¡Hay tanta confusión en la iglesia católica hoy! Muchas personas no tienen la menor idea de lo que significa ser 100% católico. El Papa dice una cosa, los cardenales otra, los obispos locales y sacerdotes otra. Amigos y miembros de la familia católicos también se contradicen sobre lo que significa ser católico.
Como católicos tradicionales, somos bendecidos porque en las Misas católicas tradicionales, oraciones y libros, obtenemos el catolicismo puro.
Un católico puede ser definido como alguien que ha sido bautizado y en dicho Bautismo sus padres y padrinos dan su consentimiento a Dios y al sacerdote de que este niño crecerá como católicos. Eso implica que van a obedecer lo que Jesús enseña que está contenida en la Biblia, el depósito de la fe y la tradición apostólica que se han transmitido a nosotros a través de la iglesia católica. La simple realidad de identificarnos como católico, implica que hemos acordado vivir como nos enseña la iglesia católica.
Entonces, ser católico significa que vamos a hacer las cosas de la manera en que Dios quiere que las hagamos, y no de la forma que “subjetiva y personalmente yo siento” es correcta o no.
Una vida católica definitivamente no es una vida vivida según lo que enseña el mundo, ni según lo que escuchamos en la televisión, ni lo que vemos en las películas, ni lo que se enseña en las escuelas, ni lo que leemos en revistas, en la música que escuchamos ni lo que nos dicen la mayoría de personas acerca de qué es bueno y malo. Toda esta enseñanza de influencia mundana no es definitivamente lo que significa ser verdadero católico.
Como sabe cada uno de ustedes que leen esto, la mayoría de católicos están confundidos, son ignorantes o francamente desobedientes de lo que Jesús nos ha enseñado sobre lo que es correcto e incorrecto.
Debido a esta ignorancia y confusión, creo que es muy importante que los católicos tradicionales den una verdadera información católica al católico medio.
Sí, hay millones de católicos rebeldes que conocen la verdadera enseñanza católica pero que, sin embargo, han decidido que está mal y ellos tienen razón. Por este motivo, no les importa lo que puedas presentarles o enseñarles, ellos no quieren saber la verdad sobre lo que cree y enseña la iglesia católica.
Pero hay otros que están sinceramente confundidos o demasiado influenciados por lo que escuchan en su parroquia progresista o en su familia católica liberal, amigos o todos los medios de comunicación que ven. Muchas de estas personas tienen un buen corazón y, si se les informa con la verdad católica de una manera educada y amable, pueden estar dispuestos a aceptarla y eventualmente cambiar su forma de vida.
Por esta razón, tenemos que idear una lista inclusiva de qué practicas hacer o no hacer como significado de decir; “Yo soy un católico”. Cuando decimos que somos católicos, implica que estamos dispuestos a vivir en consecuencia.
Después de formar a estos mal formados católicos, tenemos que instruirlos sobre los malos efectos prácticos de desobedecer las reglas de Dios y la bondad y bendición que conlleva ser obediente a ellos.
Si estás tratando de ayudar a otros a convertirse para que vivan una vida como Jesús nos quiere como católicos, tienes que recordar que la conversión es un proceso lento. Recuerda y entiende esto, tenemos que mirar nuestra propia historia de conversión. Cada uno de nosotros tuvo que ir a través de varios pasos en el proceso de conversión. Primero tuvimos que recibir la nueva información. Luego tuvimos que procesar esa información y aceptarla. Y entonces, con el tiempo, comenzar a hacer cambios concretos en nuestras vidas según las nuevas verdades encontradas. Todo esto lleva tiempo. Y tenemos que ser pacientes con aquellos que están pasando por este proceso como Dios lo ha sido con con nosotros.
Finalmente tenemos que recordar que convertirse es una GRACIA. Informando a los católicos mal catequizados, nos convertimos en instrumentos de la gracia de Dios. Pero, todavía tiene que ser Dios quien obre la conversión en el alma de la persona real, que tiene que estar dispuesta a cooperar. Dios nunca obliga a nadie a amar, seguir y obedecer.
En próximos artículos enumeraré la lista de acciones de lo que significa ser católico.
Somos agraciados por ser católicos tradicionales y saber que hacer, y no hacer, para vivir una vida centrada en Cristo.
Padre Peter Carota