Sicut erat (5)

La iglesia y su campanario

La iglesia -edificio de culto del catolicismo, sea ésta parroquial o templo; basílica o santuario; pero también convento, monasterio o misión católica-,  viene siempre equipada con su campanario. La iglesia queda incompleta si le falta el campanario. Puede ser, al menos, un simple campanario al aire con una, dos o tres campanas; mejor aún si, junto a la iglesia coronada con la Cruz, se erige la torre-campanario con cierto número de campanas que den la posibilidad de hacer un concierto. Cada campana, obtenida por la fusión de diversos metales, siempre produce una nota musical. El campanario antes tenía uno o más campaneros, así como la iglesia tenía uno o más sacristanes. Campanero y sacristán podían ser, también, la misma persona que realizaba de ese modo trabajos diferentes, si bien similares.

Pero estos trabajos, considerados una misión más que una profesión, desafortunadamente están desapareciendo; y vienen a ser sustituidos por instrumentos mecánicos y electrónicos. Esto sucede en muchos sectores, y no sólo en el ámbito eclesial, por supuesto a expensas de la mano de obra y el empleo.

Todos conocemos el campanario de San Pedro que, durante siglos, ha anunciado con su fuerte sonido la fe católica. Yo he tenido la oportunidad de conocer el gran campanario del a Basílica de Santa María la Mayor, en Roma; aquellos que viven cerca de la archibasílica lo oyen sonar puntualmente, todas las tardes, a las 21 horas. Puede ser considerado el Ángelus  de la tarde, pro todos dicen: “está sonando ‘la perdida’”, por una extraña costumbre ligada a una historia. Mas sigue siendo la campana más grande de una de las mayores basílicas del catolicismo, por lo que la expresión no puede tener un significado profano.

Me gusta recordar aquí, esa forma de campanario itinerante que es el “tintinear”. Se emplea en las procesiones de Malta y de otras localidades, y es una costumbre bella y significativa, pero poco difundida. Es como llevarse el campanario de la iglesia cuando los fieles van en procesión para testimoniar su propia fe. Piensen en la procesión más importante de todas, la de Corpus Domini. En este caso, el tintinear advierte de que va a pasar Jesús Sacramentado. Su tintineo es como si dijera: Magister adest, El Maestro Jesús está pasando.

Si el mundo de hoy, y lo hace de muchas maneras, continúa haciendo sonar sus trompetas y difundiendo los mensajes que no salvan, el catolicismo debe continuar haciendo sonar sus campanas.

“Los benditos toques nos llaman a la oración” y difunden al mundo el único mensaje que podemos llamar de salvación; alejando las intemperies y las calamidades, ¡por qué son la voz de Dios! En cambio, al algunos que miden los decibelios y las hacen callar.  Pero las campanas de las iglesias pueden conectarse y estar mudas sólo desde el Gloria de la misa in coena Domini del Jueves Santo hasta el Gloria de la Vigilia Pascual, durante casi tres días. Lo recuerdan los anticristos que no quieren que Cristo reine entre nosotros. ¡Pero el Señor volverá!

Alabado sea Jesucristo

Presbyter senior

[Traducido por H.A.]

SÍ SÍ NO NO
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Mateo 5,37: "Que vuestro modo de hablar sea sí sí no no, porque todo lo demás viene del maligno". Artículos del quincenal italiano sí sí no no, publicación pionera antimodernista italiana muy conocida en círculos vaticanos. Por política editorial no se permiten comentarios y los artículos van bajo pseudónimo: "No mires quién lo dice, sino atiende a lo que dice" (Kempis, imitación de Cristo)

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