A causa de la pandemia del covid-19 en numerosas diócesis de todo el mundo se «aconseja» o abiertamente se obliga a recibir la comunión en la mano; ya sea por decreto episcopal o por recomendación escrita, la trágica realidad es que nos encontramos ante un monumental abuso clerical-episcopal de la que son víctimas inocentes los fieles laicos que, a veces por miedo y a veces incluso por un errado argumento de obediencia, comulgan de esa forma tan indigna al no tener las manos ungidas; y de la que son víctimas culpables los propios clérigos que obligan a hacerlo habida cuenta de la gravísima falta que cometen delante de Dios Nuestro Señor cuya presencia real se ve tan vilipendiada. No obstante lo dicho, en estas líneas dejemos clara la incongruencia tremenda que se está produciendo y justificamos esta argumentación con, valga la redundancia, argumentos del propio «Novus Ordo» y del espíritu modernista que lo sostiene. A saber:
1) La ordenación general del Misal Romano, y su Instrucción General adjunta: son documentos de la Iglesia Católica con ámbito universal y, por tanto, superiores en potestad jurídica que las disposiciones (decretos y/o indicaciones) a nivel episcopal (cuyo ámbito es el territorio de la diócesis). En ambos documentos queda claro y expreso el derecho del fiel laico a recibir la comunión en la boca (y de rodillas). Si un obispo, o un sacerdote cualquiera, obliga o coacciona a un fiel laico a comulgar en la mano estaría ABUSANDO de su autoridad y debería ser denunciado ante la autoridad vaticana. Todos sabemos muy bien en que quedaría esa denuncia: en nada. Pero en estas líneas nos ceñimos a lo que debería ser, y no a lo que por desgracia sucede.
2) El llamado «espíritu del concilio» (galimatías que se usa como excusa para hacer una dictadura modernista en la Iglesia) lleva al concepto de «Iglesia de los laicos», «Iglesia NO clerical»….y axiomas análogos. Resulta que cuando los laicos no quieren someterse a los abusos clericales entonces ya dejan de ser laicos dignos (según ese espíritu). Vemos pues la gran incoherencia de clérigos progres, amigos de la secularización, imponiendo sus ideas y formas de manera autoritaria a los laicos que, sencillamente, quieren ejercer sus derechos. Es el «clericalismo atroz de los anti-clericales»…..¿alguien lo comprende?
3) ¿Donde queda eso de «pastores con olor a oveja», «Iglesia en salida», «Puertas abiertas»….?; cuando constatamos que esos clérigos tienen un terror impresionante a la enfermedad, a la misma muerte…..(¿donde queda la fe…?)….. que cuando ven venir al «lobo» se esconden en casa, cierran el templo , dicen la «Misa cara al pueblo pero sin pueblo», y obligan a recibir la comunión de forma que repugna al laico bien formado????
Algunos católicos de buena fe, y que perciben la gravedad de la situación presente, apremian a «solo reza y no dar batallas que dañen la unidad»…. y con ese consejo avalan la obediencia a los abusos clericales. Aconsejamos nosotros leer a Santo Tomás de Aquino sobre el límite moral de la obediencia: lo que ofende o no agrada a Dios NO debe ser obedecido. Y añadimos una cita más fuerte «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres» (Hechos 5, 29)
P. S Sobre la comunión en la mano recomendamos este artículo que publicamos hace tiempo.