Nos sentimos honrados de publicar esta nueva e importante advertencia, de un muy sabio, bien informado y muy influyente clérigo que escribe bajo el seudónimo de Don Pio Pace.
Cuidado: Grandes maniobras editoriales señalan al cardenal Tagle
Durante el cónclave de 2013, los ratzingerianos no vieron venir la muy eficaz campaña que, desde de la sombra, dirigía el arzobispo de Buenos Aires.
Hoy día, cuando en el entorno eclesiástico opuesto al establishment bergogliano, se menciona la “candidatura” del cardenal Tagle (arzobispo de Manila), el sujeto apenas es digno de mención. Y, sin embargo, las grandes maniobras editoriales, ¡han empezado con él!
La vaticanista Cindy Wooden, que dirige Catholic News Service, ha publicado su biografía: Luis Antonio Tagle: Predicar escuchando (Prensa Litúrgica, 2015). Calificado como el «cardenal de los pobres», un hombre que escucha, un hombre de diálogo, se presenta como el que está en la línea de una nueva evangelización. El libro está siendo traducido en varios idiomas, incluyendo el francés. En Italia, otro libro sobre el cardenal Tagle está por salir: Dio no Dimentica i poveri. Vita La mia, la Lotta mia, le mie speranze [(Dios no se olvida de los pobres: mi vida, mi lucha, mi esperanza) Editrice Missionaria Italiana], siempre con el mismo tema de “el hombre de la evangelización” y “los pobres”.
Tagle, un hombre inteligente, sin personalidad excepcional, joven (no tiene aún 59 años), firmemente liberal, es el personaje ideal para solidificar las esperanzas de todos aquellos que no desean que el pontificado del Papa Francisco sea un simple paréntesis. En un artículo anterior, 9 de febrero de 2015, escribimos aquí que este hijo de la clase alta de Manila había obtenido su licenciatura universitaria en los Estados Unidos (con el tema de la colegialidad episcopal), y había participado en los trabajos del equipo que supervisó la monumental Historia del Vaticano II, editado por la ultra-progresista Escuela de Bolonia (Giuseppe Alberigo y Alberto Melloni). Tuvo como mentor al padre Catalino Arevalo, jesuita filipino, que fue reconocido por la Federación de las Conferencias Episcopales de Asia como el “Padre de la Teología de Asia”, una versión local de la Teología de la Liberación. P. Catalino Arevalo fue un discípulo de Jürgen Moltmann y de su «teología trinitaria», que considera a la Trinidad como un “evento” fabricado, por decirlo de una manera sencilla, por el acontecimiento de la cruz, donde Dios hizo a Jesús su “Hijo” y obtuvo su “identidad” como “Padre”. Fue discípulo de Moltmann a quién Benedicto XVI, siempre especialmente sensible a las relaciones académicas, hizo arzobispo de Manila en 2011 y cardenal en 2012.
Un entusiasta elector de Francisco en 2013, se reunió con él de nuevo durante su viaje apostólico a las Filipinas en enero de 2015. El Papa Francisco le colocó delante de él, hasta el punto de que numerosos periodistas empezaron a tratarlo como el “heredero”. Uno de sus más poderosos partidarios, el cardenal hondureño Rodríguez Maradiaga -coordinador del Consejo de 9 cardenales acusado por el Papa de la proposición de ideas para la famosa reforma de la Curia-, le había elegido presidente de Cáritas Internacional el 14 de mayo de 2015, con una mayoría de 91 sobre 133 representantes, como un defensor de los marginados.
¿Las ideas litúrgicas del cardenal Tagle? Están bien expresadas por su predecesor, el cardenal Gaudencio Rosales, emérito de Manila, quién, durante una misa presidida por el cardenal Tagle el pasado 26 de enero -en el 51° Congreso Eucarístico Internacional, que tuvo lugar en Cebu, Filipinas-, le animó a “hacer Eucaristía liberándose de los rituales”.
Un co-presidente de las dos últimas Asambleas del Sínodo de los Obispos, las de 2014 y 2015, se había dado a conocer, en una conferencia de prensa en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, con estas palabras: «En este Sínodo, el espíritu del Vaticano II se ha hecho manifiesto en los Padres». En su libro, Cindy Wooden presenta el cardenal de Manila como un hombre del futuro, uno de los grandes futuros pastores de la Iglesia. Lo que San Carlos Borromeo fue para el Concilio de Trento, Luis Antonio Tagle sería para el Vaticano II: el ejemplo de una nueva forma de gobernar en la Iglesia. Es, de cualquier forma, la imagen que desesperadamente se está “poniendo a la venta”…
Padre Pío Pace
[Traducido por Rocío Salas. Artículo original.]