Lo blandengue dentro de la iglesia

Porque ya está actuando el misterio de la iniquidad; solamente espera hasta que sea quitado de en medio el que ahora lo impide (II Tes 2,7)

Un gran apóstol del siglo XX en las selvas montieleras de Entre Ríos, Argentina, comentaba una anécdota muy gráfica. Entró este cura a un rancho y vio a muchos varoncitos hijos del matrimonio mestizo que vivían de la pesca y del hacha. Entonces, se le ocurrió observar a uno muy plantado de mirada vivaz, y le dijo: -che, vos andarías bien pal Seminario, ¿no te gustaría estudiar pa´cura? Pero rápidamente la mamá interrumpió la posible respuesta del changuito y dijo al misionero: –No pagrecito, ése no porque es inteligente y trabaja bien. Pero llévese est´otro que es medio tonto y delicao.

Así pareciera contestar a la Iglesia estas épocas de progresismo y dulzuras comunicativas. Pareciera que en los últimos sesenta años la iglesia de occidente se ha puesto delicada. Con esos mandatos de ecumenismo que buscan la unión en la paz sin conflicto sin la discusión viril y respetuosa tras la Verdad eterna, y parece que por ello los jóvenes quedaran reducidos en sus hormonas. Discutir es pecado contra la Tolerancia: sos un cerrado, les esputan. Respetar al hermano en su gusto por el barro podrido está por encima de la Obra de Misericordia que manda enseñar al que no sabe y la otra de corregir al que yerra. Por el contrario, estos axiomas violentos y fanáticos son de la Iglesia Gelasiana ya periclitada y prevaticana. Hoy es más importante lo que el hombre quiera.

Y con este mal definido ecumenismo que publicitó Yves Congar descubrimos a la Nouvelle Theologie[1] como otra causa del afeminamiento. Con la Nueva Teología, el teologando no debe ir más por la vía del Primer Mandamiento, sino por el camino del hombre, “el camino de la iglesia es el hombre”, decía Rahner. Es el giro antropológico del salto mortal que pretende desnucar a la Tradición. Ahora la teología es pluralista y se construye por consenso, por diálogo inter pares, aceptando que la moral, por ejemplo, nace sólo de la pluralidad de situaciones para liberar a las conciencias de sus responsabilidades, como enseñaba el pervertido Curran; y por el abandono de la Teología escolástica de Santo Tomás porque es fundamentalista y no deja participar a los “hermanos separados”. Si lo plural es que todos construyen, nada tiene que hacer allí el verificador. O te acomodas a la manada de capones y aquí está el cuchillo de hacer eunucos, o te matamos con la indiferencia. Y la mayoría se auto-mutila para estar a la moda.

Se ven, así, muchas causas banales que han posicionado un estilo de “hombres blanditos” dentro de la Iglesia, por lo menos en Occidente, que se hacen sujetos de la corrección que el Padre Castellani le escribió a un obispo argentino hace más de sesenta años: “No les pido que sean santos varones. Les pido que sean varones”. Estos santos sin virilidad han aflojado, por ejemplo, en la búsqueda de futuros seminaristas poseedores de hombría trabajable por la Gracia; también han aflojado en la elección de los Formadores que pudieran formar a varones cultos y virtuosos; y han quitado los medios de formación que producirían esto y no veletas giratorias o pasteles dulzones. ¿De dónde saldrán los obispos si los curas ordenados carecen de la naturaleza exigida por la Gracia? ¿Y de dónde los Cardenales? É via dicendo.

No vamos a decir que esto es el lobby gay[2]. Tanta debilidad psicológica no puede organizar un grupo de presión (lobby: pasillo de la Casa Blanca donde se presiona a los Legisladores por lo propios intereses) que se anime a cambiar costumbres, o tener la mente fuerte de legislar ambigüedades que paralicen las buenas voluntades, o la claridad publicista para cambiar liturgias hacia ropajes de moda y desfile que presenten a la Misa como un show… Es demasiado combate inteligente para ser achacado al afeminamiento de los Seminarios de los sesenta en adelante. El lobby gay es algo más astuto, refinado… y diabólico.

El lobby gay es un grupo de ataque («Se habla del lobby gay, y es verdad, está ahí», continuó Francisco. «Hay que ver lo que podemos hacer«[3]) que establece el combate contra la naturaleza de las cosas tal cual Dios las ha creado donde el hombre vive, aprende y gusta. Este grupo viene de la filosofía gnóstica donde la razón del hombre es el centro del panteísmo que evoluciona hacia la plenitud, sin ninguna ley natural. El lobby gay tiene raíces en el racionalismo más idealista posible que le miente al hombre con la posibilidad de “crear” una nueva naturaleza asemejándose a Dios, a quien también lo crea a su propia medida en cada Secta para justificar todo lo que el lobby gay diga amar. Si el lobby gay afirma que la sexualidad es una construcción social, entonces la new age vendrá a justificarlo, y  puede inmediatamente hasta crear nuevos sexos[4], y nadie debe sentirse dueño de la verdad como para contradecir esta afirmación “religiosa”. La verdad no existe  y tampoco la moral[5], todo es subjetividad creadora, y Dios que es amor no puede estar en contra de lo que yo amo. Amén, repiten los pasteleros y medrosos al escuchar este sofisma vuelto dogma que tipifican en los afiches parroquiales.

Luego, el lobby gay tendrá sus diversos niveles de “pensadores teológicos”, por supuesto. Empezando por aquellos que achacan a la Iglesia de “machista” por llamar a Dios “Padre”, debiéndose, afirman, llamar a Dios Madre, y cambiar el Padrenuestro por Madrenuestra. Después dirán que también es machista la iglesia por impedir que la mujer llegue a todas las dignidades sacerdotales que los varones se han atribuido en los siglos machistas detrás del recalcitrante machista San Pablo. Ahora la iglesia debe ordenar diaconisas, sacerdotisas, cardenalicias y papisas… mamisas, y basta de aquel terrible y misógino “esposas, obedeced a vuestros maridos” de Colosenses III,18.

Estos son los tontos, claro, los teologuitos de las “pastorales parroquiales”. Pero los primeros tontos sensibleros de arriba, repetirán estas tonterías con mucho fervor e imágenes. Sin embargo, los hay más peligrosos, están los pseudo teólogos o falsos pastores que releen los evangelios y que reescriben la teología. El lobby gay tiene sus pensadores que aplican la dialéctica hegeliana marxista a los evangelios, superando con ello al racionalismo de Renán y Loisy. Tal dialéctica mira a dejar de lado una verdad en función de una construcción virtual y moderna. Así por ejemplo, para el lobby gay la iglesia de antes está en contra de la iglesia de ahora. Ahora estamos en el cambio de lo Antiguo. Y nunca salirse de la iglesia, como aconsejaba Tehilar de Chardin, sino cambiarla desde adentro. Una nueva fe en el hombre y su contradicción con el pasado, porque el progreso del Dogma está fuera del Depósito de la Fe.

Y el espectro de la destrucción mediante esta dialéctica es universal, pero se enfocan al tema de la familia, sabiendo que la lascivia es el veneno exacto contra ella, porque entrando en las voluntades, se necesita Dios y ayuda para erradicarla, produciendo escándalos, traiciones, perversidades, despilfarros… Vive como piensas o terminarás pensando como vives.

“Nigel Hamilton ha escrito –comenta el jubilado vocero papal Navarro Vals- sobre la presidencia de EE.UU.: “En la Casa Blanca hemos tenido a violadores, mariposones, y, para decirlo suavemente, personas con preferencias sexuales poco habituales. Hemos tenido asesinos, esclavistas, estafadores, alcohólicos, ludópatas y adictos de todo tipo. Cuando un amigo le preguntó al presidente Kennedy por qué permitía que su lujuria interfiriese en la seguridad nacional, respondió: «No puedo evitarlo«[6].

Cuando la vidente de Fátima dijo que le dijo la Virgen que la última batalla del diablo y su anticristo será contra la familia, parece que nos encuadra en la guerra del lobby gay a la iglesia. No están protegiendo a seres humanos “distintos”, están batallando por cambiar la moral, la cosmovisión, el sentir de las cosas, los valores fundantes de la civilización cristiana… y sacar a Cristo del medio.

Así, la táctica básica del lobby gay será bajar las defensas de los jóvenes. Han notado que las modas de los sesenta produjeron un avance en el afeminamiento de las chicas y de los chicos. Por tanto, cambiar “las modas religiosas” de los cristianos que aún perseveran en los Sacramentos es un misil contra la línea de flotación de la  verdadera Fe. Las canciones afeminadas, dulces, parcializando el mensaje evangélico, como también los objetivos sociales de la “pastoral” centrándose en la “alegría del hermano”, son claves en la debilitación de las voluntades. Claramente se nota el ascenso de las masas de jóvenes en el turismo dispendioso de las JMJ, pero también el descenso de las vocaciones. ¿Cómo se explica que muchos participen y pocos se comprometan? Mientras que la algarabía y el viaje fomentan los sentimentaloides lazos de amistad de tres días -sólo sustentables en el tiempo y la lejanía por las falsas virtuales relaciones de las Redes mediáticas-, la reunión concienzuda con el Amigo en la soledad del Tabernáculo es dejada de lado. Las vocaciones bajan en cantidad y en calidad. La perseverancia de éstos es conflictiva, y la fidelidad a las promesas se torna escandalosa. La actividad real de la Iglesia occidental se reduce a la presencia mediática del Papa, muy infructuosa por cierto, y en el vacío de los templos. La voluntad viril de los jóvenes tomando posiciones es una rareza. El lobby gay va influyendo exitosamente.

El lobby gay dentro de la iglesia tiene objetivos muy tenebrosos. Persiguen redefinir delitos como la pedofilia dejándola más accesible a las mentes de hoy gracias al juego de palabras y de circunstancias. Sujetos pseudo-teólogos o lobos cubiertos con piel de oveja como el yanqui Charles Curran[7] llegan a justificar todas estas porquerías. Y las librerías “católicas” están llenas de los libros de estos personajes nefastos. Si no logran el cien por ciento de sus objetivos, por lo menos bajaron mucho las defensas. Sólo el escuchar los planteos del cambio en la Fe y la Moral ya pone en el debilitamiento y es otra de las causas “banales” del posicionamiento del lobby gay.

Para que el misterio de iniquidad siga trabajando sin demoras hasta llegar a la Gran Apostasía tan avisada por las Escrituras como signo del Fin de los Tiempos es evidente que se necesita mucha gente que siga lo banal sin cuestionarse. Toda esa muchedumbre Parusíaca es débil y manipulable por la imagen sensual de la iglesia de la publicidad, que nos alertara el Padre Menvielle en su libro De la Cábala al Progresismo.

Puede haber dos Iglesias, la una la de la publicidad, Iglesia magnificada en la propaganda, con obispos, sacerdotes y teólogos publicitados, y aun con un Pontífice de actitudes ambiguas; y otra, Iglesia del silencio, con un Papa fiel a Jesucristo en su enseñanza y con algunos sacerdotes, obispos y fieles que le sean adictos, esparcidos como «pusillus grex« por toda la tierra. Esta segunda sería la Iglesia de las promesas, y no aquella primera, que pudiera defeccionar. Un mismo Papa presidiría ambas Iglesias, que aparente y exteriormente no sería sino una. El Papa, con sus actitudes ambiguas, daría pie para mantener el equívoco. Porque, por una parte, profesando una doctrina intachable sería cabeza de la Iglesia de las Promesas. Por otra parte., produciendo hechos equívocos y aun reprobables, aparecería como alentando la subversión y manteniendo la Iglesia gnóstica de la Publicidad.

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[1] http://www.mercaba.org/VocTEO/N/nouvelle_theologie.htm

[2] https://www.eldiario.es/sociedad/Benedicto-XVI-revela-Vaticano-desarticulo_0_534046697.html

[3] https://expansion.mx/mundo/2013/06/11/el-papa-francisco-reconoce-que-hay-un-lobby-gay-al-interior-del-vaticano

[4] https://www.youtube.com/watch?v=QNjRnqqW28I : homosexuales, gender, transexuales, género variable, asexuales, no binarios, pangénero, pansexuales, transhombres, transmujers, transinningúngénero, hermafroditas…

[5] https://gaceta.es/noticias/lobby-gay-arremete-web-vaticano-ensenar-moral-catolica-07092016-0232/

[6] http://www.conelpapa.com/papabenedictoxvi/pederastia3.htm : cita de Navarro Vals in finem en artículo del 2006 sobre pedofilia en la Iglesia.

[7] http://familiarisconsortio.ive.org/homosexualidad-enfermedad-o-pecado-p-miguel-angel-fuentes-ive/

Daniel Francisco Giaquinta
Daniel Francisco Giaquinta
Nacido el 14 de octubre de 1958, Mendoza, Argentina.. Profesor de Oratoria (Filosofía, 1984). . Licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra, España, 1990. Bachellors of Arts, Teología, por la Universidad de Navarra, España, 1989. Máster en Ciencias de la Información, Universidad de Navarra, España, 1992. Profesor Universitario Universidad Católica Argentina, Mendoza. Capacitador de Empresas en Comunicación interpersonal. Capacitador de planta en Escuela Gobierno de Legislatura Mza, Argentina

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