El 10 de diciembre es memoria de la Virgen de Loreto, advocación mariana ligada a la casa donde María Santísima nació y recibió la visita de San Gabriel, o sea, la Encarnación del Hijo de Dios tras el SI de la Virgen. Esa casa se había conservado hasta el siglo XIII cuando ante el avance de los mamelucos fue trasladada de forma milagrosa según la leyenda: por los mismos ángeles por cumplir la Voluntad Divina de que no se destruyera la casa donde vino la Salvación al mundo. La realidad es que la casa aparece en Dalmacia y es un sacerdote enfermo, milagrosamente curado, quien recibe una revelación particular de María Santísima que le afirma la autenticidad de ese hogar. Tres años después, en 1294, la casa es trasladada por medios humanos a su ubicación actual en Italia en los bosques laureles. Y desde entonces la Iglesia que se edifica en este lugar es lugar de masivas peregrinaciones. El Santuario tal y como lo conocemos hoy empieza a construirse en el siglo XIV. Las letanías lauretanas que se rezan para concluir el Santo Rosario proceden de aquí: las jaculatorias a la Virgen entre los laureles.
La Virgen de Loreto es patrona de los aviadores, en alusión al milagroso traslado de la casa por los aires.
IMAGEN: CASA DE LORETO EN SU SANTUARIO.