El Vaticano redobló su preocupación por la sexualidad. Tal como se informó ampliamente en este y otros sitios, pusieron ahora en funcionamiento su propio programa de educación sexual. “El Lugar del Encuentro: proyecto de educación afectivo-sexual,” publicado por el Consejo Pontificio para la Familia, el cual pretende poner al día a los jóvenes en cuestiones de sexo y castidad. Y quién mejor para hacerlo que los modelos de virtud del Vaticano.
El lanzamiento en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) lo realizó el obispo Carlos Simón Vázquez, subsecretario del Consejo Pontificio para la Familia, uno se pregunta si los padres se dieron cuenta al enviar a sus hijos a Cracovia que también los habían apuntado para que este hombre les enseñe algo de sexo:

La Liga de Vida Americana (LVA) condena “El Lugar del Encuentro” aquí, en su programa de radio, Liftesitenews tiene una petición de la LVA solicitando al Vaticano que lo retire, y aquí está lo que la Sociedad Cardenal Newman dice acerca de este último escándalo del Vaticano:
«Encontramos que El Lugar del Encuentro hace uso frecuente de imágenes sexualmente explícitas y moralmente objetables, falla en identificar y explicar la doctrina católica con fuentes elementales incluyendo Los Diez Mandamientos y el Catecismo de la Iglesia Católica, y compromete la inocencia e integridad de los jóvenes bajo el legítimo cuidado de sus padres.»
Una vez más, la alicaída Iglesia católica del Vaticano II—responsable de tanta matanza espiritual y moral—viene al rescate, recién salida del mayor escándalo sexual clerical de la historia, con su subsecuente encubrimiento (hay que darles crédito cuando de desparpajo se trata).
Además, ¿por qué es necesario esto cuando se suponía que la Teología del Cuerpo (TdC) en las escuelas católicas debía poner a los jóvenes al día respecto al sexo y la castidad desde hace ya años? En mi barrio, los niños católicos están obligados a consumir la TdC durante dos años antes de poder recibir el sacramento de la Confirmación. ¿Creen que la TdC no es lo que se suponía que debía ser? ¡Imposible, san Juan Pablo nos dio la TdC, y él es un santo!.
Así que con cara seria los representantes del Vaticano aseguraron a los muchachos en la JMJ que su nuevo programa de educación sexual fue desarrollado para “responder al problema de deterioro del matrimonio y la familia” según las conclusiones del Encuentro Mundial de las Familias de 2015 en Filadelfia y del Sínodo Vaticano sobre la Familia. (Y si creen que esto es realmente lo que está sucediendo aquí, tengo un edificio para venderles en la Via della Conciliazione.)
En su carta del 21 de marzo de 2016, el arzobispo Vincenzo Paglia, presidente del Consejo Pontificio para la Familia, dice que “esta vocación de amar es la tarea fundamental de los padres en una familia. Al cumplir su tarea, pueden contar con el apoyo de diferentes comunidades morales y educativas: escuelas y maestros, hombres y mujeres, así como la cooperación de otros miembros de la comunidad eclesial: párrocos, catequistas y otros fieles cristianos.”
¡Exacto! Realmente podemos contar con la “comunidad eclesial y los párrocos” para enseñarles a nuestros hijos todo acerca del sexo. Eso es algo en lo que son buenos. ¿Pero a quiénes creen estar burlando estos hombres con su vergonzoso (para ellos) y transparente intento de absolver la educación sexual del mal intrínseco en ella? En su artículo, “Educación Sexual para el Aula,” Vernon J. Schaefer destaca que «la educación sexual inicia a los niños en lo sensual. Es la puerta de entrada a todas las formas de inmoralidad sexual.»
Pero sin lugar a dudas, el Consejo Pontificio para la Familia no está intentando “iniciar a los niños en lo sensual”. Y mucho menos “abrir una puerta de entrada a todas las formas de inmoralidad sexual”. La gráfica que acompaña la unidad nº 1 de su nuevo programa de educación sexual, por ejemplo, promueve claramente la castidad. ¿No es cierto?
Probablemente fue un descuido de la joven que se preparaba para acampar junto a su novio el haber posado su mano sobre el muslo de él, mientras que su amiga tiene su trasero en manos de su respectivo novio. No se están haciendo más jóvenes en el Vaticano….por lo tanto, quizás ni lo notaron.
¿Qué es lo que el magisterio tiene que decir sobre esto — el verdadero magisterio, es decir, el que se opone al imaginario dentro de la cabeza del Papa actual? El verdadero magisterio prohíbe consistentemente la educación sexual, desde el comienzo. El papa Pío XI, en su encíclica sobre la Educación Cristiana de la Juventud, enseña por ejemplo:
Está muy difundido el error de los que, con pretensión peligrosa y con feo nombre, promueven la llamada educación sexual, estimando falsamente que podrán inmunizar a los jóvenes contra los peligros de la concupiscencia con medios puramente naturales, cual es una temeraria iniciación e instrucción preventiva para todos indistintamente y hasta públicamente.
El 21 de marzo de 1931, el Santo Oficio exhortó al mundo católico a rechazar toda clase de educación sexual en el aula:
Pregunta: ¿Puede seguirse el método llamado de la “educación sexual” o también de la “iniciación sexual”?
Respuesta: Negativamente; debe guardarse para la educación el método hasta aquí usado por la Iglesia y por los santos, y que se ha recomendado por nuestro Santísimo Señor en su encíclica “Sobre la educación cristiana de la juventud”, publicada el 31 de diciembre de 1929. Esto es, que ante todo se ha de trabajar por una formación completa, firme, nunca interrumpida de la juventud de ambos sexos…Por lo tanto, en modo alguno pueden aprobarse los escritos y publicaciones que, para defender el nuevo método, han aparecido principalmente en los últimos tiempos, debidos aun a autores católicos.
En 1951, el papa Pío XII reiteró la enseñanza inmutable de la Iglesia contra la educación sexual cuando dijo en su Alocución a los padres de familia:
Todos los educadores católicos dignos de su nombre y de su misión saben bien el papel preponderante de las energías sobrenaturales en la santificación del hombre, joven y adulto, célibe o casado. De todo esto, en semejantes escritos, apenas si aflora una palabra, si es que no se oculta todo en el silencio. Los principios mismos, que en su encíclica Divini illius Magistri, Nuestro Predecesor Pío XI puso tan sabiamente en claro, sobre la educación sexual y las cuestiones conexas, quedan –¡triste sino de los tiempos!– eliminados con un revés de mano o con una sonrisa: Pío XI, dicen, lo escribía hace veinticinco años, para sus tiempos. ¡Y desde entonces, se ha caminado tanto!
Pero eso era entonces. El Vaticano de hoy está muy a favor de la educación sexual con su nuevo curso ahora disponible en cinco idiomas y con la promesa de publicarlo en muchos otros en los próximos años, con un currículum que consta de seis unidades con cuatro o cinco secciones cada una. Y por supuesto, el papa Pío XII tenía razón—las enseñanzas magisteriales previas contra la educación sexual son “eliminadas con un revés de mano y con una sonrisa” dado que el Vaticano del papa Francisco “ha caminado tanto” desde entonces.
«El Lugar del Encuentro» incluye todo tipo de materiales de estudio, incluyendo “pasajes de las Escrituras, elementos para la discusión y respuestas escritas. Cada sección está acompañada por una guía educativa y opciones para actividades suplementarias, tales como videoclips con puntos de discusión que refuerzan las lecciones.»
¿Acaso no parece que los jóvenes de esta fotografía promocional del Consejo Pontificio para la Familia están listos para leer en las Escrituras cómo permanecer castos?
Estas chicas en cortísimos shorts, acampando en el bosque junto a sus novios, obviamente toman toda precaución contra las ocasiones de pecado. ¡Sin lugar a dudas! Quiero decir, observen la parte superior de la imagen donde dice: Pontificium Consilium pro Familia. Todo esto está auspiciado por el Vaticano, en respuesta directa a la llamada del papa Francisco en Amoris Laetitia a la renovada y urgente atención a la educación.
“En este contexto, el Papa claramente habla en favor de la educación sexual,” dijo el obispo Simón Vázquez. “No es fácil encarar el tema de la educación sexual en una época en que la sexualidad tiende a ser trivializada y empobrecida. Sólo puede ser vista dentro del marco más amplio de una educación para el amor, para la entrega mutua.”
¡Correcto!
En una historia relacionada, el papa emérito Benedicto asegura ahora que una de las razones de su renuncia fue el no estar seguro de que su salud estuviera a la altura de las exigencias de viajar a — ¡prepárense! – la Jornada Mundial de la Juventud.
Hasta cierto punto puedo comprenderlo, por supuesto. Si pensara que tengo que ir a cada JMJ por el resto de mi vida probablemente también renunciaría a mi trabajo. ¿Por qué? Vaya, no puedo imaginarlo:
¡Cuestiones de misericordia viva! Todo eso y también un poco de educación sexual.
A propósito, Lifesitenews.com, publicó aquí una serie de diapositivas con algunas de las imágenes del nuevo programa de educación sexual. Precaución: presenta contenido explícito. (¡Por supuesto que lo tiene! Viene del Vaticano). Claramente, ya estamos más allá de una crisis.
Geoffrey Mergenhagen realiza una buena reflexión en un correo que nos envió esta tarde:
Hemos llegado al punto que los eruditos diplomáticos, prudentes y cuidadosos referirían como “enormidad”. Traducción: cuando una oficina del Vaticano desafía abiertamente el Magisterio papal de la tradición inmemorial, y PROMUEVE gratuitamente el comportamiento inmoral ilícito (única razón por la que la educación sexual fue inventada, según lo admitieron sus primeros promotores en Norteamérica allá por 1970) ha generado una crisis de proporción inimaginable.
Repito: inimaginable.
Es un tema de especulación si el Papa lee cada línea de cada documento que se publica durante su pontificado desde oficinas Vaticanas. Es poco probable que un Papa pueda hacerlo en esta era de publicación y comunicaciones instantáneas.
Sin embargo, la responsabilidad última por el efecto en la vida espiritual y moral de más de mil millones de católicos ES su responsabilidad directa, independientemente de si ocurrió el previo escrutinio por parte del pontífice.
Eso es tan cierto para Papas como para Presidentes y Primeros Ministros. Ellos, como individuos, cargan con una gran responsabilidad por la naturaleza de la posición a la que fueron encomendados. Por lo tanto, teniendo en cuenta la posibilidad de que Francisco NO supiese del mandato abierto de corromper a los jóvenes con maligna propaganda viciosa que fomenta la inmoralidad y que ha sido publicada por una oficina del Vaticano, creo que todo padre católico y otros, inclusive clérigos, religiosos y laicos que comprenden la gravedad de la crisis, tienen la responsabilidad de cuestionar al Vaticano e informar al Papa de esta noticia devastadora.
Espero que las figuras mediáticas católicas salgan a hacer público el tema. En tales empresas, debemos apoyar sus esfuerzos para solicitar a Francisco que condene la nueva iniciativa de educación sexual y revoque inmediatamente su implementación.
Concuerdo, aunque el infierno se congelará antes de que el papa Francisco lo revierta. Por qué lo haría, cuando su propio pontificado está dominado por un nuevo tipo de educación sexual que llama a abrazar incluso a los adúlteros públicos y a remover el estigma sujeto a la sodomía.
Son del Vaticano….y están aquí para ayudar. Por favor, ayúdenos a oponernos a ellos con todo lo que tenemos.
Michael Matt
[Traducido por Marilina Manteiga. Artículo original]