Me llamaba la atención un artículo que me pasaba un amigo esta semana pasada. Estaba firmado por un Sacerdote, si la biografía pública que figura en Internet, es real. El nombre del articulista, que también se prodiga como escritor de novelas, es lo de menos, lo importante y lamentable es lo que larga por esa boca. Si fuera el único que dice estas insensateces y las publica, valdría la pena poner su nombre, para que algún Obispo o Superior lo llamara al orden, pero son una pequeña legión y lo preocupante es que a su cargo tienen Parroquias, publican en revistas, tienen el blog parroquial, Facebook, Tweeter, etc . No es la primera vez que escucho una homilía de Pagola sin Pagola, por citar a algún personaje de la cuadrilla. He visto con mis propios ojos, homilías de este Sacerdote en el ambón de algunas Parroquias y he tenido el disgusto de tener que soportarlas. Pues abran bien sus oídos, porque nos las meten sin que nos enteremos, como quién no quiere la cosa. Se ha convertido en una práctica habitual entre el clero, extraer homilías de las páginas web de Internet y el problema no es que impriman una del Padre Gálvez hablando del Evangelio del día, que eso sería digno de admiración y elogio, la gravedad estriba en que nos quieren deformar desde el ambón, sutilmente y sin que nos enteremos, con documentos que se podrían calificar como “terrorismo eclesiástico”, sin incurrir en temeridad al utilizar esta expresión.
“Sostengo que muchos de los comportamientos de sacerdotes y laicos durante la celebración eucarística son fundamentalmente mágicos, no religiosos. ¿Te imaginas a los apóstoles arrodillándose ante el pan o a Jesús recogiendo las miguitas del plato? Estos comportamientos reflejan que nuestra actitud ante el signo sacramental es mucho más mágica que religiosa”, esto es lo que leía en dicha publicación que se define como religiosa, en la que colabora, incluso, algún Cardenal español. ¿Cómo les queda el cuerpo? ¿Les parece apropiado el discurso? Pues sepan Vds. que esta revista está presente en muchas Sacristías, tanto para lectura de los Laicos como para la propia formación del Sacerdote y además el que escribe, lo suelta en su Parroquia, ni lo duden. Apostilla el artículo con lo siguiente: “A lo que más me recuerdan nuestras misas es al teatro del absurdo de Beckett.”. En este punto, debo decir que estoy totalmente de acuerdo, resulta ciertamente complicado encontrar una Iglesia donde la Santa Misa se celebre siguiendo el Misal y las Rúbricas y la predicación sea acorde a la Palabra de Dios, un teatro…muy cierto, desafortunadamente, es lo que vivimos habitualmente. ¿Podemos protestar los Laicos, podemos rebelarnos? En absoluto, tenemos que aguantar con esta dictadura total y absoluta impuesta por un Cura que se cree con derecho a hacer lo que le da la real gana aprovechándose de su condición Sacerdotal, no respeta a Dios ni a los Fieles allí presentes, dicho sin miramientos, se “cachondea de todo” y después nos dicen con toda la desfachatez que la relación con los Laicos es horizontal, ¿A quién quieren engañar Vds.? Completamente vertical, tenemos que aguantar sin derecho a réplica. No es la primera vez que un Cura le dice a alguien ante una queja, que sino le gusta, cambie de Iglesia. La mayoría de la Feligresía, siendo realistas, tienen una edad muy avanzada y en la mayoría de los casos, tiene que quedarse en lo que es su Parroquia, en otros casos, aunque uno pueda desplazarse, resulta indiferente, va a encontrar el mismo menú del día con distintos nombre.
Personalmente me he sentido muy dolida con esas palabras de un hombre Ordenado, riéndose de la Liturgia, “las miguitas del plato”, ¡Tremendo! ¿No? me parecen de una crueldad sin límites, una negación total y absoluta por parte de un Clérigo, de lo más Sagrado y real que hay, nuestro Dios, que está siendo pisoteado públicamente por lo que debería ser un Pastor de almas. ¿Se dan cuenta en manos de quién estamos? No miren para otro lado, puede ser su Parroquia y puede ser su Párroco. ¿Tenemos la culpa de esto que está sucediendo dentro de nuestra Iglesia? En absoluto, somos víctimas de estos verdugos disfrazados de corderos, que se presentan a la Comunidad Parroquial como cercanos y abiertos al diálogo. ¿Qué podemos hacer? En principio, denunciarlo públicamente para que los hechos salgan a la luz y después hacer oración y reparación.
Esta semana en un funeral, le escuchaba al Sacerdote en la homilía, lo repitió varias veces que “todos, absolutamente todos, nos vamos a salvar, seamos ateos, budistas, musulmanes o católicos, todos, siempre que seamos buenas personas”. Pero, ¿Cómo se puede decir esta insensatez desde un ambón ante un nutrido grupo de personas? ¿A qué estamos jugando, a llevar almas al infierno? Me quedé perpleja. Si se piensan que era un hombre, incapacitado mentalmente, les diré que está tan lúcido como Vds. o yo, y como es tan gran predicador, lo llaman habitualmente para que presida Funerales. ¿Qué tenemos que hacer los que estamos sentados escuchando, levantar la mano y decir que no estamos de acuerdo que eso no es lo que enseña el Catecismo? Esto es una burrada tremenda, lo diga el Papa o el cura de la Parroquia de Barrio. Es para levantarse en medio de la gente y preguntarle, entonces, allí mismo, si es que estamos haciendo el imbécil, los que cumplimos con el Magisterio, los que nos Confesamos, los que vamos a Misa, ¡Qué más da” ¿No? Si se salva todo el mundo, relájense y disfruten del pecado. ¡Qué barbaridad! Qué tengamos que escuchar todas estas insensateces y no podamos decir nada y lo peor, cuánta gente, cuántas almas se condenarán por escuchar a los malos Pastores. ¿Se dan cuenta de la gravedad de la situación? No es que ellos se condenen, es que nos llevan a nosotros a esa misma condenación.
A lo largo del año escucho cientos de homilías, las buenas, se cuentan con los dedos de la mano. El plan está muy claro, nos recuerdan continuamente y machaconamente que la oración se hace en la calle, hablando con el pobre, con el desnutrido… ¡Vamos, que no le demos la paliza al cura, que le viene mejor tener la Iglesia cerrada!, que la Exposición Eucarística, prácticas de piedad y demás, son cosas del pasado, de nuestras abuelas, ya no digo el uso del velo, porque eso, ya ni lo mencionan, para no dar ideas. Que hoy en día la Iglesia admite todo tipo de relaciones porque estamos abiertos al hermano, se le llama así al pecado, hermano y es que ciertamente lo es, convivimos con él como si fuera de la familia. Y por si les parece poco, les cuento que esta semana, en un sermón, el Cura nos hablaba del político Pablo Iglesias, por el cual no dejó duda que sentía una gran admiración…Esto es de lo que nos hablan…Así está nuestra Iglesia…
No sé Vds. pero yo, no escucho una sola predicación en la que se recuerde que convivir con otra persona sin estar casados, es pecado mortal, que tener relaciones con alguien del mismo sexo, es pecado mortal, que procrear tus hijos mediante inseminaciones artificiales, es pecado mortal, que utilizar anticonceptivos es pecado mortal…¿Quieren que siga? ¿Vds. escuchan algo de esto habitualmente? Yo sólo lo leo aquí, en nuestra página, con claridad meridana a nuestros Santos Sacerdotes, es en el único sitio en el que veo Pastores que buscan la salvación de las almas. ¿Acaso una madre echa cianuro a su hijo en la comida? ¿Verdad que no? Pone siempre el principal ingrediente, amor…Pues eso mismo es los que esperamos de nuestros Párrocos, que se preocupen por nuestra salud espiritual y que nos muestren el camino al Amor.
Esto mismo, es extrapolable al Confesionario, donde también se aprovecha por parte de algunos Sacerdotes para corromper nuestra alma. Últimamente en mi ciudad, encontrar un Confesor, empieza a ser comparable a esos juegos de “en busca del tesoro”. Más de una hora caminé esta semana por distintas Iglesias y no vivo en el medio de la montaña, sino en una ciudad con una Iglesia cada cinco minutos una de la otra, ¡ni un Confesor! ¿Y saben que sucede cuando por fin encuentras a uno? Que empiezas a decir tus pecados y por lo visto, el Catecismo ha cambiado y ahora, hay cosas que no son pecado, esto no es una broma, esto es muy serio. Incluso me comentaba una amiga el otro día, muerta de la risa que el Cura le había dicho que se fuera a un psicólogo. Pudiera ser el caso que lo necesitara, pero les aseguro que mi amiga no tiene ningún problema que no se solucione con ayuda espiritual, como así fue, cuando habló con otro Sacerdote.
¿Podremos resistir hasta el final soportando continuamente este ataque del maligno? En el Evangelio de Mateo tienen la respuesta, “Et nisi breviati fuissent dies illi, non fieret salva omnis caro; sed propter electos breviabuntur dies illi”, “de no acortarse esos días, no se salvaría nadie; pero en atención a los elegidos esos días se acortarán”, sólo cabe decir: afortunadamente.
Dense cuenta que todo esto, no es lo que queremos los fieles, nos lo imponen, esto no es un homicidio voluntario, es un asesinato, están aniquilando nuestras almas. Es normal que la gente mire el reloj cuando el Cura está predicando y salga molesto si se ha pasado del tiempo, porque miren Vds. para oír lo que nos cuentan casi todos los Domingos en la mayoría de las Iglesias, es mejor no escuchar nada. Y pensarán Vds. ¿Cuál es el interés principal de este clero corrupto? Es muy sencillo, no trabajan para el Señor, está claro quién gobierna su corazón, son funcionarios del mal que tienen comisión por llevar nuestras almas a la condenación. Los hay muy famosos de nombre, en cuyas Parroquias, se rumorea que los Domingo no cabe la gente para escucharlos…Ese es el problema, ya no se escucha la Palabra de Dios, se va a escuchar a José Mari que con el alba sin cíngulo y sin Casulla, sale a Oficiar la Santa Misa, este es el plan general de la Misa Dominical
¿Recuerdan Vds. el Salmo 90? “non nobis Domine non nobis sed nomini tuo da gloriam, falta hace que se lo recuerden a algunos Presbíteros para que dejen libre el escenario, esto no es una representación teatral, en el Altar está el mismo Cristo y en la Santa Misa, recordamos el Sacrificio de su muerte y resurrección.
“Son muy pocas las ovejas bien alimentadas y sanas, es decir, aquellas a quienes no falta el sólido manjar de la verdad y se apacientan abundantemente con los dones de Dios. Pero los malos pastores ni a éstas perdonan; les parece poco descuidar a las enfermas y errantes, a las débiles y descarriadas, y llegan incluso a dar muerte a las que están fuertes y sanas. Y si estas últimas conservan la vida, viven, en todo caso, únicamente porque Dios cuida de ellas, pero por lo que se refiere a los pastores, éstos hacen lo posible por matarlas.” (San Agustín)
Sonia Vázquez