La gratuidad de la Gracia Divina ha de ser fundamento de la vida cristiana, pero entendida y asumida como Dios quiere. De nuevo el Padre Romanoski nos regala una profunda catequesis para la fe y vida de fe. El predicador advierte de las dos herejías: pietismo y pelagianismo, que se oponen a esta gratuidad. Por un lado la actitud pasiva dejando a Dios «que lo haga todo», bastando nuestra fe (posición propia del protestantismo que cree en la salvación sólo por la fe), y por otro el voluntarismo de quien cree «conquistar» el Cielo con la sola fuerza humana y sin contar con la Gracia Sacramental. Entre ambas posturas heréticas, el Predicador nos explica el equilibrio de «fe-oración-caridad» necesario para asumir la gratuidad en el alma y vivirla en libertad desde el corazón. Escuchemos atentamente: