Resulta que inventanos nombres para representar el mal, la malicia o la idiotez. Tales como «diablo» o «Superior General Jesuita».
De una entrevista para El Mundo:
«Los cristianos creemos que estamos hechos a imagen y semejanza de Dios, por lo tanto Dios es libre, pero Dios siempre elige hacer el bien porque es todo bondad. Hemos hecho figuras simbólicas, como el diablo, para expresar el mal. Los condicionamientos sociales también representan esa figura, ya que hay gente que actúa así porque está en un entorno donde es muy difícil hacer lo contrario.»
¿Cuanto debe pasar para que la Compañía de Jesús cambie su nombre por «Compañía de Satanás»? Es mucho mejor usar el nombre de una figura meramente «simbólica» que ofender continuamente al Santísimo Nombre de Dios encarnado, ¿verdad ?