Estimado Santo Padre:
A la luz de su publicación de Amoris Laetitia, pensé en hacerle el favor de revisar si 1 Corintios 5 está de acuerdo con su nueva Exhortación Apostólica. Por favor considere reescribir todas las Biblias para reflejar esta corrección.
1 Corintios 5: Es ya de dominio público que entre ustedes hay uniones irregulares, como no se encuentran ni siquiera entre los paganos; dado que un hombre convive con la mujer de su padre. 2 ¡Y ustedes lo juzgan! ¿Acaso no debieran haber acompañado al hombre de tal manera que quien hizo esto se sienta bienvenido entre ustedes?
3 Pero yo, aunque ausente en cuerpo, más presente en espíritu; como si yo mismo estuviera presente me contuve de juzgar 4 en el nombre de nuestro Señor Jesucristo al hombre que hizo tal cosa, para que no se sienta un miembro excomulgado de la Iglesia. Cuando ustedes se reúnan, y mi espíritu esté presente con el poder de nuestro Señor Jesús, ustedes deberán mostrar comprensión, perdón, y acompañamiento y por sobre todo deberán integrar completamente a este hombre en el Cuerpo de Cristo, para que pueda experimentar a la Iglesia como una madre que siempre da la bienvenida, y cuida de todos con afecto.
6 Su juicio no es cosa buena. Todo el ideal del Evangelio y la enseñanza de la Iglesia deben tratar al débil con compasión, evitando irritar o hacer juicios excesivamente fuertes o apresurados. 7 No se sienten en la silla de Moisés, arrojando piedras y juzgando con superioridad y superficialidad. Por cuanto nuestro cordero pascual, Jesucristo, ha sido sacrificado. 8 Entonces, no pensemos que todo es blanco o negro, sino permitan que nuestras vidas se tornen maravillosamente complicadas.
9 En una carta anterior les pedí que se mezclaran con las personas sexualmente débiles — 10 refiriéndome a aquellos en uniones irregulares, y con los avaros, ladrones, e idólatras, para que estén atentos a la bondad que el Espíritu Santo siembra en medio de la debilidad humana. 11 Pero ahora les escribo para que no se mezclen con el que juzgue a los sexualmente débiles o avaros, a los idólatras, agraviadores, borrachos, o ladrones. Ni siquiera coman con él. 12 ¿Porque qué tengo que ver con los que piensan que pueden juzgar que otros viven en estado de pecado mortal y están carentes de la gracia santificante? ¿No son acaso los que juzgan en base a lo objetivo los que ya fueron juzgados por Dios? Por tanto, abracen a todos para mostrar respeto por aquellos que no viven a la altura de su modelo ideal.
Michael Lofton