Maike Hickson | One Peter Five
Como consecuencia de la revelación del 4 de abril de que siete Obispos alemanes han recurrido al Vaticano en protesta contra la reciente decisión de la Conferencia Episcopal Alemana en favor de la intercomunión para protestantes casados con católicos, Ulrich Ruh, un teólogo católico alemán, afirma ahora que este movimiento es también un voto de desconfianza, no solo contra el cardenal Reinhard Marx, sino también contra el propio papa Francisco.
Como reporta la revista alemana FOCUS, hay, después de cinco años del reinado del papa Francisco, un creciente descontento entre algunos Obispos alemanes que no “desean apoyar silenciosamente por más tiempo la nueva agenda.” “Su carta urgente al Vaticano indica qué tan grande debe ser su frustración” agrega la revista. La pregunta fundamental, planteada por la reciente decisión de la Conferencia Episcopal Alemana de permitir, en casos individuales, a protestantes casados con católicos recibir la Sagrada Comunión, es: “¿Se abrirá la Iglesia más al mundo, o no?”, explica FOCUS.
Es en este contexto en el cual la revista FOCUS cita a Ulrich Ruh, un teólogo católico alemán y por mucho tiempo antiguo editor de la revista Herder Korrespondenz. Ruh, según FOCUS, dice que “la carta (de los siete Obispos) es un claro voto de desconfianza contra el cardenal Marx, y también contra el papa Francisco.” Porque, explica la revista, “la admisión de protestantes a la Comunión corresponde exactamente al camino tomado por el Papa: misericordia en vez de rigidez dogmática, decisiones sobre una base de caso por caso en vez interdicciones rígidas.”
Como FOCUS reporta además, este mismo enfoque también fue usado por el papa Francisco con relación a los divorciados “vueltos a casar”, y encontró resistencia del cardenal Joachim Meisner, entre otros, quien era el predecesor del cardenal Rainer Woelki en Cologne quien ahora él mismo lidera la oposición contra los reformadores en cuanto a la cuestión de la intercomunión.
FOCUS también señala que el mismo cardenal Marx parece estar aislado en Baviera. Él no es solo el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, sino también el de la Conferencia Episcopal regional de Baviera. Ahí, se encuentra ahora con la oposición de todos sus colegas bávaros, excepto por la diócesis de Würzburg donde un nuevo Obispo – Franz Jung – será pronto instalado. Dice FOCUS: “Para Marx, que también lidera la Conferencia Episcopal de Freising (bávara), esto significa: está ahí casi aislado.”
Una señal de un aislamiento más grande del cardenal Marx dentro de toda la Conferencia Episcopal Alemana podría verse en el hecho de que él está creciendo cada vez más cerca de Heinrich Bedford-Strohn, que es la cabeza de la Iglesia Evangélica de Alemania (EKD, por sus siglas en alemán) y del Obispo protestante de Baviera, como agrega la revista alemana. Continúa de este modo:
“¿Es el precio de esto el alejamiento de sus compañeros Obispos? En cualquier caso, los críticos conservadores advierten de una protestantización de la Iglesia Católica; ven en esto un peligro para la continuidad de la doctrina.
De acuerdo con la propia arquidiócesis del cardenal Woelki, los siete Obispos que están protestando pretenden “evadir una excepcionalidad alemana e ir, de una discusión ecuménica, a una solución sostenible a nivel mundial.”
Como FOCUS también señala, el cardenal Marx es, de todos los Obispos alemanes, el más cercano al Papa, ya que es un miembro del Consejo de los Nueve Cardenales del Papa. Esta cercana conexión entre Marx y Francisco también ha sido recientemente discutida por Edward Pentin, corresponsal de Roma del National Catholic Register. Él reporta:
“El cardenal Marx, quien de acuerdo con el prelado siempre invoca al Papa [en discusiones con sus compañeros Obispos Alemanes] para justificar sus posiciones, también dijo que [la decisión alemana para la intercomunión] fue el resultado de “el apoyo del papa Francisco para dar más pasos en favor del ecumenismo.”
De este modo, este nuevo conflicto dentro de la Iglesia Católica Alemana podría muy bien también afectar la propia agenda de reformas del papa Francisco.
En adición a las voces críticas provenientes de Alemania, el cardenal Paul Josef Cordes – antiguo presidente del Pontificio Consejo Cor Unum – también ahora ha alzado su voz en resistencia. En una declaración publicada por Edward Pentin, Cordes rechaza el paso inicial alemán hecho por la Conferencia Episcopal en favor de la intercomunión, diciendo que la recepción de la Sagrada Comunión siempre ha sido el más fuerte “signo visible para la comunión eclesial.” Continua diciendo que la Eucaristía “no solo expresa nuestra comunión personal con Jesucristo, sino también nuestra total comunión con la Iglesia.” “Nosotros creemos,” agrega Cordes, “que la comunión Eucarística y la comunión eclesial van juntos de modo tan cercano que es generalmente imposible para los cristianos no católicos recibir el sacramento de la Comunión sin compartir esa comunión [eclesiástica].” El cardenal Cordes- un prelado alemán que ahora reside en Roma – concluye: “La propuesta de la Conferencia Episcopal no puede afirmar estar teológicamente bien fundamentada.”
Al inicio de marzo de este año, el cardenal Walter Brandmüller ya había expresado su oposición pública al nuevo movimiento alemán hacia la intercomunión al llamar a esa línea argumentativa un “truco malvado.”
(Traducida por Alberto Ricardo Escobedo Villamonte para Adelante la Fe)