Uno de los grandes éxitos de Satanás, desde la segunda mitad del siglo XX, es hacer creer que NO existe. Otro éxito, ligado al anterior, es que desaparezca en sentido de PECADO en las conciencias. Pues para aquellos que no creen en su existencia (con lo que niegan la Palabra de Dios, como recordó Juan Pablo II), les invitamos a escuchar su aterradora voz grabada en las sesiones del exorcismo de Anneliese Michel (joven alemana fallecida en 1976). Sobre esta historia real se inspiró el film «El Exorcismo de Emily Rose».
Aquí vemos su tumba:
Esta joven católica, Anneliese, está en proceso de beatificación (muy a pesar de los sectores modernistas del catolicismo alemán), por ser una verdadera MÁRTIR de la Fe. Tuvo una experiencia mística donde la Virgen María se le apareció en su intimidad, y la invitó a sufrir por amor a Cristo y por la conversión de los pecadores. La cruz que María le mostró a Anneliese era impresionante: «Dejarse ser poseída por el diablo, por cuyas secuelas sufriría la misma muerte a la par de un periodo durísimo de dolor durante el exorcismo, para de esa manera conseguir que muchos de los que hoy no creen en el diablo vuelvan a creer para así evitar su condenación». La joven Anneliesse podía rechazar esa cruz, y la Virgen María lo habría aceptado. Pero esta joven dijo SI…..dijo SI a Dios para un sufrimiento que JAMÁS ser humano había pasado de forma voluntaria. Y, tras ese SI nacido de un corazón puro y santo como el de esa joven, se sucedieron los acontecimientos: la chica fue poseída por Satanás y cinco espíritus malignos más. Estos espíritus condenados decían ser: Caín, Nerón, Judas Iscariote, Flesichmann (un cura de terrible vida escandalosa en el siglo XVI), y Hitler. El exorcismo duró meses…casi un año de regulares sesiones donde había avances y retrocesos, hasta que la joven fue del todo liberada y murió en seguida a causa de los traumas en su cuerpo, y sobre todo por la desnutrición. Los dos sacerdotes que hicieron el exorcismo hubieron de soportar una denuncia por homicidio y el caso judicial trascendió de forma notable a la opinión pública. Finalmente, a pesar de ser condenados, la sentencia quedó en una libertad condicional y no pisaron la cárcel gracias a Dios.
La experiencia mística de Anneliese está recogida en una carta escrita por ella misma, que quedó en poder de uno de los sacerdotes.
Desde entonces, la tumba de Anneliese es lugar de peregrinaciones. Está en Kingenberg am main (Baviera).
Confiemos que su beatificación tenga lugar pronto. Lo merece quien es, en mi modesta opinión, la mártir que más amor a Dios ha tenido, pues no hay mayor martirio que el que ella padeció.
Desde la devoción particular: Anneliese Michel, INTERCEDE POR NOSOTROS
ESCUCHEMOS AHORA LA VOZ ATERRADORA DE SATANÁS: