DOROTEA: voy al confesionario. Mi alma está turbada e inquieta. El Papa Francisco me crea confusión. No da palabra de Verdad, no me confirma en la Verdad de la Iglesia.
En el confesionario:
DOROTEA: En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Ave María Purísima.
CONFESOR. Sin pecado concebida.
DOROTEA: Padre, el Papa Francisco desea en esta Santa Cuaresma que haya una jornada adoración del Santísimo Sacramento y Sacramento de la Penitencia, denominada 24 horas para el Señor. Siendo esta iniciativa loable y necesaria, a mí me confunde el Papa. Porque mientras invita a la adoración del Santísimo, sin embargo consiente y nada dice de las profanaciones que se han hecho en las Misas oficiadas por él, como es el caso de las profanaciones ocurridas en la Misa de Manila; y en general en tantas Misas. Su voz o se alza llamando la atención de esos actos sacrílegos al Señor, Nuestro Dios. Por otro lado, invita a la confesión, pero, a su vez, alegando que la Iglesia no condena eternamente, dando lugar a titulares de prensa donde se puede leer que el Papa cuestiona el dogma del infierno. Muchos son los clérigos y fieles, que alentados por la indeterminación del Papa, dudan o no creen en la condenación eterna. Esto provoca un daño irreparable, no llegar a la confesión.
CONFESOR: Muchos dudan de las verdades de fe por la falta de claridad en las palabras del Papa. Cabe preguntarse sobre la rectitud de sus intenciones cuando se refiere al Magisterio de la Iglesia. No da explicación, no corrige al rebaño.
DOROTEA: Padre, el Papa Francisco en su catequesis última sobre los ancianos, y que yo por mi edad me interesa, dijo refiriéndose a una anciana que estuvo ocho meses sin ser visitada por su familia que esto se llama pecado mortal. Pero, como siempre, el Papa es confuso, ¿Por qué emplea el Papa la palabra esto? ¿Y por qué no se refiere a los familiares directamente y dice que han cometido pecado mortal?
CONFESOR: No señala al pecador, tal vez no quiera el Papa ser señalado por los pecadores. Habría que preguntar al Papa Francisco qué entiende él por pecado mortal. Al hablar del infierno, aprovechando la visita a una parroquia de Roma, no nombró que éste es consecuencia del pecado mortal. No nombró el pecado mortal. No habló de la necesidad del arrepentimiento, del dolor de contrición y de la confesión. No habló de la Justicia Divina. Por no hablar, no habló de la Verdad de Dios.
DOROTEA: Padre, ¿por qué no da una explicación? Todo lo deja en el aire. ¿Por qué no da una definición exacta mortal?
CONFESOR: Dorotea, la definición exacta del pecado mortal nos aclararía una situación en la cual nos encontramos, la DUDA, y la CONFUSIÓN, el NO SABER.
DOROTEA: Padre, el Papa Francisco me tiene confundida. ¿Hacia dónde va él con la Santa Madre Iglesia?
CONFESOR: Dorotea, un católico tiene que ser firme en la Verdad de Dios, y nadie podrá crear en él confusión. Referente hacia dónde va él, necesitamos que retome el Magisterio de la santa Madre Iglesia. Además, recuerde sólo lo que ella insta.
DOROTEA: Padre, quería consultarle otra de las confusiones, pues el papa Francisco se dirigió el año pasado, en un encuentro con ancianos, a Su Santidad Benedicto XVI como un “abuelo sabio”. Mi pregunta es cómo puede dirigirse a Su Santidad el Papa emérito como “abuelo”. Padre, sobre la palabra “sabio” me reafirmo, en lo que ha dejado escrito en su legado.
CONFESOR: Estas confusiones son continuas en las alusiones y a todos los niveles. Tenemos la obligación de corregir a todos los niveles, y en todas las circunstancias que sean; en todo lo que no se trata con respeto. Su Santidad Benedicto XVI es aún hoy el Papa emérito. Tenemos el deber todos de dirigirnos a él como sabio.
DOROTEA: Padre, ¿cree usted que pudo haberse sentido herido S.S. Benedicto XVI ante tal expresión?
CONFESOR: S.S Benedicto XVI ante la falta de respeto ante el mundo supo respetar al Papa Francisco, pues estamos ante un sabio.
DOROTEA: Gracias, Padre, mi alma siente alivio cada vez que vengo al confesionario y usted me da palabra de Dios. ¿Padre, este sufrimiento sirve para algo?
CONFESOR: Sí, Dorotea. El sufrimiento que nos enseñó Jesucristo es redentor. Te doy la bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ti y te acompañe siempre.
DOROTEA: Amén. Padre, muchas gracias por su explicación. Por último, Padre: parafraseando al Papa Francisco que ha dicho que donde no hay honor para los ancianos, no hay futuro para los jóvenes, digo que, CUANDO NO SE DA EL HONOR QUE CORRESPONDE AL MAGISTERIO, NO HAY FUTURO PARA LA IGLESIA, NO HAY FUTURO PARA LOS CATÓLICOS
Dorotea