Te has quedado en los pliegos rojo y gualda,
en el yugo y las flechas, la camisa
bordada ayer en rojo, la divisa
que de altivez hispana se enguirnalda.
Te has quedado en los campos esmeralda
que recorriste con tu voz precisa,
ese verbo que aún suena y profetiza,
el Bien pregona y la Verdad respalda.
Naces cada crepúsculo en Toledo,
cuando el Alcázar su honra rememora,
la gloria acuna y el dolor restaña.
En tu bautismo un ángel rezó el Credo
y consultando a Dios,sin más demora
te llamó Blas Piñar Arriba España.