[LifeSiteNews] Los organizadores del tradicional desfile de san Patricio en Boston, EEUU, han declarado que recibieron amenazas de activistas homosexualistas que prometían causar «disturbios» y «posibles muertes» si no se daba permiso a desfilar a un grupo de veteranos homosexuales. La policía de Boston aseguró a los organizadores que las amenazas eran creíbles. En el caso de no autorizar al grupo «gay», no sólo advirtió de que sería incapaz de garantizar la seguridad de los participantes, sino que insinuó que los organizadores serían los responsables de cualquier incidente. Ante la amenaza de violencia, el director del desfile, Tim Duross, permitió finalmente que desfilara el grupo homosexual, OutVets, algo que los medios de masas consideraron «una victoria contra la intolerancia».
Duross dice que pidió ayuda al arzobispo de Boston, el Cardenal Sean O´Malley, pero no le respondió. En palabras de Duross, «la Iglesia no quiso involucrarse». Es decir, en un evento multitudinario que se realiza para conmemorar a un santo católico, se celebra públicamente un pecado que clama venganza al Cielo… y la Iglesia no quiere involucrarse.