Una revisión de la manipulación de procedimientos creada por el Cardenal Baldisseri y el Arzobispo Forte (y otros hombres fuertes Bergoglianos) para el Sínodo 2015.
El Sínodo comenzó oficialmente hoy (en este momento, de hecho, con la misa de apertura), y Xavier Rynne II explica en el Catholic Herald por qué la manipulación del Sínodo de este año es incluso peor que la del año pasado – de hecho, ya ni siquiera es un “sínodo”, es como mucho una charla para la hora del té.
Más de un padre sinodal ha tildado de “inaceptables” los procedimientos y la comisión para el reporte final…
Los discursos (“intervenciones,” en lenguaje sinodal) ante la asamblea general del Sínodo estarán limitados a tres minutos de duración, es decir, 750 palabras – menos que la duración típica de una homilía de misa diaria. Estas intervenciones, de acuerdo a los procedimientos anunciados, son propiedad del Sínodo y no se darán a conocer.
Las principales discusiones del Sínodo se realizarán en grupos separados por idioma (circuli minores, en jerga sinodal), y los resultados de las mismas no serán publicados.
Se darán reportes depurados del Sínodo en conferencias de prensa, a través de voceros elegidos por la secretaría del Sínodo – presuntamente, por su confiabilidad en la transmisión de los mensajes que el Cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sínodo, y el Arzobispo Bruno Forte desean transmitir. (El Arzobispo Forte es el secretario especial del Sínodo 2015 y se le adjudica la autoría del Reporte Intermedio que causó tanto revuelo entre los padres sinodales en el Sínodo 2014.)
Parece que no hay “propuestas” generadas por grupos de discusión, lo que significa que no habrá votación sobre propuestas, lo que significa que los padres sinodales no deberán expresar sus convicciones públicamente, ni nada por el estilo.
En cuanto a la comisión para el reporte final:
Está compuesta por hombres serios dentro de la Iglesia, pero tal como expresó uno de los padres sinodales, muy pocos de los miembros de la comisión fueron francos defensores de la enseñanza clásica de la Iglesia sobre el tema de la comunión para los divorciados vueltos a casar. Además, la comisión no incluye a ninguno de los que defendieron públicamente que esta enseñanza es inmutable por su base en la Revelación divina. Es llamativo que ninguno de los padres sinodales de Estados Unidos, Canadá, Australia y Polonia sea miembro de la comisión, así como también llama la atención que ninguno de los cuatro delegados-presidentes del Sínodo sea miembro. Sin embargo, la comisión sí incluye al Cardenal Baldisseri y al Arzobispo Forte.
Todo esto es bastante…increíble.
No hay absolutamente ningún precedente en la historia contemporánea de la Iglesia de un sínodo en el cual no haya ni propuestas ni votos – los principales instrumentos por los cuales los padres sinodales dan a conocer, públicamente, sus convicciones.
¿A qué se reduce todo esto? Un momento de profunda e intensa crisis. Rynne insiste en que toda esta manipulación parece contradecir el espíritu de “diálogo” promovido por el Papa, pero dado que los manipuladores del Sínodo son los hombres en quienes el papa más confía, Rynne deberá llegar a la conclusión más acertada: que estos actúan bajo órdenes de un superior. Esto alcanzará el punto de ebullición, y pronto se volverá nuclear:
El Sínodo 2014 alcanzó su punto crítico a mitad de camino, en las tres semanas de trabajo. El Sínodo 2015 probablemente alcance su punto crítico en los primeros días. Lo que se decida en esos primeros días determinará si el Sínodo 2015 está “abierto al diálogo” que repetidas veces pidió el Santo Padre, un diálogo que a la luz de la Revelación revea los problemas que causan tanto sufrimiento en todo el mundo; un diálogo que defina, aunque sea para este momento de la historia, si la Iglesia Católica permanecerá fundada sobre, y gobernada por, la Revelación divina.
Lo cual, a su vez, sugiere que volvamos al término griego original de “crisis”, recordando que “crisis” es un momento de gran oportunidad, así como un momento de peligro considerable. (Catholic Herald)
El padre Edward Tomlinson escribió ayer:
Los modernistas quieren derribar la metodología y la enseñanza tradicional católica para adaptarse al Espíritu de la Época. Y con el mazo del Sínodo apilado a su favor, y siendo de público conocimiento que tienen control del Vaticano y han estado manipulando el proceso durante años, quienes deseamos ser fieles a Cristo nos encontramos en un momento de crisis genuina. (fuente)
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El peligro de gran división está aquí. ¡Escuchen!
Ya llega la hora – rápido se acerca,
En que hombres sabios, y hombres grandes,
Hombres de autoridad real,
Se alzarán y proclamarán,
Inocentes como son,
Inocentes como el niño al borde del camino:
«¡el emperador va desnudo!»
[Traducido por Marilina Manteiga. Artículo original]