Los lectores saben que usualmente no me rebajo a comentarios personales, pero con esta foto no pude resistirme. ¿Cómo puede algún católico cabal mirar esta foto sin repugnancia?
El eclesiástico de la izquierda parece un hermafrodita Donald Trump con peluca que no le sienta bien; la obispa luterana se ve como si estuviera recibiendo un par de pendientes de regalo; mientras que el Cardenal Koch se ve como un pez anímico con problemas pulmonares.
Esta »anormalidad monstruosa de espectáculo» que sale después del concilio Vaticano II continúa.
¿Qué hombre joven y masculino puede ser atraído a esta falsa religión afeminada?
San Maximiliano Kolbe: El ecumenismo es el enemigo de la Inmaculada
La misión que San Maximiliano Kolbe encomendó a sus »Caballeros de la Inmaculada» fue la de convertir al mundo entero a la Iglesia Católica. Él dijo: »Sólo cuando los separados y los protestantes profesen el credo católico con convicción, cuando todos los judíos pidan voluntariamente el santo Bautismo- solamente entonces la Inmaculada habrá conseguido su objetivo o meta»[1]
«… en otras palabras», san Maximiliano insistió:
»No existe mayor enemigo de la Inmaculada y Su Servicio de Caballeros que el ecumenismo de hoy, el que cada Caballero debe no solamente pelear en contra, sino también neutralizarlos por medio de una acción diametralmente opuesta y últimamente destruirlo».
Debemos alcanzar la meta del Grupo Militar de la Inmaculada lo más pronto posible: eso es, conquistar el mundo entero, y el alma de cada individuo que exista hoy o existiera hasta el fin del mundo, para la Inmaculada, y por medio de Ella, para el Más Sagrado Corazón de Jesús».[2]
John Vennari
[Traducción de Carlos Britos. Artículo original]
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[1] Rycerz Niopokalenz, 4 (1922), p. 78. Cited from The Immaculata Our Ideal, Father Karl Stehlin [Warsaw: Te Deum, 2005], p.37.
[2] Entry of Diary dated April 23, 1933. Cited from The Immaculata Our Ideal, p. 37.