La Parábola del Sembrador (Lc 8: 4-15)
El Señor nos habló en esta parábola de la importancia del terreno donde caía la semilla y a ello asoció el fruto que la misma daba; pero se le «olvidó» decirnos que también dependía del sembrador.
Hoy vamos a hablar de la importancia del sembrador y de la necesidad de que sea fiel a la hora de sembrar la semilla de Dios.
El sembrador no ha de predicar de sí mismo. La semilla que ha de sembrar es Cristo.