Reconocer los signos del final de los tiempos: los falsos profetas, el anticristo, la abominación de la desolación, la gran apostasía. Muchos de estos signos ya están ocurriendo.
Sobre la fecha del final de los tiempos sólo el Padre lo sabe. Cristo como hombre no lo sabía; pero sí nos da unos indicios o señales a través de los cuales lo podamos colegir.
Nos han robado a Cristo pero no reaccionamos. La situación de la Iglesia en el mundo es caótica; pero aquellos que tendrían que hablar de ello no lo hacen. Asistimos ante el espectáculo de ver con nuestros propios ojos cómo van derribando nuestra propia «casa». Estamos presenciando hoy día en la Iglesia algo que es realmente escandaloso: el silencio de los pastores. Decía Santa Catalina de Siena: «De casi todos los males que cometen los fieles tienen su culpa los malos pastores», o también: «Aquellos que fueron puestos como columnas de la Iglesia se han transformado en su perseguidores».
Frente a estas cosas el cristiano ha de mantener la esperanza y la fe en Cristo. ¡Tranquilos, fortaleced vuestro corazón porque Cristo está cerca! Y por supuesto, estad siempre preparados, porque el día llegará «como ladrón en la noche». «He aquí que vengo pronto, y conmigo mi recompensa».