Según las autoridades alemanas, el ataque en la estación de Dusseldorf de ayer, 9 de marzo, «nada tiene que ver» con el terrorismo islámico. Supuestamente un hombre atacó e hirió a siete pasajeros con un hacha debido a su «desequilibrio mental». Como suele ocurrir, la policía no ha querido revelar el nombre del atacante, su foto, ni su afiliación religiosa.