Debate sobre los Aspectos Relevantes: “¿Es Francisco un hereje? ¿Puede ser depuesto?” Una conversación…

Nota del Editor: La historia nos asegura que hubieron santos en ambos lados durante los tiempos de la cautividad Babilonia o del Papado en Aviñón; por ello no debería sorprender que hombres de buena voluntad y pensamiento sólido puedan contradecirse unos a otros  acerca de la mejor acción a seguir en referencia a Francisco “el Grande”. El blog de The Remnant Fetzen Fliege, es un lugar donde nuestros escritores y amigos pueden “poner las cosas en claro” por así decirlo, acerca de los temas actuales. Fomentamos el vivo debate, con un cierto grado de informalidad, y el intercambio de opiniones, las cuales pueden diferir con la línea editorial de este periódico. Cuando se trata de Francisco, nuestra posición editorial oficial se resume en nuestra Carta Abierta a Francisco[i], que se publica en la parte superior de nuestra página web y está subtitulada: Un Llamamiento Urgente a Francisco para Cambiar el Rumbo o Renunciar al Oficio Petrino. La siguiente conversación encaja perfectamente con este ánimo, objetivo y propósito de este blog. MJM.

***

Recientemente, mantuve un intercambio de impresiones con un amigo teólogo en Roma, quién es un teólogo experto en Eclesiología[ii] y temas papales. Tenemos la misma opinión acerca del problema papal y discutíamos sobre qué hacer, si aún es posible hacer algo.

Han empezado los rumores acerca de la posibilidad de que un grupo de obispos y cardenales convoquen “un concilio ecuménico imperfecto” y promulguen una declaración acerca de porqué las manifiestas y pertinaces herejías han hecho que Jorge Bergoglio pierda el carisma papal. Esta línea de pensamiento, “deponer al Papa”, se está extendiendo, pero aún hay pensadores conservadores que son escépticos y, por diversas razones, dudan sobre su eficacia, considerándolo un problema aún mayor para la Iglesia.

Pregunté a mi amigo Tommaso por qué estaba entre los escépticos y pensé que los resultados de esta breve discusión podrían ser beneficiosos para aclarar mis pensamientos….

T: Desde su elección en 2013, las declaraciones y acciones públicas del Papa Francisco, han llevado a la gente a cuestionarse si la pregunta: «¿Es católico el Papa?» sigue siendo retórica. Más de un católico se ha cuestionado si los comentarios del Papa sobre la evangelización, la anticoncepción, la pena de muerte y otras doctrinas de la Iglesia han demostrado que rechaza la verdad católica y abraza la herejía.

HJMW: Bueno, una gran parte de las dificultades con Francisco no son sólo sus declaraciones. De hecho, está demostrando ser un maestro acerca de hacer declaraciones claras sobre cualquier materia, como hemos observado todos. El hecho de que se contradiga a sí mismo, citar incorrectamente las Escrituras y actuar contrariamente a sus propias posiciones expuestas con anterioridad (la Mafia es mala porque matan a las personas, pero se reúne y tiene gestos de amistad con los hermanos Castro; el aborto es un crimen terrible, para después hacer comentarios nada críticos sobre Emma Bonino, por nombrar sólo dos de los muchos más). Mucho de lo que hacen los papólogos estadounidenses sobre estas declaraciones, es seleccionar y escoger las más ortodoxas e impactantes para decir: “¿Veis?”. Pero el mismo Francisco contradice regularmente estas declaraciones, como ya se ha dicho, entre las 24 y 72 horas después de haberlas dicho, ya sea con sus palabras o con sus acciones. ¿Es posible condenar a una persona por inconsistencia herética? Parece un tema problemático.

T.: Sí y la cuestión tiene consecuencias importantes, los teólogos católicos ortodoxos están, generalmente, de acuerdo acerca de que la herejía formal -y sólo herejía formal, que está estrictamente definida- es suficiente para que el papa pierda su puesto. Algunos teólogos, de hecho, arguyen que la herejía formal hace que el papa pierda su cargo por ley divina. A pesar de que algunos teólogos no aceptan esta posición, sostiene que un papa herético debe ser depuesto.

»Pero, en relación al Papa Francisco, yo sugeriría que no es, de hecho, un hereje formal por diversas razones. En relación de cómo llegar a ser un hereje formal, alguien que ha sido bautizado debe obstinarse a mantener una opinión herética. Y creo yo, no hay dudas razonables sobre que Bergoglio fue bautizado. Entonces, la pregunta es si él tiene opiniones heréticas (una es suficiente) y si es pertinaz (es decir, si se aferra obstinadamente a esa opinión).

HJMW: El comentario “uno es suficiente” es, tal vez, más interesante de lo que se imaginan. La mayoría de la gente ve el problema de Francisco y están abrumados por la increíble maraña que se ha montado. Están confundidos  y perplejos con él y se encuentran pensando una cosa un día y lo contrario al siguiente. No se dan cuenta de que, canónicamente hablando, uno es suficiente.

»Me recuerda a Elliot Ness persiguiendo a Capone. Ness entendía bien a su oponente, era muy metódico en su línea de ataque y no se preocupó acerca de cosas en las que sabía que no le podía ganar. Capone era muy astuto para las cosas grandes, como el asesinato y el crimen organizado. Pero Ness sabía que que un crimen era tan bueno como cualquier otro y que el objetivo era conseguir que Capone terminara tras lasa rejas, por lo que se fue a la oficina de recaudación de impuestos, el punto débil de Capone que, ocupado en sus asesinatos y la violencia, no había atendido adecuadamente.

»Quizá sería conveniente hacer una distinción entre herejía formal y herejía material.

T: Muy simple, la herejía material es “un error objetivo en relación con una verdad de la fe”. La herejía se convierte en formal cuando uno deliberada y obstinadamente, opta por mantener una opinión contraria a un dogma definido, sabiendo que es contrario a la enseñanza de la Iglesia. Así, la herejía formal es deliberada y  a voluntad propia y, por lo tanto, culpable.

»La cuestión de si Francisco es un hereje formal tiene implicaciones para el mundo real, aunque es poco probable que se realice. Yo diría que el Papa Francisco no es un hereje formal y por varias razones.

»En primer lugar, en relación con el contenido de su creencia: aunque es difícil conocer las verdaderas convicciones de otra persona con certeza, la Iglesia (y otros) pueden hacer, y hacen, juicios provisionales sobre la base de la evidencia externa. En el mundo secular, los tribunales juzgan de manera rutinaria si las acciones de un culpable fueron intencionales y justamente actúan sobre esa determinación.

»Por ejemplo, si un cazador dispara y mata a alguien, un tribunal puede, y debe, determinar si el disparo fue accidental, por negligencia o deliberado; y si fue deliberado, si fue provocado, si fue premeditado, etc. Todas estas cosas contribuyen a un juicio acerca de la acción y todas están determinadas por el conocimiento y la intención de la persona que cometió el acto.

»La Iglesia, del mismo modo, toma determinaciones sobre las disposiciones internas de los acusados de delitos sobre la base de la evidencia externa.

»Para ambos, la Iglesia y el Estado, la dificultad de hacer esos juicios significa que hay un nivel bastante alto de la prueba antes de que uno pueda ser condenado por delitos más graves; es más difícil, por ejemplo, demostrar el asesinato premeditado que el homicidio accidental.

»Sin embargo, sigue siendo el caso de que la Iglesia puede hacer juicios acerca de las creencias y motivaciones de la gente. En el caso del papa, hay muchas razones para dar el beneficio de la duda y éstas tendrían que ser formuladas.

»Aunque a veces, al tiempo que otorgamos el beneficio de la duda con respecto al juicio moral, si uno es subjetivamente culpable de un crimen, tenemos que actuar, sin embargo, fuera de las consideraciones prácticas para salvaguardar otras. Un ejemplo de esto podría ser un borracho que golpea a sus hijos. Subjetivamente,por muchas razones que hayan para considerarle, moralmente, menos culpable, en cualquier caso, sus hijos deben ser protegidos del peligro real al que se enfrentan.

»En primer lugar, en relación con el contenido de su creencia: No creo que el pensamiento de Francisco sea lo suficientemente coherente como para sostener una acusación de herejía.

»No creo que sea capaz de pensar las cosas con claridad, y tengo dudas acerca de la convicción con la que mantendría una proposición dada. Creo que puede, y lo hace, mantener, de manera muy informal, posiciones contradictorias. No creo que suscribiera o definiría en una propuesta herética definitiva.

»Para ilustrar esto, hay que considerar un caso hipotético. Supongamos que se le pregunta a alguien: «¿Hay una voluntad en Cristo o hay dos?» Ahora, de manera simple, esta pregunta tiene una respuesta correcta y otra herética: hay dos voluntades (una voluntad divina y una voluntad humana) en Cristo. Negar esto y mantener que sólo hay una voluntad en Cristo, es la herejía del monotelismo. Pero supongamos que nuestro entrevistado dijera: «¿Qué significa esta  pregunta? ¿Estamos hablando de la persona divina, la Segunda Persona de la Trinidad? ¿Estamos hablando de la naturaleza humana de Cristo?¿Está preguntando si hay voluntades contrarias en Cristo? No puedo responder a su pregunta hasta que me diga más…»

»En este caso, se puede estar hablando de buena fe o no, pero, puesto que no se ha comprometido a una posición, sería difícil de condenarlo por herejía. Alternativamente, puede ser que realmente esté confundido y, al no ser capaz de llegar a una conclusión, se podría decir algo como: «No entiendo la pregunta. Dígame, ¿qué dice la Iglesia? Eso es lo que creo.» En ese caso, no es un hereje en absoluto (siempre que lo diga de buena fe).

»Creo que Francisco es este último caso, creo que está realmente confundido acerca de lo que la Iglesia enseña sobre todo tipo de cosas. Para un sacerdote, ¡por no hablar de un papa!, esta ignorancia probablemente sea pecaminosa y culpable, pero no es pecado de herejía. Puede ser escandalosa, perjudicial para los fieles, incluso culpablemente errónea, pero no es herejía.

»Todo esto significa que los esfuerzos de los defensores de Francisco por mostrar que sus declaraciones no entran técnicamente en el ámbito de la herejía tienen algún valor. Para lo que no sirven es para librarlo de culpa, y uno no puede sugerir legítimamente, que porque no lo ha declarado públicamente  cómo herejía, sus declaraciones son aceptables. No lo son, y deben ser desafiadas, denunciadas y resistidas. Pero los apologistas están en lo correcto, al menos hasta donde puedo juzgar, en argumentar que sus declaraciones no son concretamente heréticas, son demasiado confusas e incoherentes para calificarlas de ser estrictamente heréticas, de acuerdo con la definición técnica y legal canónica.

HJMW: Así que, usted dice que la distinción se ha de hacerse en que podría decir cosas heréticas (¡cómo lo ha admitido en sus palabras!) pero que son tan confusas y es tan poco instruido (en la fe) que no sabe que son heréticas. Quisiera no haber estado en este escenario, donde un hereje que no sabe suficiente de teología como para saber que es herético puede ser ascendido al papado, pero me temo que lo encuentro todo muy factible, sabiendo lo que sabemos de la Iglesia moderna.

T.: Sí y, por supuesto, y está ocurriendo que hay una serie de obispos que hacen esfuerzos por reprender y corregir al Papa, ya que sus declaraciones erróneas son públicas, incluso notorias, por lo que la tarea de responder públicamente y dispersar las dudas del rebaño incumbe a los obispos. Ellos han sido elegidos como “vigilantes en Israel”, tienen el deber de proteger a sus ovejas; si no lo hacen, el Señor les demandará por la sangre de estas ovejas en sus manos.

HJMW: La segunda cuestión para deponer a un papa, es demostrar “obstinación…”

T: Sí, y aunque esta es mucho más difícil de probar, no creo que el Papa esté obstinado en su herejía y error. Quizás se me puede acusar de ingenuidad. Sin embargo, la declaración del Papa que él es «un hijo de la Iglesia» y, por lo tanto, dispuesto a no contradecir su doctrina, sugiere que cuando se enfrenta con una clara enseñanza de la Iglesia, una enseñanza que reconoce como procedente de la Iglesia, él no la rechaza.

»Por desgracia, quizás también para él, pero más especialmente para nosotros, parece prácticamente imposible probar este punto de una manera u otra. Ciertamente, en términos de prueba jurídica, no es por ahora un hereje obstinado. Parece que la única manera de condenar a un Papa de obstinación, es que la Iglesia Universal le solicite una profesión de fe, para advertirle de su herejía y de su error y ordenarle que se retracte.

»Cuando tantos cardenales y obispos parecen tener creencias similares a las de Francisco; cuando tantos prelados se niegan, incluso, a hablar en contra de sus errores, es difícil esperar que se unan para censurar al Papa.

»En cualquier caso, debido a la confusión e incoherencia de sus declaraciones públicas, y debido a su aparente falta de obstinación, parece que Francisco no puede, en este punto, ser considerado un hereje formal y, por lo tanto, no puede ser depuesto.

»Todo esto nos lleva a la pregunta: ¿Qué hacemos al respecto? Pero eso es una discusión mucho más grande.

La pregunta retórica de mi amigo fue lo último de nuestra discusión, pero más tarde dijo que está de acuerdo, en términos generales, sobre el resto…

«Sé que la pregunta de cierre, ¿qué se debe hacer?, está en la mente de muchos. Mucha gente había esperado que el problema pudiera ser resuelto por los obispos, por encima de sus cabezas y todos a la vez. Creo que una buena parte de la gente está buscando a alguien que les haga el trabajo para poder volver a lo que denomino “el confortable punto medio”, en el cual no tienen mucho más que hacer que defender la fe.

»Me parece que hay una motivación similar tanto en la idea de deponer, como en la posición sedevacantista. Es más fácil, ¿no es así?, simplemente decir “Oh, en realidad él no es el Papa, por ello no debo preocuparme sobre el tema. Sería mucho más fácil para todos si los obispos y cardenales como Burke o Robert Sarah,u obispos como Athanasius Schneider (a los únicos a los que escuchamos en los medios de comunicación, pero estoy seguro que hay más) se pudieran reunir con los polacos, eslavos y húngaros y poner en evidencia a los kasperianos.

»Así que ahora estamos atascados preguntándonos: “Si no podemos esperar esa acción coordinada (de obispos y cardenales), ¿entonces qué diablos se supone que debemos hacer?”

»Honestamente, yo tampoco creo que haya ninguna esperanza en deponer o incluso corregir eficazmente el Papa. Incluso si se pudieran alcanzar los requisitos canónicos y se encontrara un grupo de obispos y cardenales con coraje, para seguir adelantarse y convocar un concilio que lo ponga en práctica, Francisco ha demostrado una y otra vez que está completamente firme en la línea trazada. Cambiar su opinión requeriría un esfuerzo que sería similar a desprogramar a alguien que estuvo en una secta.

»E, incluso si fuera posible, me temo que la deposición no haría más que devolvernos de nuevo a la situación en que estábamos en 2013. Usted o cualquier otra persona, ¿a quién sugeriría como mejor? Hemos probado la solución “conservadora”, hace 26 años con Juan Pablo II y con Benedicto XVI y sólo nos ha llevado adónde estamos ahora. El problema de la Iglesia es un lío mucho más grande que evaluar los defectos del hombre que está sentado en el trono.

»Algo con lo que nos vamos a tener que enfrentar es el hecho de que Francisco es una marioneta. Obvia y ciertamente, muy gustosamente mas, sin embargo, una marioneta. Los titiriteros están preparados para seguir adelante, aunque fuera alcanzado por un infortunado rayo. Deponerlo sólo nos devolvería, de nuevo, a 2013 y sabemos que ya están planeando el próximo cónclave. ¿Podemos imaginar que los “chicos buenos” están tan ocupados y tan organizados?

»En lugar de esperar lo que no podemos tener, debemos aprovechar la situación tal y como está. En efecto, como he estado diciendo desde el primer día, él [el Papa] es, exactamente, la llamada de atención, el catalizador que la Iglesia necesitaba. Podemos seguir juntando las manos llamando al Dulce Meteorito de la Muerte; empezar a esperar con gran expectación el centenario de Fátima; podemos comenzar a rezar por le fin del mundo o podemos aprovechar esta apertura que él ha creado y empezar a actuar. Las fauces de la trampa se están empezando a cerrar y creo verdaderamente que pocas ovejas están preparadas para escapar.

»Y sabemos que, entre las propias declaraciones del Papa y nuestra diligencia en difundirlas, la gente está empezando a despertar. No podemos  pedir un recuento de las manos alzadas, pero tenemos una evidencia muy buena de que las personas que aún son católicas interior e intencionadamente -por muy empobrecida que esté su teología- están viendo qué está pasando y han empezado a moverse. Los católicos que son realmente católicos o que quieren serlo, no compran este numerito y empiezan a darse cuenta de que el tiempo de la complacencia ha terminado. Ya no hay más cómodo término medio entre la fe y el mundo y dentro de la Iglesia ya no hay espacio para un tranquilo ir tirando. Incluso (algunas) personas que, al principio, compraban el artificio, están empezando a sentirse incómodas con este circo.

»Pero, como dijo el obispo Schneider, ahora la fe reside, principalmente, en los laicos cuyo trabajo, por tanto, se expone claramente ante ellos. Deben ser los que corrijan y amonesten. Creo que todos estos blogueros están, esencialmente, predicando para el coro. Si mis 30.000 lectores en What’s Up with Francis-Church, por ejemplo, empezaran, de alguna manera, a hacer ver a sus sacerdotes y obispos que no van a soportar más la destrucción de la fe, podría valer la pena el gasto de tiempo y recursos. Pero si sólo estamos escribiendo blogs para desahogarnos, entonces no logramos nada. No depende de que diez o veinte personas extrañas estén ahí escribiendo regularmente; depende de la totalidad de los fieles.

»Sin una reacción masiva de los fieles, de aquí en adelante sólo habrá destrucción. Creo que, más que un movimiento apoyando la tentativa episcopal para deponer a Francisco, el objetivo debe ser cómo iniciar un repudio masivo pro parte de los fieles.

»Cómo puede lograrse esto sin el liderazgo de los obispos, aún no lo sé. Los movimientos laicos son algo que, personalmente, aborrezco en su conjunto, casi siempre caen en disensiones y se disuelven por disputas internas. Tal vez, se podría enviar una delegación de fieles al obispo Schneider, con el sombrero en la mano, y pedirle que tome activamente el liderazgo de un movimiento así. Quizá esta delegación podría reunirse con él en Polonia. Y podrían estar presentes algunos eslovacos y húngaros.

Pero creo que mi amigo Tommaso tiene razón. Creo que el camino de la deposición está condenado al fracaso total y, de hecho, podría acabar en manos de los destructores. Las personas que tienen el poder para hacerlo, están demasiado débiles para lograrlo, han estado demasiado tiempo indolentes e inactivos y nuestros enemigos son demasiado astutos, demasiado específicos y no tienen escrúpulos para mentir o hacer trampas. Hemos visto que no juegan limpio y, aunque no me gusta decirlo, me temo que un buen hombre como el cardenal Burke, que es tan escrupuloso con la doctrina católica como puede serlo un hombre moderno de la Iglesia, no pueda competir con estos chacales.

Por otra parte, la dificultad que veo en un movimiento masivo de laicos es que están demasiado debilitados, de forma individual, por la teología confusa y errónea para poder mantenerse juntos.

Hay muy pocos carneros entre las ovejas.

Hillary White y Tommaso

[Traducción de Cecilia González Paredes. Artículo original]

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[i]     http://remnantnewspaper.com/web/index.php/articles/item/2198-the-year-of-mercy-begins

[ii]          Eclesiología: disciplina teológica cristiana que estudia el papel de la Iglesia como comunidad y analiza su papel en: la salvación, el origen de la misma Iglesia, su relación con el Jesús histórico, la disciplina, el liderazgo que ejerce y su destino. Podríamos decir que es el estudio de la Iglesia en sí misma, del auto-conocimiento de su misión y su papel en el mundo. También puede emplearse en el contexto específico de una parte de la Iglesia, como por ejemplo. Eclesiología católica romana, Eclesiología luterana o Eclesiología ecuménica. (N. de la C.).

THE REMNANT
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Edición en español de The Remnant, decano de la prensa católica en USA

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