Esto acaba de llegar de NCR: «La visita del papa Francisco a Lund, Suecia, para conmemorar el 500 aniversario de la Reforma comprenderá «dos partes» que comienzan con un «servicio de oración común” en la catedral luterana de Lund y continuará con un acto público en Arena Malmö, que estará abierto a una participación más amplia, han anunciado el Vaticano y los líderes luteranos.
«En una declaración conjunta emitida hoy por la Federación Luterana Mundial (FLM) y el Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, reiteraron que el encuentro del 31 de octubre se centrará en los temas de «acción de gracias, arrepentimiento y el compromiso de testimonio común».
También dijo que el objetivo general del acto ecuménico «es expresar los dones de la Reforma y pedir perdón por la división perpetuada por los cristianos de las dos tradiciones». Leer el artículo AQUÍ
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Comentario de Remnant: Ah, sí, los «dones de la Reforma» – tales como el rasgado por la mitad de la santa cristiandad. El principio del fin del santo imperio romano. La destrucción del Estado católico. La pérdida de millones de almas que fueron víctimas de las herejías viles de Martin Lutero.
Y no olvidemos pedir perdón por los grandes santos que dieron su vida en defensa de la santa Madre Iglesia bajo el asalto vicioso de los ‘reformadores’ protestantes. Tomás Moro, por ejemplo, utiliza el término griego «anarchos» para describir la revuelta protestante. El creyó que «todo el gran cambio de la conciencia europea en el siglo XVI fue debido al odio que ellos [protestantes] tuvieron de todo el buen orden y el gran hambre que tienen que hacer [todo] desordenado».
Ya ves, pobre Tomás Moro no creía ‘que hacer un lío’ fuera una idea especialmente buena. Consideraba a los luteranos como «daemonun satellites» («agentes de demonios»), de hecho, tuvieron que ser detenidos antes de que llevaran a la sociedad civilizada a la ruina.
En su libro, La vida de Tomás Moro, Peter Ackroyd explica: «Esto ya no era un momento para interrogar, o para la innovación, o la incertidumbre de cualquier tipo. Él [Moro] culpó a Lutero por la revuelta campesina en Alemania, y sostuvo que todo el caos y la destrucción fue resultado directo del desafío de Lutero a la autoridad de la Iglesia; con el pretexto de la «libertas» Lutero predicó «licentia», que a su vez condujo a la violación, el sacrilegio, el derramamiento de sangre, el fuego y la ruina».
Y ¿por qué no? De la misa, de su ordenación sacerdotal, la liturgia amada de sus padres y antepasados, Santos y mártires, durante mil años, Lutero sisea: «Declaro que todos los burdeles… todos los asesinatos, los homicidios, los robos y adulterios han forjado menos abominación que la misa papal».
Esto de alguien que, por su propia confesión, fue «inspirado» -mientras estaba en su retrete, no menos- con la certeza de que la Iglesia era la gran ramera de Babilonia, que cuatro de sus siete sacramentos eran abominaciones, al igual que su sacerdocio, celibato, papado y la vida monástica. En su retrete, Lutero lo descubrió, lo único que se necesita es fe sola… y las leyes del cristianismo ¡al diablo!
«Sé un pecador y peca con valentía,» dijo Lutero, «pero ten fe más fuerte y gloríate en Cristo, que es la victoria del pecado, la muerte y el mundo. No te imagines por un momento que esta vida es la morada de justicia: El pecado debe ser cometido… El pecado no te puede separar de Él, a pesar de que cometas adulterio cien veces al día y cometas muchos asesinatos».
Compara estas palabras a otras similares escritas por el satanista Aleister Crowley: ¿»estamos caminando en el miedo eterno, no sea que algún «pecado» nos separara de la ‘gracia’? De ninguna manera… Vive como los reyes y príncipes de este mundo siempre han vivido, coronados y sin corona, como maestros siempre viven… hagan de su auto-indulgencia su religión… Al beber y bailar y tomen deleite, no estás siendo ‘inmoral’, que no estás ‘arriesgando tu alma inmortal’; estás cumpliendo los preceptos de nuestra santa religión [satanismo]… ¿no es mejor esto que ir oprimidos por la conciencia del ‘pecado’, buscando con cansancio la simulación de ‘virtudes’ tediosas y aburridas?»
El protestantismo, el satanismo, la masonería, éstos no eran más que hermanos en armas en la antigua guerra contra la santa Iglesia, una guerra fomentada por agentes del desorden. Incluso algunos de los amigos de Lutero admitieron fácilmente que la «Reforma» era anárquica.
Por ejemplo, el ex cura Martín Bucero, que se había beneficiado de dispensas morales de Lutero, donde el ex-monje y sus votos estaban de por medio, no obstante admite: «Toda la Reforma fue una gran indulgencia para el libertinaje. La mayor parte de la población parece sólo haber aceptado el evangelio con el fin de sacudirse el yugo de la disciplina y la obligación de ayuno y penitencia, que se posó sobre ellos en el papado, y que puedan vivir de acuerdo a su propio placer, disfrutando de sus deseos y apetitos sin ley y sin control. Esa fue la razón por la que prestaron oídos dispuestos a la enseñanza de la justificación por la fe sola y no por las buenas obras, por lo que no tenían gusto».
No es de extrañar que Erasmo (quien también abogó por la Reforma) escribiría: «el luteranismo no tiene más que dos objetos en el corazón: el dinero y las mujeres».
Y ahora el papa Francisco se dirige a Suecia para conmemorar lo que Martín Bucero llamó «una gran indulgencia para el libertinaje» y santo Tomás Moro condenó como el proyecto demoníaco del Anticristo mismo – la revuelta protestante.
Dios nos ayude, ¡qué le pasa a este hombre!
Michael Matt
[Traducido por Rocío Salas. Artículo original.]
