3 de septiembre de 2019
Estimado sì sì no no,
el pasado mes de agosto tuve que viajar, por motivos de trabajo, a ARABIA SAUDITA. No imaginaba que el pequeño CRUCIFIJO que llevaba en el cuello, colgando fuera del cuello abierto de mi camisa (¡con un calor asfixiante!), tendría que haber escandalizado a los agentes de la Seguridad aeroportuaria saudita. En efecto, me han hecho meterlo dentro de la camisa, invitándome a no exponerlo en público. A mi solicitud de aclaración, me ha sido dicho simplemente que “el sagrado suelo Árabe del ISLAM” no podía ser “PROFANADO” por símbolos religiosos no MUSULMANES (!). En el control de equipaje, mi BIBLIA, llevada para uso personal, ha sido SECUESTRADA. La he recuperado solo el día de mi vuelta a Italia, durante los controles de embarque aeroportuarios.
Dejo a un lado otros detalles, pero, viniendo de Roma y sabiendo que la así llamada “GRAN MEZQUITA” de Roma fue financiada precisamente por Arabia Saudita (¡con la enorme MEDIA LUNA ISLÁMICA que sobresale en el cielo de Roma!), me parece absurdo que mi pequeño CRUCIFIJO haya “escandalizado” precisamente a los Sauditas. Además, se sabe que Arabia Saudita es la mayor financiadora de MEZQUITAS y “Centros de cultura islámica” en todo el mundo. ¡E, irónicamente, inspirados en la más radical y fanática corriente islámica, es decir, la “WAHABITA”!
Aprovecho la ocasión para preguntaros a vosotros de sì sì no no y a los lectores si os parece normal esta disparidad de posiciones, es decir, que, mientras que el mundo debe sufrir la ingerencia saudita, nadie puede “profanar” o “contaminar” al unicidad islámica de Arabia Saudita. ¿Cómo justificar la disponibilidad de Italia y de Occidente a consentir semejantes relaciones desequilibradas? Para quien no lo sepa, es imposible edificar una IGLESIA CRISTIANA en Arabia Saudita, mucho menos poniendo en su cima una CRUZ que la identifique de manera evidente (como hacen entre nosotros las MEDIAS LUNAS ISLÁMICAS sobre las MEZQUITAS). Por no hablar de eventuales campanas que hagan la competencia a la voz de los MUECINES que, desde los minaretes, invitan a la oración islámica…
Saludos en Cristo.
Carta firmada
(Traducido por Marianus el eremita)