Lunes, 28 de noviembre de 2016
«Cosas de pesadillas que dejan la mente turulata»: Fr. Brian Harrison sobre los comentarios proselitistas del Papa
Por Fr. Brian Harrison, O.S.
De una reciente entrevista “espontánea” hecha en el avión papal:
«El proselitismo entre cristianos, por lo tanto, es un pecado grave», dijo el Papa
El periodista entonces le preguntó, «¿Por qué?».
«Porque contradice la dinámica de cómo volverse y mantenerse cristiano», dijo. «La Iglesia no es un equipo de fútbol que va por allí buscando adeptos».
Sería difícil concebir un comentario más superficial, más pueril sobre las relaciones con las otras denominaciones cristianas. ¿Cuánto más bajo puede caer el papado en términos tanto de pullas baratas que denigran y le restan honor a la supremacía de la oficina del Vicario de Cristo en esta tierra. (Estoy sosteniendo una posición opositora con una caricatura de un palitroque que le quitaría el crédito a un alumno de secundaria baja) y la heterodoxia de frente?
La izquierda americana actualmente está pidiéndole al Colegio Electoral que le entregue la Casa Blanca a Hilary sobre las bases de que Trump está “abiertamente incapacitado para ser presidente”. ¿Nos atreveríamos a esperar que sus Eminencias vestidos de escarlata del propio Colegio Electoral de la Iglesia declarasen pronto a Francisco “abiertamente incapaz de ser el Papa”?
Quiero decir…Tratando de ayudar a cristianos no-católicos mediante argumentos y apologéticas razonados, que reconozcan y abracen la totalidad de la verdad revelada-y que para Francisco, quien ciertamente califica como “proselitista”- ¿ahora será condenado como pecado? Y encima, ¿pecado grave?, ¿incluso si el concilio Vaticano II (al cual el Santo Padre profesa su total adherencia) claramente reafirma que todos tienen el deber morar de buscar, abrazar y mantener esta verdad de la Iglesia católica (cf. Dignitatis Humanae, 1) Aunque el concilio (Lumen Gentium, 14) y el Catecismo (846) reafirman el dogma “fuera de la Iglesia no hay salvación”, explicándolo como que quiere decir que aquellos que reconocen a la Iglesia católica como la contenedora de la verdadera religión, y sin embargo se niegan a entrar o a quedarse en ella no se pueden salvar?
Yo mismo soy un converso del presbiterianismo, alentado por esa anteriormente mencionada enseñanza. Me convertí al catolicismo para poder salvar mi alma. La fe católica que he estado profesando ahora desde hace 42 años es el regalo más preciado que he recibido. Y ahora la cabeza de la Iglesia católica de Cristo en la tierra, nada más ni nada menos, ¿me está diciendo que aquellos católicos quienes por medio de la conversión personal y por el argumento escrito ayudaron a persuadirme de abandonar mis herejías protestantes y de abrazar la totalidad de la verdad revelada estaban por lo tanto cometiendo un pecado grave? Y, él está justificando esta exhortación de los que buscan la conversión con una “explicación” rápida que no explica nada (¿“Porque contradice el propio dinamismo de cómo convertirse en y mantenerse cristiano?”)
Cómo deben estar revolcándose en sus tumbas muchos anteriores sucesores de Pedro ante tales comentarios. Esto, viniendo de un Papa es…un atrevimiento. Confusión mental. Inadmisible. Increíble. Cosas de pesadillas. Es llamar al bien mal y por implicación, al mal bien. Lo siento, no puedo hallar las palabras adecuadas aquí, así es que simplemente dejaré de tratar de encontrarlas y me despido.
(Traducción Tina Scislow. Artículo original)