«Qué se puede hacer si un papa incurre en herejía?», de A. X. da Silveira

Hace pocos días se ha publicado [en italiano] el ensayo Se un Papa è eretico: che fare? (Edizioni Fiducia, pp. 70, 10 euros), de Arnaldo Xavier da Silveira. Reproducimos a continuación el prólogo del libro.

La cuestión de si un pontífice puede ser hereje, que en otros tiempos era cosa de polémicas de eruditos, se ha convertido en tema de debate en los últimos años del reinado de Francisco. Quien desee estudiar seriamente este problema no puede prescindir de los estudios de Arnaldo Xavier da Silveira (1929-2018), cuya obra puede calificarse de pionera en este terreno.

Da Silveira, formado en la escuela de Plinio Correa de Oliveira, se ha ocupado de este delicado tema en los años inmediatamente sucesivos al Concilio. Habiendo explorado los textos teológicos y canónicos sobre la cuestión, no se limita a brindarnos una panorámica de las diversas posturas teológicas, sino que se adhiere a la opinión de San Roberto Belarmino sobre la posibilidad de que un papa caiga en herejía, enriqueciendo la tesis con comentarios de gran originalidad.

En 1970 Da Silveira publicó en una edición limitada sus Consideraciones sobre el Ordo Missae de Pablo VI, la cual incluía un estudio sobre la hipótesis teológica de un papa hereje. El trabajo fue después publicado en francés, con el título La Nouvelle Messe de Paul VI: Qu’en Penser? (Diffusion de la Pensée Française, Chiré-en-Montreuil 1975), pero la difusión de la obra, como pensaba el autor, fue prohibida por el mismo Paulo VI. La parte dedicada al «Papa hereje», traducida en el año 2016 fue publicdada en italiano con el título Ipotesi Teologica di un Papa eretico por Edizioni Solfanelli, y en el año 2018 en inglés. con un nuevo capítulo y actualización con el título Can a Pope be … a heretic?El texto que ahora publicamos es la traducción del capítulo VII de la versión inglesa, y nos parece particularmente útil, no sólo porque fue el último aporte de Arnaldo Xavier da Silveira, sino porque sintetiza su opinión, la cual define como teológicamente cierta. Es la del autor una postura equilibrada que tiene el mérito de evitar tanto las soluciones simplistas del sedevacantismo como las, tal vez más seductoras, del conciliarismo.

Contra el sedevacantismo, Da Silveira afirma el principio de la visibilidad de la Iglesia. El Papa no puede perder el pontificado si su condición de hereje no es notoria a toda la Iglesia. Esto debe entenderse, como es natural, no en un sentido numérico y cuantitativo, sino con respecto a la sana pars o parte sana que profesa la verdadera fe católica.

Da Silveira tiene el convencimiento de que existe una incompatibilidad jurídica entre la condición de hereje y la de miembro de la Iglesia. Con todo, dicha incompatibilidad no elimina ipso facto la jurisdicción de quien ejerce un cargo. Así como un árbol puede mantenerse vivo por un tiempo después de habérsele arrancado las raíces, también –aunque de modo precario– puede retener su condición jurídica quien teniéndola incurre en herejía.

Sostiene Da Silveira que la herejía del Papa debe ser manifiesta a «toda la Iglesia», según la expresión del teólogo Pietro Ballerini (1698-1769). Es preciso que el conocimiento de la herejía del Pontífice llegue, a través de los capilares de la opinión católica, hasta el común de los fieles, que el autor compara con una buena y sencilla madre de familia católica. A fin de demostrar de qué modo puede la parte sana de la Iglesia tener conocimiento de la herejía pontificia, Da Silveira analiza otra realidad, a la cual llama la urdimbre de la opinión de la Iglesia.

La formación de opinión en la Iglesia, la cual es una realidad viva que se nutre por acción de la Gracia, presupone la interrelación de una innumerable cantidad de influencias en las almas. A propósito de este último aspecto, Da Silveira recuerda la importancia del sensus fidei y la infalibilidad pasiva de los fieles en la formación de convicciones al interior de la Iglesia.

Contra el conciliarismo, niega que haya quien pueda deponer a un papa, y afirma que la única hipótesis de los doctores de la Iglesia que no invoca un  pronunciamiento  jurídico contra el Pontífice en el ejercicio de sus funciones es la quinta opinión de San Roberto Belarmino, completada y enriquecida en algunos puntos por teólogos como Ballerini, Wenz-Vidal, Billot y otros.

Todas las demás interpretaciones en el sentido de que un hereje pueda perder el pontificado presuponen al menos un acto jurisdiccional de parte del concilio imperfecto (es decir, un concilio sin el Papa), del Colegio Cardenalicio o de cualquier otro órgano eclesiástico. Para el santo jesuita, por el contrario, nadie puede deponer al Sumo Pontífice; es él mismo quien abandona la Iglesia visible al manifestar su herejía. «La pérdida del pontificado no será, por tanto, consecuencia de una deposición por parte de nadie, sino un acto del propio Papa, que al convertirse en un hereje formal y notorio se habrá excluido a sí mismo de la Iglesia visible, renunciando tácitamente con ello al pontificado.»

Traducido por Bruno de la Inmaculada

Roberto de Mattei
Roberto de Matteihttp://www.robertodemattei.it/
Roberto de Mattei enseña Historia Moderna e Historia del Cristianismo en la Universidad Europea de Roma, en la que dirige el área de Ciencias Históricas. Es Presidente de la “Fondazione Lepanto” (http://www.fondazionelepanto.org/); miembro de los Consejos Directivos del “Instituto Histórico Italiano para la Edad Moderna y Contemporánea” y de la “Sociedad Geográfica Italiana”. De 2003 a 2011 ha ocupado el cargo de vice-Presidente del “Consejo Nacional de Investigaciones” italiano, con delega para las áreas de Ciencias Humanas. Entre 2002 y 2006 fue Consejero para los asuntos internacionales del Gobierno de Italia. Y, entre 2005 y 2011, fue también miembro del “Board of Guarantees della Italian Academy” de la Columbia University de Nueva York. Dirige las revistas “Radici Cristiane” (http://www.radicicristiane.it/) y “Nova Historia”, y la Agencia de Información “Corrispondenza Romana” (http://www.corrispondenzaromana.it/). Es autor de muchas obras traducidas a varios idiomas, entre las que recordamos las últimas:La dittatura del relativismo traducido al portugués, polaco y francés), La Turchia in Europa. Beneficio o catastrofe? (traducido al inglés, alemán y polaco), Il Concilio Vaticano II. Una storia mai scritta (traducido al alemán, portugués y próximamente también al español) y Apologia della tradizione.

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