Camino de casa, tras la misa del día de San Esteban, pasé por delante de un supermercado, donde vi a un empleado descolgando rápidamente insignias rojas y verdes de algunas mesas delanteras, para hacer sitios al mostrador de licores, preparando la semana siguiente al Santo Día de la Cronología. Era el recordatorio anual de que, sea cual sea la “festividad” que el mundo secular celebra en esta época del año, se detiene en seco en el momento en que los católicos empiezan a celebrar la Navidad. Tristemente, este fenómeno, ha contagiado a algunos jóvenes y pobremente formados católicos (lo sé, a menudo, los dos términos van unidos), quienes, inconscientemente, se privan de la alegría del tiempo de Navidad, porque la sociedad les ha condicionado.
Cuando era muy joven, las monjas de BVM [1], nos enseñaron que, algunas veces, se referían a la Fiesta de la Epifanía como “la pequeña Navidad”. Nos explicaron que, después de la Navidad, éste era el evento más importante alrededor del Nacimiento de Cristo. Así como los pastores fueron los primeros en rendir homenaje al Rey recién nacido por invitación de los ángeles, los Reyes Magos fueron los primeros hombres que, de motu proprio, adoraron a un Rey del que no sabían nada. Hombres prestigiosos; extranjeros de grandes conocimientos y considerables riquezas que viajaron una gran distancia sin saber, realmente, qué les esperaba. Fue la primera señal de que la humanidad empezaba a ser consciente de que las cosas empezaban a cambiar. Así, “la pequeña Navidad” es, sin lugar a dudas, el otro extremo de “los doce días” que celebramos en esta época y que, tal vez, más que en ninguna otra, debería tener pleno reconocimiento por parte de los fieles. A continuación, me gustaría proponerles cómo compartir la alegría de estos días con aquellos que la ignoran.
- Diga “Feliz Navidad” hasta el final de la época: esto, ciertamente, provoca comentarios, sobre todo si se ofrece durante los primeros días del año nuevo, dándole una oportunidad perfecta para explicar a quienes le pregunten, algunas cosas acerca del calendario litúrgico.
- Busque tiempo para ir a misa: los días festivos durante la Octava de Navidad son los más significativos de la época (San Esteban proto-mártir, San Juan Apóstol…, por supuesto, los Santos Inocentes) e ir a misa, la menos algunos de estos días, es la manera de mantener la Santa época.
- Intercambiar los regalos el día de la Epifanía en lugar del día de Navidad: sin duda alguna, esto llamaría mucho la atención. Imagínense: católicos por todas partes evitando los centros comerciales y las tiendas, sin esa locura que llena estos lugares durante la denominada “época de compras”. Cuando, el 25 de diciembre llegue y pase, la población católica puede disfrutar de las rebajas pos-navideñas, ahorrándose largas colas y pagando mucho menos que pocos días antes, incluso en los envoltorios. Claro que, algunos de los “productos estrella” puede que se hayan terminado pero, ¿qué mejor manera de desviar la atención de los deseos mundanos y enfocarla en el evento que la humanidad celebra? El mundo no dudará en preguntar: “¿Por qué los católicos se intercambian regalos el día 6 de enero mientras todos nosotros pensamos en cosas profanas como el día de San Valentín?” (un tema para otro día). Al llegar a este punto, podemos decirles que estamos conmemorando el primer regalo que el hombre hizo al regalo de Dios a los hombres.
- Músicas, villancicos: seguramente, todas las emisoras de radio que, desde tres días antes de Halloween, estaban ansiosas por captar su atención con canciones navideñas sin parar, de repente, a medianoche del 25 de diciembre, vuelven a presentar músicas significativas como Sabbath Day, Black Sabbath o Madonna-rama Monday. Afortunadamente, en nuestros modernos y electrónicos días, podemos disfrutar de nuestros himnos y villancicos favoritos durante los días de Navidad, simplemente, colocando el CD en el reproductor cuando los amigos vengan de visita. Usted puede hacer lo mismo en el coche y, dependiendo de las circunstancias, incluso en el trabajo. Y si es cantante, por qué no incluir un par de los más conocidos en los conciertos de su coro. Tal vez los centros comerciales y los hoteles no les querrán más, pero no creo que las casas de retiro[2] o los hospitales les rechacen.
- La fiesta de la Epifanía: si es posible, en el trabajo o en la escuela, tómese libre el día 6 de enero. Muchas compañías permiten que sus empleados cojan algunos días de “vacaciones personales”[3]. Emplee ese tiempo en ayudar a aumentar la asistencia a misa y después celébrelo con la familia y los amigos. Si su jefe o alguien le pregunta, dígales que están cumpliendo con un Día Santo. Si bastantes fieles hicieran esto, podría resultar que, algún día, los negocios se vean obligados a adaptar las actividades anuales respetando los días festivos católicos.
- Epifanía: agua y tiza: si todavía no lo hace, pídale a su sacerdote que retome la honrosa costumbre de bendecir el agua y la tiza en la víspera o durante la misa del día de la Epifanía. El agua puede usarse para bendecir las habitaciones de su casa y la tiza para hacer la tradicional inscripción sobre el marco de la puerta. Mucho después de que el pesebre haya sido guardado y de que el árbol de Navidad no esté, la insignia anual de los Reyes Magos continuará dándole la bienvenida a usted y a todos los que entren en su casa.
Aquí tiene algunas sugerencias para mantener la plenitud de la temporada. Sin duda, usted tendrá algunas propias, que mantiene con su familia o amistades y que le invito a compartir con nosotros. Y les deseo una Feliz Pequeña Navidad a todos .
[Traducción de Sarita Riveros. Artículo original]
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[1] Por las siglas en inglés de Blessed Virgin Mary (Virgen María Bendecida). (N. de la C.)
[2] Casa de retiro (retirement homes) es la denominación de las urbanizaciones construidas ex-profeso para personas jubiladas; son viviendas individuales o para parejas con servicios comunes a todos los residentes. (N. de la C.)
[3] En España existen los días festivos por “asuntos propios” que, generalmente, sólo disfrutan los funcionarios públicos. (N. de la C.)