganismo y la idolatría

El 4 de octubre de este año, Voice of the Family, asociación de organizaciones pro vida y profamilia, celebró una mesa redonda en Roma para abordar cuestiones críticas para la Iglesia y para la familia en vísperas del Sínodo de Obispos para la Amazonía. El informe de LifeSiteNews se puede leer aquí. Seguidamente reproducimos el texto completo de la ponencia que pronunció Jeanne Smits de LifeSiteNews.

4 de octubre de 2019 .– (LifeSiteNews) Entre las innovaciones más palmariamente peligrosas  que se van a introducir en Sínodo de la Amazonía está la promoción de alguna forma de   ministerio sagrado para la mujer. Esto se hace patente en el Instrumentum laboris, que dice que la Iglesia deberá «valorar y respetar las identidades culturales», en particular «a través del fortalecimiento de la estructura comunitaria-familiar» de los pueblos amazónicos. Tiene –dice–  que «promover el rol de la mujer reconociendo su papel fundamental en la formación y continuidad de las culturas, en la espiritualidad, en las comunidades y familias. Se exige asumir el rol del liderazgo femenino dentro de la Iglesia».

El documento preparatorio que se publicó el año pasado, hablando del sacerdocio participado  por todo el pueblo de Dios y de Cristo que proclamó el Concilio Vaticano II, expresa que «urge evaluar y repensar los ministerios que hoy son necesarios para responder a los objetivos de una Iglesia con rostro Amazónico y una Iglesia con rostro indígena». Afirmó que, en concreto, «es preciso identificar el tipo de ministerio oficial que puede ser conferido a la mujer, tomando en cuenta el papel central que hoy desempeñan las mujeres en la Iglesia amazónica».

Salta a la vista que, si añadimos viri probati y mujeres como categorías de personas que pueden ejercer funciones ministeriales en la Iglesia, aumenta de forma considerable la cantidad de fieles que podrían desempeñar esos ministerios. Ahora bien, ¿por qué se sirven de la región amazónica para promoverlo? ¿Por falta de sacerdotes? Hay escasez de ellos en muchos lugares. ¿El papel central que desempeñan las mujeres? Pues hoy en día, todos conocemos cuántas funciones parroquiales han sido asumidas por mujeres a ambos lados del Atlántico , y al menos en la Francia rural, ayudantes muy femeninos en la liturgia son la pesadilla de muchos párrocos. No se ve que la Amazonia sea una excepción; entonces, ¿a qué viene que se dé un trato especial a la mujer amazónica?

Es más, no puedo menos que preguntarme por qué se centran en el Amazonas y no en los países occidentales, donde la popularización de la ideología de género y la evolución de la función de la mujer en la sociedad, propiciadas por la ONU, serían argumentos  mucho más eficaces. Al fin y cabo ya existen monaguillas.

La respuesta no les sorprenderá. Aparece de pasada y en una nota a pie de página del documento preparatorio para el Sínodo publicado el año pasado. Dice:

«En el proceso de pensar una Iglesia con rostro amazónico soñamos con los pies puestos en la tierra de nuestros orígenes, y con los ojos abiertos pensamos cómo será esa Iglesia a partir de la vivencia de la diversidad cultural de los pueblos. Los nuevos caminos tendrán una incidencia en los ministerios, la liturgia y la teología (teología india).[4]»

La nota a pie de página se refiere al Simposio de Teología India celebrado por el CELAM en 2017 en Paraguay.

Teología india: aquí está la explicación. Una derivación de la teología de la liberación, muy próxima a la teología del pueblo tan del agrado del papa Francisco, y que se caracteriza por el acento que pone en la tierra y lo comunitario: la Pachamama o Madre Tierra. El elemento femenino es fundamental .

Un dominico progresista de La Tourette(Francia), Alain Durand, explica cómo funciona:  «El hombre y la mujer fueron creados para vivir en armonía, nunca separados. La idea de que hombre y mujer puedan vivir sin relación con una persona del otro sexo es totalmente ajena a la cultura india. En las propias ceremonias litúrgicas es necesario que las mujeres cumplan ciertas funciones. Salta a la vista las dificultades que ello crea para el acceso de los indígenas al sacerdocio.»

De lo que se trata es de hacer la liturgia católica más atractiva desde el punto de vista de la espiritualidad tradicional, que es pagana e inmanentista y lleva marcada de forma indeleble la dualidad sexual. Esto se hace más necesario todavía desde la perspectiva del indio, porque la divinidad primordial de esa cultura es la Madre Tierra que produce la vida. El P. Durand pone de relieve que «en las liturgias que afectan a los pueblos indígenas se puede invocar a Dios por el nombre de Padre-Madre».

«La fe en el Dios Padre-Madre Creador» es precisamente lo que proclama el apartado 121 del Instrumentum laboris  y, como señala acertadamente el P. Durand, este novedoso concepto de Dios equivale a reconocer la función prácticamente divina de la Madre Tierra.

Mujeres que ejerzan como ministros ordenados, aunque no sea directamente en funciones sacerdotales, es algo imprescindible desde la perspectiva de la espiritualidad indígena. Entra en la lógica de la espiritualidad indígena tradicional. Es decir, del paganismo. O, si me apuran, de la idolatría: «Todos los dioses de los gentiles son demonios, pero el Señor ha hecho los cielos», advierte el Salmo 95 en la Vulgata.

Siempre se da una inversion diabólica en las afirmaciones más disparatadas de las religiones falsas. En este caso, se trata de que las mujeres participen activamente como una especie de ministros ordenados en el Santo Sacrificio de la Misa. Vendría a ser algo así como promover que haya mujeres soldados en puestos de combate. Los soldados se dedican a matar a sus enemigos, mientras que los sacerdotes se dedican a inmolar la Víctima Inmaculada y dar la vida juntamente con Él, para que nuestra Madre la Iglesia nos imparta la gracia, o sea, la vida. Hacen partícipes a sus hijos de lo que reciben, y la Iglesia hace lo mismo.

En el Sínodo de la Amazona se debatirá el papel de la mujer en la Iglesia, a pesar de que la Iglesia ya posee la más hermosa de las réplicas a dicho argumento: la Virgen María. Estoy firmemente convencida de que cuando Dios creó el Cosmos –palabra que significa belleza–  creó un hermoso hogar terrenal y una dote para su Hija, Madre y Esposa. Es nuestra Reina, la Reina del universo e incluso de los ángeles, para gran disgusto de Satanás, ya que se ve obligado a someterse a Ella y ser derrotado por una simple mujer; una Madre que puede comunicarnos vida eterna por medio del sacrificio de su amado Hijo.

Nuestro concepto de la mujer se define en estos términos. ¿Qué más podemos pedir?

(Traducido por Bruno de la Inmaculada)

https://www.lifesitenews.com/news/amazon-synods-relentless-push-for-female-ministry-is-rooted-in-paganism-and-idolatry

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