Virginia Coda Nunziante es presidenta de la Marcia per la Vita, la marcha por la vida, el gran acontecimiento pro vida que el próximo 19 de mayo animará una vez más las calles de Roma. La cita será a las 14:30 en la Piazza della Repubblica, y contará con una numerosa participación. Y además, en esta ocasión la marcha reviste más importancia que nunca. «Los temas centrales son tres –explica–. Para empezar, se cumplen cuarenta años de la entrada en vigor de la ley 194, que cuenta en su haber con un bagaje de 6 millones de niños abortados. Este es el primer tema importante. Queremos abrir los ojos de los ciudadanos a esta tragedia.»
Con miras a la Marcha, CitizenGo colocó por las calles de Roma carteles contra el aborto. Inmediatamente surgieron peticiones a la alcaldesa Virginia Raggi, solicitando que los retirasen, como sucedió hace algunos meses.
Sí, ya sucedió en una ocasión. También en este caso se han movilizado rápidamente la organizaciones feministas, y es probable que la alcaldesa ordene retirar también los carteles. Estas cosas hacen reflexionar sobre la libertad de expresión que tenemos en la actualidad. Estadísticamente, lo que afirma Citizengo (que el aborto es la principal causa de feminicidio en el mundo) es la pura verdad. Y sin embargo se niega la posibilidad de dar a conocer esta verdad a la opinión pública. Es la dictadura del pensamiento único. Eso sí, no pueden impedir que hagamos la marcha. Con ella manifestaremos públicamente nuestra protesta, para que todo el mundo conozco los verdaderos datos y cifras.
Han pasado 40 años de la entrada en vigor de la ley 194. En los últimos meses varias agrupaciones de izquierda e incluso la ex ministra Livia Turco han protestado, sosteniendo que en numerosos casos aquí en Italia el derecho al aborto no está garantizado, porque hay demasiados objetores y la píldora abortiva no está suficientemente difundida.
Yo creo que debería haber muchos más objetores. Ahora bien, es inaceptable que regiones como el Lacio hagan propaganda para que en los hospitales se contrate a médicos que no sean objetores. Es una clara discriminación. En todo caso, por desgracia, es Italia se puede abortar prácticamente en cualquier sitio. Las campañas como la que acaba de mencionar son un pretexto para difundir más todavía la píldora abortiva, que de hecho está permitida. La venta de la píldora del día después y de la de los cinco días después se han cuadruplicado. Es un verdadero drama, peor aún que el aborto quirúrgico, porque con la píldora la mujer está completamente sola.
Sea como sea, los objetores son muy numerosos. Y en nuestro país han disminuido los abortos, sobre todo entre los jóvenes. Eso indica que está cambiando algo.
Sí, es cierto. He hablado con médicos y enfermeras que trabajan en departamentos que practican abortos, y dicen cosas que dan mucho que pensar. Tener que matar niños todos los días te cambia la mentalidad, el carácter, suscita una crisis de conciencia. Los propios médicos se dan cuenta de que no es posible hacerlo por mucho tiempo.
A propósito del aborto, el próximo día 25 tendrá lugar el referéndum en Irlanda.
Nuestros amigos pro vida de Irlanda están manos a la obra para que no pase allí lo que sucedió aquí hace 40 años. Nosotros hemos visto los dramas a los que ha dado lugar, y ellos están haciendo lo posible por evitarlos.
Es curioso que famosos que se dicen católicos, como el cantante Bono del grupo U2, tomen partido por el aborto.
Hay que ver la hipocresía tan tremenda que hay en el mundo católico. Esos personajes se amoldan a lo políticamente correcto, a lo que los medios proponen como única forma de dar libertad a la mujer, y cosas por el estilo. Todo eso se ha metido ya en la mentalidad de los católicos. Nos encontramos mucho con ideas de ese estilo, y lo que queremos denunciar es precisamente la hipocresía de esos católicos. En cualquier caso, el aborto consiste en el asesinato de un niño inocente.
¿Cuál es el segundo tema que quieren abordar en la marcha?
La eugenesia. Vivimos en una época en que ésta se practica abiertamente. Denunciamos la eliminación de los niños con síndrome de Down. Denunciamos la eliminación de los niños con malformaciones. Tenemos muchos testimonios de casos así.
Cuando habla de eugenesia no se puede evitar pensar en casos como el de Alfie Evans.
Exactamente. Tenemos ante nosotros un Estado que se arroga el derecho a decidir si una vida es digna de vivirse o no. Es una lógica totalitarista, de un Estado que pretende que los hijos sean propiedad suya. Hablé de la eugenesia previa al nacimiento, pero es evidente que también la hay después, dado que el Estado puede decidir que la vida de un niño es inútil, como pasó con Alfie. Queremos evitar que en Italia se llegue a situaciones semejantes. Queremos reafirmar el derecho a la vida contra las imposiciones de los estados totalitarios.
¿Y el tercer tema de la marcha cuál será?
El fin de la vida. Contaremos con el hermoso testimonio de la madre de un niño francés que se llama Vincent Lambert. Lleva diez años en estado vegetativo, y los médicos quieren retirarle la alimentación y la hidratación. Los padres han ganado un proceso judicial y han conseguido impedirlo.
Éste también es un tema candente, en vista de que hace poco se aprobó el testamento vital.
La ley sobre el documento de voluntades anticipadas prepara a todos los efectos el terreno para la eutanasia. Queremos decir no desde ya a las leyes que permitan la eutanasia.
En los últimos días, a raíz de la decisión de Chiara Appendino, alcaldesa de Turín, de que en el registro civil se inscriban los hijos de matrimonios homosexuales, se ha reabierto el debate sobre los vientres de alquiler.
Es la mayor esclavitud de este siglo. La vida humana se convierte en fruto de un deseo personal que debe cumplirse inmediatamente. De eso modo, el hijo se vuelve un objeto. Sin tener en cuenta, además, la utilización del cuerpo de la mujer: se usa y casi destruye su cuerpo para satisfacer unos deseos sumamente egoístas. Es una forma hipócrita y sutil de utilización.
(Traducido por Bruno de la Inmaculada)