O tempora, o mores !! Y recurro a Cicerón como cierto consuelo clásico, templando el ánimo con letras antiguas que ya se lamentaban por las cosas que pasaban antes de Cristo. Pero el mundo sigue siendo mundo, se pastelea hoy tanto como siempre, y las promiscuidades siguen siendo un buen metro para calibrar la integridad y la identidad de las cosas y las personas.
No puedo precisar exactamente, al detalle, el ánimo que fundamentó y guió la erección de Torreciudad, doctores tiene la Prelatura que lo sabrán explicar. Pero dudo que entre los fines estuviera el hospedar encuentros pan-religiosos ético-ecológicos globalizadores, que es lo que ha habido allí:
Asistieron y actuaron gente variopinta, de distintas procedencias, culturas y creencias. Hubo también ‘ellas’, of course. Se lucieron atuendos orientales, como manda el protocolo (no escrito) de este tipo de saraos. Supongo que degustarían, por lo menos como prevista alternativa, una dieta vegetariana (y un menú de ramadán para el mahometano).
Se ha hablado del cambio climático en tono trascendental, invocando suras, mantras y midráshes, cada cual cantando su peculiar romance pio-naturista con devota convicción. Por nuestra parte, la católica, se ha citado la ‘Laudato si’, monumental documento, hito memorable.
Como no se dice nada, deduzco que no hubo romería con tres partes del Rosario, ni confesión en confesonario, ni Misa por la intención de la ocasión, ni Salve final a la Virgen de Torreciudad.
…O a lo mejor hubo algo pero no se cuenta para no herir posibles susceptibilidades de los concurrentes.
Yo, por mi parte, me permito concluir como empecé: O témpora, o mores !!!
[Fuente]