El Papa dice que podría dividir a la Iglesia Católica, según Der Spiegel

Walter Mayr, corresponsal de la revista alemana Der Spiegel en Roma, reporta lo siguiente en la conclusión de su artículo del 23 de diciembre sobre el papa Francisco y la crisis de la dubia:

«En un círculo muy pequeño, se dice que el papa Francisco se habría explicado con la siguiente autocrítica: ‘No descartaría que pase a la historia como el que dividió a la Iglesia Católica’. [Im kleinsten Kreis soll Franziskus sich selbstkritisch schon so erklärt haben: «Nicht ausgeschlossen, dass ich als derjenige in die Geschichte eingehen werde, der die katholische Kirchegespalten hat.»]

Walter Mayr escribe para Der Spiegel desde 1990, como corresponsal en Rusia y ahora como corresponsal en Italia. Es el coautor de «Minenfeld Balkan: Der unruhige Hinterhof Europas» [El Campo Minado de los Balcanes: el tormentoso patio trasero de Europa]. (2009).

Walter Mayr describe a un Papa aislado, «hirviendo de furia» por la resistencia frente a sus reformas y quedándose sin tiempo, y escribe que el Santo Padre está cada vez más solo, debilitado por la resistencia de la curia y desmoralizado por la falta de coraje para cambiar. Mayr cuenta que la primera impresión de la oposición al papa Francisco es de unos “pocos ancianos cardinales testarudos”.

Mayr traza una imagen de aislamiento del papa Francisco, alejado de los cardenales:

«Es la mañana del sábado de la semana pasada, poco después de las ocho, en la Capilla Paulina del Vaticano. Un grupo de cincuenta cardenales que viven ahora en Roma – elegantes sotanas color púrpura y capelos color púrpura hasta donde alcanza la vista – se acerca a honrar al papa Francisco con una misa concelebrada común, en ocasión de su 80º cumpleaños. Mientras se sientan bajo el fresco de Michelangelo retratando la crucifixión de Pedro, los dignatarios posan sus ojos sobre el poderoso hombre a la izquierda del altar – y el distanciamiento casi puede ser palpado con las manos. “Quédese tranquilo que estamos junto a usted,” dice el cardenal diácono [Cardinal Angelo Sodano] a Francisco – pero su consolación suena extrañamente hueca.»

Walter Mayr sitúa el aislamiento y alejamiento del papa Francisco en el contexto de la dubia presentada al Santo Padre por los cardenales Brandmüller, Meisner,

Burke y Caffara. Mayr concluye que el papa Fransico ha respondido con la  ‘máxima penalización/castigo’ [Höchststrafe] a la dubia – eligiendo ignorarla y no responder. Sin embargo, Mayr considera la referencia de Francisco a la “resistencia malévola” en su saludo de Navidad a la curia romana como una reacción a la dubia. La ve como una expresión de lo que Edward Pentin llamó la “furia hirviente” del papa Francisco frente a la dubia.

Mayr entrevistó al Cardenal Brandmüller, uno de los firmantes de la dubia, quien dio su apreciación sobre lo que está en juego con la dubia y Amoris Laetitia:

«Hablando en su departamento junto a la Basílica de San Pedro, el cardenal Walter Brandmüller dijo que en verdad «es a todo o nada” [“es geht um die Wurst”], para decirlo en términos coloquiales; es decir, es la clave de todo, sobre la enseñanza de la doctrina.’ »

“Quien piense que el adulterio persistente y la recepción de la sagrada comunión son compatibles es un hereje y promueve el cisma.” Para Brandmüller, las Sagradas Escrituras no son un lugar donde cada uno puede elegir lo que le gusta: “De acuerdo al apóstol San Pablo, somos administradores de los misterios de Dios, pero sin derecho a desecharlos.”

Comentario

Citando el decreto Unitatis redintegratio del Vaticano II, el Catecismo de la Iglesia Católica describe las divisiones o rupturas en la Iglesia como “malditas”, «en esta una y única Iglesia de Dios, ya desde los primeros tiempos, se efectuaron algunas escisiones que el Apóstol condena con severidad.» (UR 3 §1; cf. 1 Cor. 1, 11).  La causa de divisiones en la Iglesia es el pecado humano:

Donde hay pecados, allí hay desunión, cismas, herejías, discusiones. Pero donde hay virtud, allí hay unión, de donde resultaba que todos los creyentes tenían un solo corazón y una sola alma.» (Orígenes, In Ezechielem homilia 9, 1:PG 13,732.)

Ludwig Ott describe a los cismáticos como aquellos que de buena fe rechazan por principio la autoridad eclesiástica o se separan de la comunión de los fieles a ella sometidos. (Manual de Teología Dogmática, p.311.)

Por favor, oren por el papa Francisco, los cardenales, y la unidad de la Iglesia.

Gracias a One Peter Five por la traducción del artículo de Walter Mayr.

(Traducido por Marilina Manteiga. Fuente: ETWN)

 

 

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