Enero 12, 2017. (LifeSiteNews) – El cardenal Raymond Burke ha insistido una vez más en que los cuatro cardenales detrás de la dubia sobre Amoris Laetitia están cumpliendo con su deber católico al buscar claridad por parte del papa Francisco sobre sus ideas acerca de la enseñanza de la Iglesia católica sobre el matrimonio y la Eucaristía.
En una nueva entrevista en el diario italiano LaVerita, el cardenal Burke señala que hay muchos más que los cuatro cardenales que están preocupados por Amoris Laetitia, y también dice que no hay un calendario específico para una corrección formal.
Por parte del cardenal, en el día del juicio, él preferiría estar en buena conciencia ante Dios antes que preocuparse por las potenciales repercusiones políticas contra los cardenales por hacer la petición al Papa.
Mientras que hay una idea de que los cardenales Burke, Caffara, Meisner y Brandmueller podrían, o deberían ser degradados por el papa Francisco – perdiendo su rango de cardenales – por algunos errores como falta de respeto en la presentación de la dubia, el pensamiento no le preocupa o desanima al cardenal Burke.
«Ni siquiera lo pienso», dijo. “-Quiero decir, ciertamente, es posible. Ha ocurrido, históricamente, que un cardenal ha perdido su título. Pero no pienso en ello porque sé cuál es mi deber y no puedo distraerme por este tipo de pensamientos, ya sabes, preocupándome si voy a ser perseguido de algún modo por defender la verdad.”
El cardenal Burke dijo que se le ha preguntado directamente si tiene miedo de plantear un problema en este asunto, respondiendo que lo que temía en su lugar era tener la respuesta equivocada a Dios sobre la cuestión de si había defendido al Señor y Su enseñanza al final de su vida.
El cardenal declaró: «Y dije que lo que temo es tener que comparecer ante Nuestro Señor en el Juicio Final y tener que decirle: ‘No, no te defendí cuando te atacaban, la verdad que Tú enseñaste estaba siendo traicionada’. Y de esta forma, simplemente no pienso en ello.»
Los críticos de Amoris Laetitia se han enfrentado a fuertes contraataques de los defensores del papa Francisco, pero mientras hay quienes cuestionan o critican a los cardenales por someter la dubia, muchos otros insisten en que este era, de hecho, su deber.
Ed Pentin, el respetado corresponsal del Vaticano para el National Catholic Register, señala esta semana que había en realidad 30 cardenales que presentaron preocupaciones al Papa después de obtener una copia previa de Amoris Laetitia.
En la entrevista con LaVerita, traducida por Andrew Guernsey, el cardenal Burke aclara que «no hay absolutamente ningún plazo» para hacer la corrección formal del Papa. Él sugiere que sus comentarios anteriores a LifeSite indicaron que no podría suceder hasta después de la Epifanía.
Además, el cardenal dijo que no hay desacuerdo entre los cuatro cardenales. «De hecho, nunca dije que debería haber una confrontación pública», dijo. «Estoy de acuerdo con el cardenal Brandmüller, el primer paso sería pedir una reunión privada con el Santo Padre para señalarle las declaraciones inaceptables en Amoris Laetitia, mostrando cómo, de una manera u otra, no son adecuados para expresar lo que la Iglesia siempre ha enseñado».
En una reciente entrevista con The Remnant, el cardenal Burke subrayó la necesidad de presentar públicamente la dubia. Dijo que no plantear las preocupaciones llevaría a los católicos a creer que todo está bien en la Iglesia cuando ciertamente no lo está.
«Pero no, eso no es suficiente (aceptando la ambigüedad porque vino del Papa)», explicó el cardenal Burke. «Porque dondequiera que voy – y viajo mucho ahora – en todas partes que voy la gente está diciendo: ‘¿Qué les pasa cardenales? Hay estas cuestiones serias, y sin embargo permanecen en silencio. No dicen nada».
«Y tienen razón», continuó. «Si permaneciéramos en silencio, definitivamente daría la idea a los fieles de que todo está bien. Pero todo no está bien”.
(Traducción Rocío Salas)