Continúa la crisis de identidad de muchas universidades católicas en el mundo.
Un Profesor de Lovaina fue cuestionado por llamar “asesinato” al aborto.
LA SITUACIÓN. Por varios medios digitales nos enteramos con asombro que “las autoridades de la Universidad Católica de Lovaina (UCL) acaban de tener conocimiento de un escrito del señor Stéphane Mercier, encargado de curso invitado en el Instituto deFilosofía, sobre el aborto. Las autoridades han convocado inmediatamente a la persona afectada para escucharle e instruir el expediente. La persona será escuchada para aclarar el alcance de este escrito y la eventual utilización que se haya hecho de él en el conjunto de sus clases».
Conforme al comunicado de la institución, podria pensarse que Mercier defendió el aborto ante sus alumnos y la institución ha reaccionado, indignada en nombre de la Ley de Dios, para averiguar qué ha pasado y obrar en consecuencia.
Pero no. Lo enseñado por el profesor es «provida». Y por eso la universidad católica incriblemente cuestiona al docente!
La UCL afirma que «sea cual sea el resultado de la instrucción, el derecho al aborto está inscrito en el derecho belga y la nota de la cual ha tenido conocimiento la UCL está en contradicción con los valores propios de la universidad. El hecho de transmitir posiciones contrarias a estos valores en el ámbito de una clase es inaceptable«
Afirma el profesor: «Yo no sé si mi posición es contraria a los principios de la UCL. ¡Lo que es seguro, es que mi posición es conforme a lo que debería ser la posición de la UCL! La UCL debe decir lo que está conforme a la enseñanza de la Iglesia, que condena firmemente el aborto».
Y explica por qué incluyó su reflexión sobre el aborto dentro del curso de filosofía que está impartiendo: «Los alumnos deben oír la verdad, es importante que escuchen un discurso verdadero, fuerte y argumentado sobre una cuestión esencial que afecta a nuestra humanidad. Es importante que los estudiantes no se vean sofocados intelectualmente por un pensamiento débil y consensualista, que puedan ser interpelados por un discurso fuerte para reflexionar por sí mismos, y no sobre la base de los eslóganes impuestos por los medios. Esto forma parte del aprendizaje de la reflexión crítica. Y en las ciencias humanas no hay tema más importante que el derecho de todo ser humano a la vida desde el momento de su concepción».
El aborto es un «asesinato».
La situación generada es inadmisible. Porque ¿qué decía ese «escrito provida» que pueda ser contrario a los valores de una universidad católica?
¿Qué dijo Mercier y qué dice en el escrito cuestionado por la UCL? Mercier se confiesa tributario del pensamiento de Peter Kreeft (nacido en 1937), antiguo alumno de postgrado en Yale y profesor de Filosofía en el Boston College, converso al catolicismo desde el calvinismo por influencia de C.S. Lewis y por su estudio histórico que le llevó a concluir que la Iglesia fundada por Jesucristo era sola y exclusivamente la católica. Una de las obras más celebradas de Kreeft es su Handbook of Christian Apologetics [Manual de apologética cristiana], escrito en colaboración con el jesuita Ronald K. Tacelli.
Lamentablemente este no es el primer episodio en que en una universidad católica e incluso en alguna pontificia, tanto en América como en Europa, no sólo no se enseña conforme a la doctrina de la Iglesia, sino lo que es aun mas grave, se pretende sancionar o se despide a los profesores que fieles a ella, imparten sus enseñanzas. Es verdaderamebte el mundo del revés. Adviértase que no es argumento, como pretende la UCL, sostener que la ley belga admite el aborto porque el docente en primer lugar tiene libertad de cátedra, y en segundo término, lo que enseñó no sólo es conforme a la doctrina de la Iglesia sino ante todo lo es a la ley natural. Acabar con la vida de cualquier ser vivo es un asesinato, por más que se quieran usar palabras edulcoradas o eufemísticas como suele hacer el movimiento abortista internacional.
Y en la lista de universidades católicas que enseñan y promueven incluso la ideología de género y otras aberraciones condenadas con razón por la Iglesia, ocupan sin lugar a dudas el primer lugar las jesuitas.
Pero si esto es grave, en la misma línea de gravedad, y quizás es el origen de toda esta decadencia, están los recientes hechos a nivel de la Santa Sede en que el prefecto del Dicasterio de la Familia, elogíó el pensamiento de un ex político comunista italiano promotor del aborto y otros temas contrarios abiertamente a la doctrina de la Iglesia. O que fuera invitado a exponer en un evento organizado por la Santa Sede una persona que difunde las bondades del aborto y la eutanasia.
Perplejidades agravadas durante el actual pontificado, por estos y otros dislates que parece no interesarle, dado su silencio, sino lo que es peor aún, parece favorecer, acrecentando el ya existente estado de confusión dentro y fuera del mundo católico.
Carlos Alvarez Cozzi