Tentación hoy: piadoso/ortodoxo por fuera y cobarde/soberbio por dentro

Vivimos hoy una época tan calamitosa en todos los ámbitos (civil y eclesiástico) que el diablo desarrolla una tentación de lo más sutil entre los católicos afines a la tradición. Una tentación en la que no pocos caen engañados por el padre de la mentira que, más que engañar directamente, ofrece mentiras disfrazadas de apariencia sincera. ¿A que tentación me refiero?: a la de vivir retirados en una especie de “torre mística interior” y a la espera que Dios Nuestro Señor actúe de forma extraordinaria para acabar con todos los males del mundo y de la Iglesia. Ese falso misticismo además se permite la crítica fuerte contra los católicos que, entendiendo bien la vocación recibida por Dios en el bautismo, luchan día a día y si….., se “mezclan” con lo mundano precisamente para dar la batalla sin esperar ver en vida la victoria ya que esa victoria es de Cristo y no de nosotros. Voy a poner algunos ejemplos sacados de la vida presente:

1: Católicos que consideran que todo está perdido y, por tanto, renuncian a hacer apostolado para evitar ellos contagiarse de los males presentes en la sociedad.

2: Católicos que rompen del todo con la estructura visible de la Iglesia y hacen gala, además, de “pureza doctrinal”.

3: Católicos laicos que consideran “estériles” todas las acciones que puedan hacerse dentro de la sociedad civil en defensa de los valores cristianos.

¿Qué hay en el fondo de estas actitudes?; claramente hay que decirlo: pecados y no virtudes.

– El pecado de la desesperanza que en la práctica significa rechazar la Palabra de Dios cuando Jesucristo nos dice que las puertas del infierno no triunfarán.

– El pecado de la presunción (soberbia) que en la práctica significa atribuirse unas potestades de decidir cosas tales como la autenticidad de la sede romana.

– El pecado de la cobardía moral (pereza) que en la práctica significa retirarse a una vida muy muy cómoda a la espera de que Dios haga todo el trabajo sin contar con nosotros.

Quiero poner un ejemplo concreto de testimonio, fidelidad y valentía, con nombres y apellidos. La asociación “Abogados Cristianos” que actúa en España en defensa de los valores católicos y que además son consecuentes con la ley natural que Dios ha puesto en este mundo. Esta asociación está formada por católicos laicos coherentes que no se dedican a lamentarse de forma estéril de los males de la sociedad, ni se esconden detrás de una religiosidad farisáica basada en condenar sin dar la cara, ni se quedan encerrados en casa leyendo libros antiguos y anhelando épocas pasadas que ya no volverán…etc. Tampoco esta asociación asume esa especie de repugnante “dogma” encubridor de la tibieza, cobardía y actitud burguesa de “No hay nada que hacer”; comparto con los lectores algunos logros obtenidos por este grupo ejemplar de laicos católicos:

A: Han logrado reactivar el recurso de amparo ante el tribunal constitucional por la ley del aborto actualmente en vigor en España

B: Han logrado la condena judicial a la comunidad de Madrid (gobernada por el PP), por su sanción económica a una profesional que ayudaba a personas homosexuales a reconducir su orientación sexual (sanción por tanto retirada)

C: Han logrado que la misma comunidad de Madrid retire la suspensión de empleo al profesor que enseñaba la ley natural a sus alumnos frente a la ideología de género

D: Lograron en su momento que la justicia española dictara orden que evite ondear banderas lgtbi en los balcones y ventanas de todos los edificios públicos

E: Lograron en su día sentar en el banquillo a activistas de extrema izquierda que en Andalucía (región del sur de España), organizaron procesiones blasfemas en la vía pública

Y un largo etcétera que muestran el mejor de los testimonios

Conozco a católicos que afirman, sin rodeos, que este tipo de asociaciones en el fondo no hacen nada práctico, que están “contaminadas” de cierto liberalismo (o sea que no aceptan TODO lo que estos católicos defiendan en forma y fondo), que su trabajo es estéril, que “colaboran” con el sistema…etc; son católicos que prefieren estar metidos en casa leyendo libros que les transporten a épocas pretéritas a la vez que esperan con gran ilusión esa ola gigantesca que barrerá el mundo, o ese planeta “nibiru” que nos despedirá a todos a la estratosfera, o ese “gran aviso” que causará el infarto de los malvados…; pues a esa enfermedad religiosa hay que ponerle nombre y apellidos: SOBERBIA Y COBARDÍA. Y estar muy atentos ya que el diablo, en su infinita astucia, ronda y tienta con su maligna habilidad a los católicos afines a la tradición para hacerlos así, si caen, adeptos a la traición.

Padre Santiago González
Padre Santiago González
Sacerdote de la archidiócesis de Sevilla ordenado en el año 2011

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