Cuando se cumplen diez años del nacimiento de esta web (en su origen blog personal) creo que debe reconocerse una balanza en positivo y siempre desde la humildad que supone aceptar las críticas constructivas (recibidas desde actitudes fraternas) a la vez que responder a las no tan constructivas (llegadas desde prejuicios sostenidos por el modernismo imperante).
En este aniversario me permito hacer un comentario en forma comparativa (con otros portales de información religiosa) en aras de resaltar algunas cualidades de esta página que de justicia deben ser valoradas incluso por los más críticos:
1: Esta página no abre sus entradas a comentarios de los lectores. Cierto es que con esta medida se reduce bastante la cantidad de visitas pero se gana en calidad que es lo prioritario. En una primera etapa AF admitía comentarios y desde la web se intentaba moderar esa sección de la web. Pero los efectos no eran beneficiosos a nivel moral ya que en no pocas ocasiones suponía dar la oportunidad a desahogos llenos de celo amargo y/o de opiniones basadas en la ignorancia. Por supuesto había comentarios buenos, y algunos óptimos y oportunos, pero en su conjunto no era afín a la línea ética editorial de esta web.
2: Esta página nunca abrió la puerta a ingresos por publicidad. En esta década ha habido segmentos temporales donde AF estaba entre las primeras páginas de información católica más seguidas de España (en marzo de 2015 llegó a ser la primera por una semana) y desde una visión utilitarista podría suponer un apoyo material muy bueno para ampliar el potencial de la web. Pero el riesgo de abrir esa opción lleva consigo dar propaganda a artículos (o servicios) que no son acordes con la moral cristiana y, por tanto, por fidelidad a la misma se eligió cerrar esa puerta.
3: Esta página si puso en marcha un consultorio moral/espiritual de carácter personal (privado y confidencial) atendido por tres sacerdotes. Ese servicio ha dado y da un gran alivio y ayuda a numerosas personas con dudas, angustias y/o problemas de conciencia de primer orden. Me atrevería a afirmar que el consultorio es la mejor sección de la web y la que casa mejor con el consejo de Nuestro Señor: “que tu mano izquierda no sepa lo que hace tu derecha”. Sin faltar a la debida discreción solo comparto la gratitud de un usuario del consultorio al superar, gracias a la atención recibida en el mismo, la tentación de suicidio que sufría a causa de una aguda crisis interior (frutos de ese calibre ya hacen que merezca la pena, con creces, todo esfuerzo realizado).
4: En el espíritu de esta página está trascender lo propiamente digital teniendo en el haber tres convocatorias públicas con notable éxito de respuesta y, incido, sin más ayuda material que la proporcionada por algunos donantes generosos que quisieron estar en el anonimato. Así: en diciembre de 2016 se invitó a Monseñor Schneider a Sevilla para pronunciar la conferencia sobre “María vencedora de todas las herejías” en un salón real repleto de asistentes en el Círculo de labradores. En julio de 2017 convocamos una segunda conferencia del mismo orador en el hotel Santo Amaro de Fátima, con magnífica respuesta de asistencia. Dos años más tardes, de nuevo en Sevilla, el doctor De Mattei presentó su libro sobre el concilio vaticano II en otro acto público de gran asistencia.
5: Esta página es elaborada, con sensible esfuerzo, desde su origen por personal exclusivamente voluntario. La web no tiene a nadie en nómina y sus colaboradores se mueven solo por deseo de servir a la verdad.
El día 29 de agosto de 2013 se puso en marcha este proyecto llamado “Adelante la Fe”; fecha muy señalada en el calendario litúrgico (tanto tradicional como del novus ordo) por ser el martirio de san Juan Bautista. Fue un martirio bastante inédito: por defender la verdad, o, más bien, por defender el derecho a denunciar la mentira (el escándalo público de un monarca que vivía en adulterio). Si san Juan Bautista viviese hoy sería acusado de no haber dialogado con Herodes, de no haberse puesto a la escucha con él y con su acompañante Herodías; de ser, en definitiva, un integrista por su celo en apología de la verdad y del bien. Pues ese ha sido y es el espíritu con que nació esta página: la adhesión plena al mensaje de aquel que dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Juan 14, 6). Reconociendo los errores cometidos y admitiendo las críticas constructivas, en este décimo aniversario la página debe seguir en su intento de servir a la Verdad. Y que los lectores de buena voluntad recen por esa intención.
