Benedicto XVI no ha hablado o escrito mucho desde Febrero del 2013, con dos notables excepciones este mes reportadas por Rorate aquí y aquí. La carta del 10 de octubre habla de su vida como la de un “monje enclaustrado”.
La semana pasada Benedicto envió unos comentarios, leídos por el Arzobispo Georg Ganswein en la Pontificia Universidad Urbaniana de Roma (traducida [al ingles] por Rorate [Aquí en español]). Vale la pena leer sus palabras respecto al tradicional esfuerzo misionero de la Iglesia el cual compara con el falso ecumenismo promovido “tanto dentro como fuera de la Iglesia” que es “letal para la fe”:
El Señor Resucitado encargó a sus discípulos, y a través de ellos a los discípulos de todos los tiempos, que llevaran su palabra hasta los confines de la tierra y que hicieran a los hombres sus discípulos… ¿Pero todavía sirve? Se preguntan muchos hoy dentro y fuera de la Iglesia ¿de verdad la misión sigue siendo algo de actualidad? ¿No sería más apropiado encontrarse en el diálogo entre las religiones y servir junto las causa de la paz en el mundo? La contra-pregunta es: ¿El diálogo puede sustituir a la misión? Hoy muchos, en efecto, son de la idea de que las religiones deberían respetarse y, en el diálogo entre ellos, hacerse una fuerza común de paz… Esto es, sin embargo, letal para la fe. En efecto, la fe pierde su carácter vinculante y su seriedad si todo se reduce a símbolos en el fondo intercambiables, capaces de posponer solo de lejos al inaccesible misterio divino.
Contrastemos estas palabras con estas otras:
¿Voy a convencer a otro que se haga católico? No, no no! Vas a encontrarlo, es tu hermano, con eso basta. Lo vas a ayudar. Lo demás lo hace Jesús!
¿Acaso alguien se puede extrañar que cada día haya menos personas leyendo a Francisco a través de Benedicto?
PUBLICADO ORIGINALMENTE POR: Kenneth J. Wolfe at 10/27/2014 04:14:00 PM