El fusil de Jamenei y los cristianos de hoy

La imagen ha dado la vuelta al mundo. Ante la multitud congregada en la Gran Mezquita de Teherán para honrar al dirigente de Hezbolá, Hasán Nasralá, el ayatola Alí Jamenei se presentó con un fusil apoyado en la cadera. El significado simbólico de la escena es evidente. Jamenei, que es el guía supremo de la República Islámica, quiso representar así su determinación de combatir a ultranza al enemigo que tiene por delante. ¿Cuál es ese enemigo? En su perfil personal de X, Jamenei ha señalado que es el régimen sionista, y llamado al islam a la unidad en esta guerra. Los países islámicos, dijo, tienen «un enemigo común: el enemigo de Irán es el enemigo de Iraq, el mismo enemigo del Líbano. Todos nosotros tenemos un mismo enemigo».

El enemigo es desde luego Israel. No el gobierno de Netanyaju, sino el estado de Israel, que debe ser expulsado de Palestina. Pero se engañaría quien pensase que ése sea el objetivo final de la guerra actualmente en curso. El enemigo común de Jamenei y de los países islámicos no es sólo Israel, sino todo Occidente, cuyo inminente colapso no sólo pronostican los predicadores islámicos, sino también los historiadores y políticos de ese credo. Un historiador palestino, de la Universidad de Gaza, Ghasan Weshah, declaró el 28 de febrero de 2022 a la televisión Al Aqsa de Hamás, al día siguiente de la ocupación rusa de Ucrania, que los Estados Unidos caerían en un plazo de veinte años junto con Israel (). Pero el verdadero enemigo, el de siempre, es la Iglesia de Roma, madre de Occidente. Yunis al Astal, diputado de Hamás lo reiteró el año pasado: «Muy pronto, por voluntad de Alá, Roma será conquistada, como lo fue Constantinopla y como profetizó nuestro profeta Mahoma. Actualmente Roma es la capital de los católicos, mejor dicho la capital de los cruzados que se declararon hostiles al islam. Su capital será un puesto avanzado de las conquistas islámicas que se extenderán primero por toda Europa y más tarde por las dos américas y por Europa del Este». El diputado de Hamás explicó que hay que hacer proselitismo entre las nuevas generaciones: «Estoy convencido de que nuestros hijos y nuestros nietos heredarán nuestra yihad y nuestros sacrificios, y si Alá quiere, los caudillos de la conquista surgirán de entre ellos».

No hay que tener en menos las declaraciones del representante político de Hamás. El destino que, según sus esperanzas, aguarda a la ciudad de Roma es el mismo que reservaron para los israelíes en la incursión del 7 de octubre pasado, que celebran como una página gloriosa en la historia del islam.

Por tanto, la imagen simbólica de Jamenei no es tanto un desafío a Israel, que ha mostrado su decisión de hacer frente a su enemigo con igual decisión, sino al Occidente sumiso y cobarde y a una Iglesia Católica cada vez más desorientada que parece haber perdido su identidad.

Ciertamente, nadie se imaginaría al papa Francisco armado con un fusil. Aparte de eso, él mismo ha pronunciado un mea culpa de las guerras libradas por la Iglesia, proclamando un evangelio pacifista en el que ya no hay distinción entre guerra justa y guerra injusta y la paz se convierte en un bien supremo absoluto. Aunque no siempre fue así, y la actitud del pontífice actual contradice la historia de la Iglesia, la imagen que transmite Jamenei no es la del combatiente cristiano, sino una caricatura de él.

Lo cierto es que, con otro espíritu y otra lógica, sin ferocidad ni fanatismo y por encima de posibles abusos, la Iglesia ha proclamado guerras santas, bendiciendo a lo largo de la historia espadas, fusiles y cañones.

Así hizo el 7 de octubre de 1571, gran victoria militar cristiana que el islam no olvida, como lo demuestra la fecha escogida para el ataque de Hamas de 2023, o que eligiera la del 11 de septiembre de 2001, víspera del triunfo cristiano en Viena en 1683, para atacar las Torres Gemelas. Tienen que vengar las derrotas del islam por medio de la yihad, su guerra santa, doctrina que exige a todo musulmán difundir por el mundo la sharía o ley religiosa y política de Alá.

Como vemos, se está librando un guerra e inevitablemente nos afecta. Por eso, a la imagen provocadora del ayatola Jamenei respondemos con una oración de los marines de EE.UU. Conocida como Credo del fusilero, que concluye diciendo: «Ante Dios juro este credo. Mi fusil y yo somos los defensores de mi patria». Y, sobre todo, respondamos con las letanías que antes se rezaban en el Rito Romano para abatir el poder islámico: «Ut Turcárum (vel Mahometanórum, vel Haereticórum) conátus reprímere et ad níhilum redígere dignéris, R. Te rogámus, áudi nos» (Rituale Romanum, Pauli V Pontificis Maximi jussu editum. Avenione. Typis Francisci Chambeau, 1783, pp. 287-293 y Preces dicendae in Litaniis tempore belli, pp. 310-312).

Se diría que el espíritu combativo cristiano ha desaparecido, pero es un don que manda Dios por las  manos de la Virgen, defensora por excelencia de la Cristiandad.

A la Virgen María, pues, imploramos ese don para la Iglesia y para Occidente, en este mes de octubre que está dedicado a Ella y en el que no sólo se conmemora la masacre perpetrada por Hamas, sino también la extraordinaria batalla de Lepanto.

Roberto de Mattei
Roberto de Matteihttp://www.robertodemattei.it/
Roberto de Mattei enseña Historia Moderna e Historia del Cristianismo en la Universidad Europea de Roma, en la que dirige el área de Ciencias Históricas. Es Presidente de la “Fondazione Lepanto” (http://www.fondazionelepanto.org/); miembro de los Consejos Directivos del “Instituto Histórico Italiano para la Edad Moderna y Contemporánea” y de la “Sociedad Geográfica Italiana”. De 2003 a 2011 ha ocupado el cargo de vice-Presidente del “Consejo Nacional de Investigaciones” italiano, con delega para las áreas de Ciencias Humanas. Entre 2002 y 2006 fue Consejero para los asuntos internacionales del Gobierno de Italia. Y, entre 2005 y 2011, fue también miembro del “Board of Guarantees della Italian Academy” de la Columbia University de Nueva York. Dirige las revistas “Radici Cristiane” (http://www.radicicristiane.it/) y “Nova Historia”, y la Agencia de Información “Corrispondenza Romana” (http://www.corrispondenzaromana.it/). Es autor de muchas obras traducidas a varios idiomas, entre las que recordamos las últimas:La dittatura del relativismo traducido al portugués, polaco y francés), La Turchia in Europa. Beneficio o catastrofe? (traducido al inglés, alemán y polaco), Il Concilio Vaticano II. Una storia mai scritta (traducido al alemán, portugués y próximamente también al español) y Apologia della tradizione.

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