Exclusiva FSSPX: Mons. Fellay nos cuenta sobre el acuerdo con Roma inaugurando el Seminario más grande del mundo

Exclusivo FSSPX – Obispo Fellay cuenta a Rorate de las Negociaciones con Roma, mientras inaugura el Seminario más Grande del Mundo en Virginia

Una Conversación con el Obispo Fellay

Por el Padre Kevin M. Cusick*
Corresponsal de Rorate
en la apertura de un seminario
de la FSSPX en Virginia

Fieles de todas partes se congregan

Docenas de automóviles de diferentes estados y de Canadá formaron fila en el sendero de ripio que conecta el camino rural asfaltado del pequeño pueblo de Dillwyn, Virginia, con el nuevo seminario de la Fraternidad de San Pío X, situado sobre una loma en el corazón de la propiedad. Encontré un espacio libre en un sendero lateral y comencé a caminar, uniéndome a fieles jóvenes y ancianos  camino a la santa misa que daba comienzo a los eventos del día planeados para la inauguración de la nueva sede norteamericana con la misión de formar sacerdotes para el apostolado.

Una pareja no católica de Farmville, Virginia, se detuvo y me ofreció llevarme, él era invitado VIP de la Cámara de Comercio. Acepté agradecidamente: mis zapatos formales no estaban preparados para el trecho que faltaba por el camino que cada tanto aparecía embarrado. Bajé del vehículo frente a una amplia carpa blanca en la que la misa solemne pontifical ya estaba en desarrollo, había sacerdotes confesando en el espacio abierto contiguo.

Los eventos del día

Una vez dentro de la carpa, encontré asientos disponibles adelante, junto a las hermanas de la FSSPX, frente al comulgatorio provisional. Más de 1.000 intrépidos fieles desbordaban la carpa, algunos con barro en sus zapatos, evidencia elocuente de las dificultades que estaban dispuestos a soportar por una fe alimentada por la misa de todos los tiempos. Las abundantes familias se han acostumbrado sin lugar a dudas a la misa en el campo, bajo un tiempo inclemente, a lo largo de años de lo que ha sido un apostolado sin hogar. Sin embargo, el sol radiante de este día prometía una bendición natural para acompañar al ministerio sacramental del obispo.

La misa fue ciertamente hermosa, garantizada por la fidelidad a la tradición heredada para asegurar una digna alabanza y el honor de Dios. La schola y los servidores del seminario, soldados alertas y atentos en el ejército del Señor, formados ahora para el futuro, para luchar por Sus derechos como Dios entre los hombres que a veces se quedan atrás en su amada devoción.

La homilía del obispo Fellay

En su homilía, el Obispo Fellay habló simplemente y sin pretensiones sobre el nuevo seminario, la vida de los seminaristas, y la misión del sacerdocio en la Iglesia para la salvación de las almas. La oración, el silencio, la lectura spiritual y el desapego de las cosas terrenales están entre las necesidades de los hombres llamados al sacerdocio, nos recordó.

Muchos jóvenes y familias provenientes de una docena de estados o más, son una promesa fuerte para el futuro. Algunos formando fila delante de mí para el almuerzo habían volado desde Saint Mary, Kansas. También se evidenciaban acentos europeos, en línea con la identidad fuertemente internacional de la Fraternidad.

El edificio del seminario había sido aprobado para su ocupación el día anterior y sólo bajo la condición de que hubiera un camión de bomberos presente. Incluso un benefactor generoso lo hizo posible para que el evento pudiera desarrollarse tal como había sido planeado.

El almuerzo tuvo lugar en un gran comedor bajo un imponente crucifijo, así como en mesas colocadas en un patio junto a una reserva de agua, necesaria en caso de incendio debido a la ubicación alejada del seminario.

Bendiciones

La procesión de bendiciones comenzó con el obispo y el clero formado en la pequeña capilla del seminario, saliendo al encuentro de los fieles en el exterior para comenzar las letanías y oraciones de bendición. Primero se bendijo el exterior del edificio y luego el interior, el comedor y el crucifijo del comedor mientras cantábamos “Asperges me”. Unas campanas no litúrgicas de bronce, provenientes de Francia, fueron bendecidas afuera y luego colgadas en los salones y aulas para señalar los períodos del día de seminario.

El edificio del seminario evoca a un castillo del romanesco francés, con sus torres redondeadas en sus esquinas cubiertas por techos cónicos. Los muebles son económicos, para priorizar la calidad de la construcción y que dure muchos años, en ladrillo, piedra, laja y cobre. Pavimentos de travertino turco desplegados sobre los andadores de cemento; las pesadas puertas de madera y los pasamanos fueron realizados por los seminaristas expertos en el oficio de carpintero. Éstos fueron logrados en una artesanía bella y amorosa destinada a perdurar, reflejando tanto la belleza de nuestro Dios Creador en sus obras así como su imagen en el hombre, cuyas habilidades le dan gloria.

img_1082Me encontré con el obispo Fellay luego de un recorrido por el seminario; trabajos en detalles de acabados finales interrumpidos brevemente para permitir la hospitalidad necesaria para atender a los numerosos invitados del día. El trabajo ha progresado lo suficiente como para permitir que comiencen la adoración, las oraciones y las clases. Nuestra conversación fue posible gracias a la amabilidad del jefe de relaciones públicas de la Fraternidad y de los sacerdotes de ésta.

“Casi listo”

Pregunté al obispo si tenía buenas noticias para compartir sobre el estado de la prelatura personal que se rumorea Roma ofreció para integrar la Fraternidad plena y permanentemente en la vida de la Iglesia universal. El Obispo describió el acuerdo actual como “casi listo” y uno de “sintonía fina”, su conducta y expresión transmitiendo confianza y serenidad. Cuando le pregunté si la situación era apenas aquella en cuanto a la oración, éste aseveró rápidamente que el desarrollo en el procedimiento canónico ha avanzado más allá de ese punto. Pero, dijo, “el problema no está ahí” sino en la cuestión del Vaticano II.

“Aún hacen falta aclaraciones.”

Sin embargo, procedió a explicar que los documentos del Vaticano II están en discusión, una cuestión que muchos lectores conocen, siendo los puntos más difíciles los documentos que tratan la libertad religiosa, el ecumenismo y la reforma de la liturgia. La Fraternidad ha sido firme y consistente a lo largo de los años en que estas enseñanzas son incompatibles con la tradición integral de la Iglesia.

El obispo recomendó tres grandes entrevistas ofrecidas por el Arzobispo Pozzo y publicadas por el periódico de obispos franceses La Croix como buena fuente para un adecuado resumen del estado actual de las conversaciones entre la Fraternidad (FSSPX) y la Santa Sede, porque “estas dan la posición de Roma claramente”. La más reciente de estas fue publicada en julio.

Al describir las conversaciones sobre los documentos del Vaticano II con Roma, el obispo detalló  que la instancia es de “clarificación”. Lo mencionó como caso particular, considerando que el Arzobispo Müller afirmó que la Fraternidad debe aceptar el Vaticano II, incluyendo las cuestiones bajo discusión.

“Los Modernistas”

El obispo dijo que “hay mucha presión de quienes llamamos modernistas” para que las cosas se tornen imposibles a la hora de integrar a la Fraternidad.

Dijo que aquí se inmiscuye una “cierta mentalidad” y “usted sabe que puede ser muy difícil cambiar mentalidades; es la mentalidad de cierta generación” y estas cosas “llevan tiempo”. Dijo que debemos alcanzar un punto en el que uno puede “estar en desacuerdo y seguir siendo católico” cuando se trata de los puntos mencionados del Vaticano II.

Pareciera que el obispo Fellay está preparado para esperar si es necesario, tomándose su tiempo pero sin quedar ocioso, dado que la obra de la Fraternidad continúa creciendo y floreciendo. Le agradecí su ministerio como obispo y por la bella misa y homilía que dio apertura al primer día de una nueva etapa en la vida de la fraternidad.

Los hombres haciendo fila para reforzar, como sacerdotes, la vigorosa vida de la Fraternidad, comienzan su formación en el nuevo seminario, preparado para una capacidad de 120, es un signo de una fe robusta. No hay modernistas aquí.

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*P. Cusick, capellán de la marina de los Estados Unidos, es también sacerdote en San Francisco de Sales, Benedict, Maryland (Arzobispado de Washington)

(Artículo original. Traducido por Marilina Manteiga)

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